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Comienza la cuenta regresiva, y las fiestas de Navidad y Año Nuevo están llamando a la puerta. Y es que estos son los días en que algunos esperan con ilusión adornar la casa con aires navideños y reencontrarse con amigos y parientes. Sin embargo, no todo es color de rosa, ya que, para otros, diciembre es el mes en que todo el mundo se acelera y quiere abarcar más de lo que puede. “Realmente es el mes en que, por las actividades que implica el fin de año, el nivel de estrés es altísimo y, muchas veces, lleva a una ansiedad desmesurada”, refiere la sicóloga Nena Zelada, y añade que el no poder hacer todo lo que uno se propone produce frustración. “Aunque si se organiza con tiempo y no se deja todo para última hora, se podría disminuir el nivel de ansiedad”.
-Hay personas que disfrutan de las fiestas, pero para otras generan angustia y comienzan el nuevo año con un nivel de estrés altísimo. ¿A qué se debería eso?
-Todas las personas tenemos nuestras propias neurosis y taras; dicen que de locos tenemos todos un poco y creo que es tal cual. La diferencia está en que algunas manejan mejor su neurosis que otras.
-¿Es recomendable hacer un balance e inventario de logros y una lista de cuestiones pendientes?
-Si eso no implica para la persona entrar en angustias, culpas y frustraciones, se podría hacer, pero si eso va a ser un estrés más, sería bueno que una vez terminada la locura de las fiestas, se pudiera hacer el balance de logros y cuestiones pendientes.
-Generalmente, el principal problema que se presenta en la pareja es a cuál de las casas de los suegros ir a pasar las fiestas. ¿Cuál es la mejor forma de decidir dónde pasar o qué otra solución puede haber?
-Eso depende de cada pareja; se debería entrar en comunión. Una salida podría ser el optar por pasar una de las fiestas en casa de uno y la otra en la casa del otro.
-Una vez decidido en cuál de las casas pasar, muchas veces compartir la cena en un armónico ambiente familiar es solo un ideal. ¿Cómo lidiar con eso?
-Creo que no solo en esta época del año, sino siempre hay que dar lugar a una palabra que implica muchísimo: perdonar. Tendríamos que ponernos como meta este año el poder llevarnos bien con las personas. En vez de buscar las diferencias, buscar los puntos en común y dar prioridad a eso.
-A todo esto, a veces se suma la imposibilidad de irse de vacaciones. ¿Qué hacer en ese caso?
-Buscar alternativas; si no se puede salir de vacaciones, entonces salir de la rutina podría ayudar, hacer cosas que normalmente no se puede por las actividades de orden laboral.
-Los últimos días del año también incluyen el recuerdo de familiares y amigos que ya no están y, si es reciente, producen angustia y depresión. ¿Cuál es la mejor forma de pasar por esto?
-Aceptar que esa persona no se encuentra físicamente entre nosotros, pero sí espiritualmente en nuestros corazones, en nuestros pensamientos y en nuestro estilo de vida diario.
-Las fiestas tienen un peso simbólico muy fuerte y, a veces, despiertan dolores que uno creía dormidos, ya que suelen aumentar la intensidad de los recuerdos. ¿Hay que asumir estos sentimientos?
-Siempre es bueno asumir, eso ayuda.
-Aquellos que han sufrido la pérdida de un ser querido, ¿deben dejar las culpas y permitirse un rato de alegría?
-Aunque no se puede evitar el dolor de una persona ausente, que de por sí condiciona los estados de ánimo, la ocasión es buena para disfrutar de las personas que están presentes.
En opinión de la Lic. Zelada, para llegar a fin de año en buenas condiciones debemos empezar despacio. “No acelerarnos ni sobrecargarnos de trabajo o compromisos; realizar tareas realistas, con una expectativa más cercana a lo real; no pretender hacer todo de una vez, pero sí con una actitud optimista”, concluye.
Tips para pasar sin estrés estas fiestas
- La primera y más importante es dormir ocho horas diarias.
- Escribir diariamente los objetivos a cumplir; organizar y planificar lo que se tiene que hacer.
- No sobreexigirse ni tratar de cumplir con todos los compromisos sociales de estas fechas; hacer lo que se puede.
- Ver un día a la semana para descanso absoluto.
- Hacer actividades físicas.
- Organizar adecuadamente el tiempo y los horarios.
- En esta sociedad individualista en que vivimos, nos olvidamos que somos seres sociales y necesitamos de los otros; tengamos conversaciones de afecto y gratitud con los que nos rodean.
- Mantener siempre expectativas realistas tanto de uno mismo como de los demás. Esperar demasiado de uno y de los demás puede conducir a frustraciones.
mpalacios@abc.com.py