Estudiar... en cualquier parte del mundo

En un mundo globalizado, ¿dónde se puede cursar el bachillerato? Canadá, Costa Rica, Noruega, Hong Kong o India... Estas son algunas de las opciones que ofrece la organización United World Colleges –Colegios del Mundo Unido—.

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Actualmente, seis jóvenes paraguayos participan del programa y hay posibilidades para otros más. Belén Giménez Ciciolli cursa el bachillerato internacional en el Lester B. Pearson College of the Pacific, en Canadá, junto a Lorena Gaona. Otros, como Clara de Iturbe y Guido Roa, estudian en Costa Rica; José Caballero, en Estados Unidos, y Alvaro Machuca, en Noruega.

Todos están estudiando gracias a las becas de la organización UWC, que ya ha llevado a otros 30 paraguayos a graduarse en 13 colegios de diferentes países distribuidos en cuatro continentes.

United World College es una institución mundial que surgió en 1961. Nació en plena Guerra Fría en la convicción de que, si se unen jóvenes de todo el mundo de entre 16 a 18 años en un mismo lugar para estudiar juntos durante dos años, ya no habría más guerras en el futuro, explica la escribana María Blanca Greno de Pascuali, presidenta del Comité Paraguay de Colegios del Mundo Unido y madre de un exbecario.

El objetivo es fomentar una educación multicultural en la que participan jóvenes de 80 a 100 nacionalidades a través de becas, ya sean completas o parciales. "La competencia es absolutamente leal y transparente a la hora de seleccionar a los candidatos. No vale nada más que el propio joven. No hay padrinos, no hay recomendados. Es el propio chico el que salta solo por su excelencia", asegura la presidenta del comité, a su vez voluntaria de UWC.

Todos los participantes son seleccionados y becados en sus países de origen según el mérito personal, dejando a un lado el origen socioeconómico, credo político, la religión… Es una formación integral y de excelencia académica, pero al alcance de todos, agrega la información oficial de la organización (www.uwc.org)

La sede central de UWC está en Gales, Reino Unido, y ha tenido entre sus presidentes al príncipe Carlos, heredero de la Corona británica. Hoy es presidida por la reina Noor de Jordania, y Nelson Mandela es presidente honorario.

Claudia Arietti (23) estuvo en el colegio Lester B. Pearson, de Canadá, entre el 2005 y 2007. "Fue una experiencia increíble por el hecho de tener la oportunidad de vivir en un campus a orillas del mar con 200 personas de cien nacionalidades, con lo cual ya uno aprende muchísimo dentro y fuera de las clases", revela.

Recuerda que con sus compañeras de Afganistán se pasaban horas hablando de cómo fue la entrada de los talibanes y cómo tuvieron que huir a Pakistán. "Son cosas que uno aprende con el contacto con la gente, caso contrario, escuchamos en las noticias pero no entendemos ni nos imaginamos. O bien, llegamos a entender cómo jóvenes palestinos e israelíes pueden convivir y superar las diferencias estudiando juntos fuera de Oriente Medio".

Estudiante de Derecho y licenciatura en Lengua Inglesa, Claudia aclara que "la relación con los profesores no es la tradicional de profesor-alumno, sino la de un amigo, un adviser (asesor) porque viven en el campus; la mayoría son profesores internacionales".

Cambia la vida

Rocío Duarte (28) completó la carrera de Ciencias Políticas en la Univesidad Católica, decisión para la cual pesó su pasantía en un Colegio de UWC en Hong Kong entre 1999 y 2001. "No me imagino lo que sería mi vida de no haber pasado por esta experiencia, porque fue allí donde aprendí y senté las bases para toda la vida académica posterior. Desarrollé todas las capacidades que tenía, sin darme cuenta. Si a los 15 o 16 años me preguntaban qué iba a estudiar, jamás hubiera respondido Ciencias Políticas. No sabía lo que era".

Al convivir e interactuar con los compañeros y la experiencia académica con docentes de otras nacionalidades, Rocío descubrió su vocación. "El bachillerato internacional es muy exigente y a la vez gratificante, porque cuando uno se da cuenta de que alcanzar niveles que jamás habría planteado, siente gran satisfacción personal".

¿Pero cómo fue para optar por Ciencias Políticas? La clave está en un trabajo monográfico sobre la construcción de la identidad paraguaya a través de las obras de Roa Bastos, que le tocó realizar. "Dentro de todo lo que más interesaba y sigo tratando de entender es por qué los paraguayos somos como somos. A eso me dedico y la respuesta es una labor constante. La identidad también es algo mutante y no hay una conclusión de buenas a primeras", sostiene.

El comité Paraguay

En Paraguay, la organización tiene más de 20 años. Surgió por los años 80. Hoy, nuestro país cuenta con dos lugares permanentes en el Colegio de Gales (Reino Unido), pero el costo es muy elevado, unos 50.000 a 60.000 dólares. Lo que sí se aprovechan son las becas, que para este año son dos: una para Costa Rica y otra para Estados Unidos.

Todos los exbecarios o graduados se caracterizan por la excelencia en el desempeño profesional y tienen un mundo por delante sostiene Greno de Pascuali. "Tenemos varios jóvenes graduados de UWC que están siguiendo carrera en otros países o con posgrados en Estados Unidos o Inglaterra de donde vienen representantes de universidades a buscarlos. Son como cazacerebros que ofrecen las becas a nuestro país y cualquier joven de UWC se postula y gana".

Los únicos requisitos para participar es que los jóvenes sean paraguayos o nacionalizados de entre 16 y 17 años, buenos alumnos, que tengan el apoyo de sus padres. "Por la experiencia adquirida del comité, en todos estos años se agradece que los jóvenes tengan cierto nivel de inglés, porque sea en Hong Kong, Canadá, Costa Rica o en la India, todos los programas son en inglés", aclara.

