Escritor de estreno

Arquitecto de profesión, pero más conocido como actor, director, escenógrafo y, principalmente, como fundador de Arlequín Teatro, José Luis Ardissone se lanza como escritor de ficción con Las bodas del diablo y otros cuentos.

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Con puntualidad inglesa, a las tres de la tarde, Ardissone llega a la redacción del diario. No es la primera vez que lo entrevistamos, por lo que, podemos notar que, en esta ocasión, viene impregnado de otro espíritu, el literario. Es otro. El que vino dejó en su casa al hombre de teatro, aunque no puede sustraerse del todo a su experiencia en escena y se presta con gracia y soltura para las fotos.

“Es mi quinto libro”, refiere. Pero esta vez Ardissone se aparta de lo testimonial para introducirse en un campo que para él es nuevo, el de la ficción. Antes ya había escrito sobre la historia del Arlequín y las crónicas Aposentos de la memoria I y II. “Por lo cual estoy muy ansioso por la repercusión de esta obra que contiene siete cuentos”.

Las historias tienen diversos orígenes y la mayoría tiene un episodio o un personaje real, como en el cuento que da título al libro Las bodas del diablo y otros cuentos. "Se trata de un zapatero italiano que reparaba nuestros calzados cuando éramos niños". En medio del proceso de creación, Ardissone lo recordó y quiso hacerle vivir una aventura en el papel.

Así también, está la inspirada en otros recuerdos de su niñez, en su casa paterna, situada enfrente de la sede de la ANR (Partido Colorado). "Desde el balcón de mi casa, padres, tíos y primos, en compañía de dos policías armados, veíamos a Alfredo Stroessner observar los desfiles de sus arreados partidarios, con pañuelos rojos al cuello, y a los jinetes macheteros.

También revela que una carta hallada entre los papeles de sus abuelos sirvió de base para otra de las historias. “En mi familia siempre fue un misterio saber qué pasó con mi bisabuelo, por qué se fue”. Cuando interrogó a la última que podía develar el misterio, una tía de 90 años residente en Buenos Aires, ella le contestó: “De eso no se habla”. Entonces decidió inventarle un final al episodio, que ni él mismo jamás descubrió.

Pero ¿por qué se decidió por la ficción? Se remonta al año 2002 cuando escribió el primer cuento, inspirado en el estreno de su obra teatral Palma… del Petit Boulevard al Lido Bar, en la cual narra hechos de la historia paraguaya del siglo XX, desde 1900 hasta el 2000. “Había un episodio protagonizado por jóvenes estudiantes que marcó profundamente nuestra historia, cuyo monólogo era dicho por Lourdes García. Después de unos diez años, lo recordé y pensé que el texto daba para un cuento”. Y esa fue la chispa que encendió el fuego que lo incentivó a narrar historias.

Pero confiesa que le tomó algún tiempo redactar las demás. “El último es del año pasado, porque necesito tener toda la estructura en la cabeza. Veo la historia inicial y final, pero no tengo la tripa”, dice entre risas. Y como todo autor picado por el bichito de la literatura, adelanta que tiene varias ideas rondando en su mente.

Los cuentos estaban allí, esperando salir a la luz, pero Ardissone no se decidía a publicarlos hasta que lanzó el segundo volumen de Aposentos de la memoria. Cuando Mirta Roa se acercó para que le firmara un ejemplar, le preguntó: “¿Cuándo sale el próximo?”. Él le contestó: “Cuando me anime”. Roa insistió: “¿Tenés algo escrito?”. Respondió que sí y acordaron que se lo enviaría por mail. “Pasó el tiempo y ella no acusaba recibo, y yo no quería preguntarle, porque interpreté que no le gustó y era tan amable que no quería decírmelo para no hacerme sentir mal”. Seis meses después, Roa lo llamó y le pidió disculpas porque se le habían traspapelado. Le dijo que ya los había leído y le pidió que revisara el adjunto. “Eran los cuentos ya diagramados ¡y con una sugerencia de tapa!”.

Cuando Ardissone lo vio, se le abrió del cielo; le pidió tiempo para digerirlo y hablar con Rodolfo Fernández Álvarez, quien siempre había ilustrado todos sus libros. "Y aquí está el resultado”.

Resalta que se sintió muy honrado de que el escritor y periodista Andrés Colmán Gutiérrez aceptara presentar Las bodas del diablo y otros cuentos y que Servilibro lo publicara. “Lógicamente, mi objetivo fundamental es compartir estos relatos y que a la gente le guste el libro”, destaca, y expresa un deseo. “Ojalá que una de esas historias inspire a alguno de nuestros realizadores y la lleve al cine”. ¿Y por qué no? Los sueños están para cumplirse. 

mpalacios@abc.com.py 

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