Fiel a sus raíces

De la mano del presidente de la Fundación Texo, Daniel Nasta, se abre una muestra del prolífico artista Bernardo Krasniansky, quien, además, celebra 50 años de trayectoria. La cita es en el Museo del Barro. Paralelamente, también se pueden ver sus obras en Fábrica Galería de Arte.

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Este artista nacido en el Paraguay, y establecido en el Brasil desde hace años, logró convertirse en una personalidad clave para que los seguidores del arte valoren la destacada presencia paraguaya en Europa y los Estados Unidos. Es porque Bernardo Krasniansky hizo del arte el centro de su vida. Puede multiplicarse en diversas facetas que contribuyen a enriquecer el entorno en el que se mueve: pintor, fotógrafo, escenógrafo y artista visual.

Comenzó en el arte muy temprano, pues a los nueve años de edad ya estaba estudiando pintura, “cerca de casa nomás”, y codeándose con grandes artistas de la talla de Edith Jiménez, Michael Burt, Lotte Schultz, Livio Abramo y otros. “Era una escuela de pintura, pero como siempre recibí la motivación de mis padres para potenciar un talento, me inscribí y conocí a grandes referentes de nuestro medio”, recuerda Krasniansky.

Una cosa llevó a la otra y fue reafirmando sus habilidades. En la primera galería del Paraguay ya estaba exponiendo sus obras. “Se llamaba Tajy la galería”, menciona el artista.

“Fue a mediados de los años 60 que comenzó a desarrollar con más fuerza el dibujo. En esa época apareció con un trazo irreverente que disculpa con simpatía el kitsch y admira abiertamente el pop art. A fines de la década empezó a introducir diferentes experiencias que marcaron ya su alejamiento de los aspectos irónicos de la figuración pop y su preferencia por sus componentes lingüísticos. La utilización de fotografías y fotocopias, ya en los primeros años del 70, terminó por definir esa preferencia: las cosas reproducidas y copiadas adquirieron una nueva realidad que se enfrentó a las cosas ‘reales’”, escribió el curador Ticio Escobar, años atrás.

En 1972 incorporó la fotografía y, dos años después, la fotocopia, que consiste en mezclar los mismos elementos gráficos con repeticiones, ampliaciones, alteraciones cromáticas, recortes o fusiones visuales, entre otros. Claro que antes realizó estudios en la Universidad de Comunicación y Arte, y tomó varios cursos a lo largo de su carrera.

Eso hizo que a los 19 años representara a nuestro país en Europa y los Estados Unidos, siempre destacando su origen, porque Krasniansky se proclama fiel deudor de sus raíces. “Siempre llevo mi identidad. A los lugares adonde traslado mi arte, el Paraguay está presente”, afirma.

Unas 100 piezas se verán en el Museo del Barro durante la exposición Historia de corte y montaje, 50 años. Estas obras, pertenecientes a la colección privada del presidente de la Fundación Texo, Daniel Nasta, estarán expuestas durante el mes de noviembre en las ramas de pintura, fotografía, fotocopia y dibujos.

Ticio Escobar, en esta muestra, se refiere a Krasniansky como un prolífico artista. “Su diversidad es una de las más fecundas del arte actual paraguayo. Es un artista con consistencia en conceptos, con una profusión de manifestaciones y una osadía de experimentación de medios técnicos”, expresa Escobar.

Resalta, además, su enfoque investigativo. “Dedica largas jornadas a recrear diferentes dinámicas, pero esa desmesura de obra no va en detrimento de la intensidad, así que durante todo noviembre se verá una muestra profusa”.

Ya son 50 años de producción ininterrumpida, de sobresalir y ofrecer con sus trabajos un atractivo espectáculo, provocador de estímulos y reflexiones en el espectador. Por algo Escobar dice que su “imaginería de todos estos años es infinita”.

Las obras de Krasniansky estarán expuestas, además, en Fábrica Galería de Arte. Absolutamente, un creador con una sólida carrera, un espíritu innovador e incontables distinciones; entre ellas, Premio Sudamtex de la Bienal del Dibujo en Maldonado, Uruguay; Premio Benson & Hedges del Museo de Arte Contemporáneo de Asunción, Paraguay; Mención de Honor de la Fundación Mokiti Okada en São Paulo, Brasil; Mención Especial del Jurado de la Bienal del Grabado Arteba en Buenos Aires, Argentina, entre otras.

La crítica de los medios de São Paulo siempre fue generosa y justa con sus trabajos. Es que también integra el selecto grupo de creadores que exponen en la Pinacoteca de la Asociación Paulista de Medicina.

Definitivamente, su destreza en todo lo que emprende lo ubica como un artista con un trabajo comprometido, que marca su propio ritmo y transgrede continuamente las fronteras. Una importante influencia en su arte fue Leonor Ceccotto, de quien fue alumno, pero todo lo conquistado es por su originalidad, imaginación y profesionalismo.

ndure@abc.com.py

Fotos ABC Color/Gustavo Báez/Gentileza.

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