Pelear en un ambiente nuevo, con compañeros de diferentes razas, religiones, caracteres, temas de estudio y además tener que estudiar el idioma durante la beca es una carga para un chico de 16 años, aunque lo puede hacer perfectamente, dice. "Las becas duran dos años aunque estén en el último del bachillerato en su país. Tuvimos, incluso, hace unos años, un joven de Presidente Franco que dejó la posibilidad de la medalla de oro como mejor egresado para tomar la beca en el sexto curso", relata.

El comité Paraguay trabaja arduamente para conseguir recursos y asegurar el envío de becarios, pues se requiere el pago de cuatro pasajes por cada joven, dos de ida y dos de vuelta, pues deben regresar a mitad del curso, además de otros márgenes de gastos que la beca no cubre. "Nuestro mayor sueño es enviar a los jóvenes libres de costo, pues nos ha pasado que ganaron becas para Hong Kong, porque en su comunidad le prometieron apoyar y cuando llegó la hora de ir, debió dejar porque, cuando se enteraron de que tenían que pagarle el pasaje, se echaron atrás y debió que renunciar a la beca. He llorado por esto", cuenta Blanca de Pascuali, quien alienta a los jóvenes que se presenten y a toda la sociedad que los apoye a ser los futuros bachilleres internacionales que, más que nunca, hacen falta al país.  

HISTORIA

Un colegio para la paz

Colegios del Mundo Unido se inspira en las ideas del conocido pedagogo Kurt Hahn, fundador del Colegio Salem, en Alemania; el Colegio Gordonstoun, en Escocia; y el Outward Bound Trust, en Gales. Estos tres primeros centros se convirtieron en la semilla de los actuales 13 Colegios del Mundo Unido.

Hahn había sido invitado a participar en el NATO Defense College, de París, donde comprobó en 1956 cómo los hijos de los militares de países que habían estado en guerra poco tiempo atrás convivían y estudiaban en las mismas aulas mirando juntos un futuro en paz. Con otros compañeros (algunos de ellos oficiales militares), Hahn se dio cuenta de todo lo que podría hacerse para superar la hostilidad de la Guerra Fría si jóvenes de diferentes naciones pudiesen ser educados juntos y de forma similar. Vislumbró un primer colegio para estudiantes de entre 16 y 18 años, quienes a esa edad, dice Hahn, ya estaban formados en su propia cultura, pero al mismo tiempo eran moldeables y abiertos.

El primero de los Colegios del Mundo Unido, el Atlantic College (Colegio del Atlántico) abrió sus puertas en Gales (Reino Unido) en 1962 y ya fue citado entonces por The Times como "el experimento más emocionante en la educación desde la Segunda Guerra Mundial".

En 1967, Lord Mountbatten se convirtió en presidente de la organización y nació el nombre "Colegios del Mundo Unido". Animó a los jefes de Estado, políticos y personalidades de todo el mundo a compartir su interés y comprometerse con el proyecto de abrir el Colegio del Mundo Unido del Sudeste Asiático, en Singapur en 1975.

Antes, fruto de sus contactos, en 1974, el anterior Primer Ministro Canadiense y ganador del Premio Nobel de la Paz, Lester B. Pearson, había soñado con establecer una institución como el Colegio del Atlántico en Canadá. Así, se llegó al Colegio del Mundo Unido que lleva su nombre.

La idea fue creciendo con la creación de comités de voluntarios en los países y surgen el Colegio del Mundo Unido del Oeste Americano Nuevo México, EE.UU. y el Colegio del Mundo Unido del Adriático, Trieste, en Italia, que recibieron a sus alumnos entre 1982-83.

Al año siguiente, el colegio Waterford Kamhlaba de Suazilandia (que funcionaba desde 1963) se asocia a Colegios del Mundo Unido y se convierte en el primer centro educativo de la red en Africa, en el que iban a estudiar juntos blancos y negros. De hecho, fue fundado desde los inicios como una escuela multirracial contra las políticas del apartheid.

Cuando el príncipe Carlos de Inglaterra llegó a la Presidencia de UWC jugó un papel esencial. Impulsó el Colegio del Mundo Unido Simón Bolívar de Agricultura en Venezuela e inauguró oficialmente el octavo Colegio del Mundo Unido Li Po Chun, en Hong Kong, en 1992.

En 1995 llega a presidir la UWC su majestad la reina Noor de Jordania, mientras Nelson Mandela (cuyos hijos y nietos habían sido educados en el colegio Waterford Kamhlaba) se convertía en presidente honorario.

Muy pronto surgieron dos centros más: el Colegio del Mundo Unido Red Cross Nordic de Noruega, en 1995, y el Colegio del Mundo Unido Mahindra, de India, en Pune, en 1997.

En agosto de 2006 el Colegio Internacional SOS Hermann Gmeiner de Costa Rica se convierte en el Colegio del Mundo Unido de este país de Centroamérica. Un mes después, el CMU de Móstar, en Bosnia y Herzegovina, recibía a sus primeros estudiantes procedentes de 80 países. Y el más reciente, en el 2009, abrió el centro de Maastricht, en Holanda.

Actualmente, hay 13 Colegios del Mundo Unido y más de 125 comités nacionales de UWC. Desde que abrió el Colegio del Atlántico en 1962, más de 40.000 estudiantes de 181 países han pasado por las aulas y las residencias que esta organización tiene repartidos por todo el planeta.

(Fuente: www.colegiosdelmundounido.es)
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