Fiesta blanca y celeste

El colegio San José está de fiesta. Celebra ¡100 años de existencia! Fundado como colegio católico para la formación cristiana de la juventud, esa consigna la sigue manteniendo. Se suma a ella una educación sincera y honesta, convirtiéndola en una de las instituciones educativas tradicionales y firmes. De la mano del reverendo padre César Alonso de las Heras, hicimos un recorrido por "los pasillos" del "Sanjo".

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Llegó al Paraguay el 10 de febrero de 1940, hace exactamente 64 años. Era un día de gran tormenta, así que desde el puerto llegó hasta el colegio San José sin pisar tierra paraguaya, "lo que pisé era agua", nos dice el padre César Alonso de las Heras, emblema y figura carismática del San José. La primera impresión de nuestro país fue la de una gran aldea, "en aquella época no había letreros luminosos y la calle asfaltada era solo Palma, las demás empedradas o de tierra", recuerda. A su mente vienen también las imágenes de la calle Mariscal López. "Cuando llegué tenía el nombre de Colombia y había dos trotaderas para los coches, de manera que no se estropearan por las piedras que no eran lisas en su totalidad. Ahora, donde el empalme sí era parejo y liso era frente a Palacio, que después lastimosamente desapareció. Hubiera sido lindo conservarlo", se lamenta. Los tranvías formaban parte de los transportes de aquellos tiempos, y naturalmente no había rascacielos. "Asunción era una ciudad en la selva o una selva con casas. Francamente era hermosa. La calle del colegio San José estaba llena de naranjos, todavía quedan algunas cerca de Mburuvicha róga y en algunos otros sitios", rememora el padre Alonso de las Heras. ¿Cómo encontró al colegio San José? "Ya tenía la torre y las dos alas, tal como está ahora. La iglesia actual todavía no estaba construida, había otra sí, pequeña, muy rococó, era -muy agradable, estaba llena de santos- que terminaba en la avenida de las palmeras. La pileta de natación era un chalet, propiedad del que fuera presidente de la República, Walberto González. El mismo fue quien vendió toda la cuadra menos el chalet; recién después de unos años se logró comprar y fue destinado a la dirección del colegio", nos cuenta.

Cuando llegó al colegio, la institución tenía 36 años de existencia. Tuvo la suerte de conocer a los tres fundadores: al padre Lousteau, aquí en Paraguay; al padre Lhoste en Buenos Aires; y al padre Tounedou en Betharram. El San José abrió sus puertas con 13 niños, a su llegada ya sumaban casi 500; en la fecha colman las aulas más de 1700 alumnos. "Como toda educación sincera, honesta, en el San José formamos al niño. Buscamos convertirlo en un hombre completo, es decir, culto, atento, honesto, honrado y siendo un colegio religioso, pretendemos que sea buen cristiano".

Algunas de las materias iniciales eran latín y raíces griegas. "A mi juicio es una pena que se haya perdido la materia raíces griegas, ya que quienes van a la Facultad de Medicina o Derecho, manejan mucho las palabras con raíces griegas", opina el reverendo padre. Dice también que siempre han procurado lograr una formación global. Amplía la idea mencionando a Irala Burgos, Marinoni, hombres que de la historia hacían geografía, política, sociología. La cultura era un tema "fuerte" en el San José. "Cuando llegué enseñaba a los alumnos los grandes poemas españoles y lo aprendían y con gusto, ahí comenzaron a formarse Ricardo Mazó, José Luis Appleyard, un muchacho de apellido Dávalos, un verdadero filósofo que llegó a ser profesor en una Universidad de Alemania, lastimosamente falleció muy pronto". Lamenta que Paraguay no esté en la vidriera del mundo. "Este encierro que tenemos en el país hace que muchas personas no sobresalgan. Por ejemplo, a Roa Bastos lo ayudó estar en el exilio. Estando en Buenos Aires, le editan "Yo el Supremo" y el mundo entero lo conoce, en cambio en Paraguay, un Ramírez Domínguez edita un poemario, ahí queda. He dicho varias veces a ministros de relaciones exteriores, que al editarse un libro que vale la pena, lo compren y lo repartan por los consulados de los diversos países, que luego estos señores los harán conocer".

Se preocupa por la educación, se preocupa porque del San José sigan saliendo hombres ejemplares. En su libro "Historia del San José, los primeros 50 años", escribió: "La historia del colegio, su vitalidad, el trato con los ex alumnos -con algunos de los primerísimos-, incluso fue llenando mi alma de curiosidad por descubrir, no solo los hechos, sino el empuje que les daba vida". Sin duda, la institución cala muy hondo en su corazón y su figura es muy fuerte para quienes asisten a sus aulas y para quienes tuvieron la oportunidad de tenerlo como profesor.

El actual presidente de los ex alumnos, Dr. Rubén Léoz, expresa su admiración y respeto por el reverendo padre. "Es una persona ejemplar", dice. Las huellas que Alonso de las Heras deja en los alumnos son imborrables.


El cambio
Al principio se mostraron resistentes a la idea de convertir el colegio en uno mixto. "En un comienzo no me agradó la idea. Siempre decía que el colegio mixto del San José era Las Teresas y viceversa, pero paulatinamente todos fueron cediendo, y hoy las niñas ya forman parte de esta gran familia. La última promoción de varones egresa este año. En el 2005 ya reciben sus títulos varones y mujeres. La Asociación también sufre un cambio en su denominación. Pasa a llamarse Asociación de ex alumnos y ex alumnas. Las anécdotas no faltan. El padre nos cuenta una. "Un grupo de alumnos viene a mi oficina protestando porque una niña es la presidenta del curso. Les pregunto si habían hecho voto. Pasó que las niñas se habían juntado toditas para una sola candidata, mientras que los varones se dividieron en tres o cuatro candidatos. "Eso les pasa por tontos", les digo. "¡Pero padre, puede llegar a ser presidenta del Centro!", siguen protestando los alumnos. "Por más tontos será", les replica el padre. Y bueno, son muchas las anécdotas que están a la orden del día, ¡si las paredes hablasen!, dice alguno durante el recorrido por las instalaciones.


Figuras

Verdaderos personajes egresaron del colegio San José. "No quisiera faltar a ninguno", dice el padre. Hombres de cultura, médicos, ministros, grandes figuras pasaron por las aulas de la calle España. Y el objetivo principal es seguir formando grandes figuras, hombres de bien, valientes. En este punto, el padre Alonso de las Heras no olvida a los jóvenes sanjosianos que estuvieron en la guerra del Chaco. "Hubo un capellán, cuatro capitanes y todos los demás oficiales. El colegio era utilizado como hospital, en ese tiempo; así que eran jóvenes valientes".


Festejos

Con el Dr. Jorge Léoz conversamos de los festejos para conmemorar el centenario de la institución. Muchas son las actividades que ya se llevaron a cabo. "Es una fecha muy importante para todos los alumnos y ex alumnos", sostiene. Como culminación de los festejos, hoy llevan a cabo una corrida desde el colegio hasta la Quinta, luego otorgan las premiaciones para, finalmente, reunirse en un almuerzo de confraternidad de la familia Sanjosiana. ¡A no faltar! 100 años merecen las mejores celebraciones.

Recordemos que la Asociación de Ex alumnos fue fundada el 29 de julio de 1913. Su primer presidente fue Julián Nery Huerta. El actual presidente es el Dr. Léoz. "El colegio siempre tuvo espíritu de gran camaradería y compañerismo, y un afán por el estudio", puntualiza el padre, haciendo alusión a la Asociación. Palabra mayor.
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