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El Premio Nobel de Física 2013 fue adjudicado el pasado martes 8 al británico Peter Higgs y al belga François Englert por sus hallazgos sobre el bosón de Higgs, partícula elemental que explica el origen de la masa. Los dos científicos fueron recompensados por sus trabajos sobre “el descubrimiento teórico de un mecanismo que contribuye a nuestra comprensión del origen de la masa de las partículas subatómicas, que fue confirmado recientemente”, precisó el Comité Nobel en un comunicado.
El 4 de julio de 2012, el Centro Europeo de Física de Partículas (CERN) anunciaba públicamente haber descubierto una partícula que en un 99,9 % coincidía con el bosón de Higgs y que brinda masa a toda la materia que conocemos en el universo. Si no fuera por este bosón, las partículas fundamentales de las que se compone todo, desde una gota de agua, pasando por animales, personas hasta llegar a los planetas, estrellas y galaxias, estarían viajando por todo el espacio a la velocidad de la luz y sería imposible prácticamente que se haya formado la materia.
Al tratar de aislar los más pequeños componentes de la materia, los físicos del siglo XX descubrieron varias series de partículas elementales. Seis tipos de quarks (llamados up en inglés, lo cual significa “arriba”; down o “abajo”, charm o “encanto”, strange o “extraño”, top o “cima” y bottom o “fondo”) forman parte de los componentes básicos o “ladrillos elementales” de la materia, al igual que el electrón y sus hermanos mayores: el muon y el tau, y tres tipos de neutrinos.
Estas doce partículas interactúan entre ellas por intermedio de mensajeros llamados “bosones”. Uno de ellos es el fotón, que porta la radiación electromagnética, y el gluon, que brinda cohesión a los núcleos atómicos.
El fotón, que viaja a la velocidad de la luz, no tiene masa. No obstante, nuestra experiencia nos hace sentir la presencia de la materia, compuesta por átomos y, por lo tanto, también por quarks y electrones. Entonces, ¿de dónde viene esa masa? Los científicos explicaron que no proviene de las partículas mismas. En 1964, por deducción, el físico británico Peter Higgs postuló que existía el bosón —que hoy lleva su nombre— que debía dar su masa a otras partículas.
“El descubrimiento del bosón de Higgs en el CERN, el año pasado, que valida el mecanismo Brout-Englert-Higgs, es la culminación de décadas de esfuerzo intelectual por mucha gente en el mundo”, había declarado el director del CERN, Rolf Heuer.
Merecido
Para el secretario del Centro de Difusión e Investigación Astronómica (Cedia), Félix Piriyú, el Nobel de Física de este año estuvo bien merecido, ya que el descubrimiento del bosón de Higgs es de suma importancia para las ciencias en general. “La nominación misma fue justa. El hallazgo del bosón de Higgs puede desencadenar en varias investigaciones científicas y aplicaciones: desde la fabricación de máquinas hasta el desarrollo de nuevos tratamientos médicos, ya que estamos comprendiendo la materia en sus diversas formas”, indicó Piriyú.
El representante de Cedia comentó que los virus y bacterias están hechos de materia y por lo tanto, a través de los descubrimientos que se tendrán con el bosón de Higgs, se podrán conocer sus estructuras básicas y controlarlos.
Por su parte, el Dr. Jorge Molina, del laboratorio de Mecánica y Energía de la Facultad de Ingeniería de la UNA, manifestó que el premio a Higgs y Englert está bien merecido por haber ayudado a la interpretación de la fabricación de la materia en sí. “El descubrimiento del bosón de Higgs fue crucial para comprobar y dar más sustento al modelo estándar de física de partículas. Nos encamina para saber de dónde viene la masa”, expresó.
En la misma casa de estudios y bajo la tutoría del Dr. Molina, el estudiante de Ingeniería Electromecánica Hernán Cabañas colabora con el equipo científico que experimenta con el Calorímetro Hadrónico del Compact Muon Solenoid (CMS), situado en el Large Hadron Collider (LHC) y administrado por el CERN, donde se hizo el descubrimiento final del bosón de Higgs.
equintana@abc.com.py