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Francisco Solano López es una de las figuras destacadas de nuestro "universo" insular paraguayo. Sin lugar a dudas. Guste o no. Galileo Galilei es una de las figuras cumbres de la historia de la Humanidad. Guste o no. El primero forma parte de nuestra trágica historia. El segundo, tuvo una trágica historia, pero su legado fue grande: "inventó el futuro". Entrambos, un hombre que dedicó sesenta años de su vida a ofrecer retazos de vidas ajenas, reales o de ficción: José Luis Ardissone.
¿Qué tiene que ver Francisco Solano López con Galileo Galilei? Nada. O casi nada. Si se busca un vínculo malpensado, uno que con su acción o su circunstancia hizo que nos sumiéramos durante mucho tiempo en el pasado y hasta hoy es una pesada carga sobre nuestros hombros, aunque no tanto como para retrotraernos a la época en que el otro "inventaba" el futuro.
Lo que sí, en concreto, es que entre los dos personajes históricos está una intensa trayectoria histriónica de un compatriota bien conocido: José Luis Ardissone, que, en estos días, cumple seis décadas de su debut sobre las tablas.
De encarnar al mariscal Francisco Solano López, en una "velada" escolar, Ardisone no paró hasta esta su personificación de una figura tan interesante como lo es Galileo Galilei, en un tiempo en que se celebra el año de la Astronomía.
López y Ardissone
"Era el año 1949 recuerda José Luis Ardissone. Cursaba el tercer grado en la Escuela Superior Nº 1 República Argentina. Mi maestra, la señorita Petrona Moreno (la Tía Tona, como la llamábamos) era hermosa, elegante y su guardapolvo almidonado era una admiración. En el cuarto grado enseñaba la señorita Juanita Ochoa.
"Se acercaba el mes de julio y la señorita Juanita apareció un día en mi clase y le pidió a la Tía Tona que me autorizara a salir de la clase, que ella quería hablar conmigo. Permiso concedido, la señorita Ochoa me llevó frente a la directora, la señorita Arminda Samaniego y dijo: Directora, aquí lo tiene al Mariscal López.
"Yo no entendí nada; apenas había oído hablar del héroe, así que me quedé en silencio. Al llegar de vuelta a mi casa, mi madre me informó que la señorita Ochoa había contactado con ella y le había comunicado que iba a interpretar al mariscal en una puesta en escena sobre el poema de Martín de Goicoechea Menéndez La noche antes.
"Los preparativos empezaron enseguida. Mi madre y mi abuela se abocaron a buscar retratos del héroe y a comprar telas con las que confeccionaron los trajes de gala y de campaña del mariscal de acero.
"Los ensayos empezaron enseguida. El poema de Goicoechea era leído en off por Marcial Valiente, novio entonces de una de las hermanas Ochoa y con los años embajador del Paraguay en Venezuela, mientras los intérpretes vivíamos lo que era relatado. De tanto en tanto, el mariscal exclamaba: -¡Soldados del 40, cuatro pasos al frente; y Valiente continuaba -Y sólo le respondió la noche con los vagos sollozos de la selva.
"A este cuadro, seguía la consagración del mariscal. Subido a un pedestal hecho por mi padre con madera y cartón, recibía el homenaje de los estudiantes, del Ejército, de las mujeres y del pueblo todo, mientras Luis Alberto Torreani cantaba Cerro Corá con una hermosa voz de niño.
"El estreno, en julio del 49 en el Teatro Municipal, fue apoteósico. Las autoridades nacionales estaban presentes en ese acto escolar que se constituyó en mi debut profesional en el teatro.
"Para continuar con la personificación de los héroes, al año siguiente, centenario de la muerte del general San Martín, fui de nuevo el intérprete de este personaje en la comedia La jura de la bandera del Ejército de los Andes. El entonces presidente de la República, don Federico Chaves, presente en el estreno en el Teatro Municipal, me hizo llamar a su palco para felicitarme".
Galilei y Ardissone
"Pasaron sesenta años, y ahora estoy enfrentado a un gran desafío, darle vida a uno de los genios más grandes de la historia del universo, Galileo Galilei.
En efecto, el próximo 7 de agosto, se preestrena en el Arlequín Teatro, la obra de Bertolt Brecht, Galileo Galilei, el hombre inventó el futuro. El estreno, en rigor, será el sábado 8 a las 21:00, y está patrocinada por la Embajada de Italia y cuenta con el auspicio del Instituto Cultural Paraguayo Alemán.
El "Galileo Galilei" que estará en el escenario es un personaje de carne y hueso, y nada tiene que ver con las estatuas que en su homenaje se erigieron en todo el mundo. Se lava la cara y el pecho, se ríe como un borracho le gusta el buen vino y la buena mesa, es egoísta y orgulloso, le importa poco la felicidad de su hija, y se enfrenta a los poderosos y a los cardenales de la Iglesia con el "divino poder de la razón".
La obra está dirigida por el director compatriota Arturo Fleitas, miembro del Teatro "El galpón" de Montevideo. "Fleitas dice Ardissone nos puso a todos los actores somos 14, varios viviendo múltiples personajes frente al desafío de llevar adelante el mensaje que Bertolt Brecht nos quiere hacer llegar en este texto cumbre del teatro del siglo XX: No se trata sólo de la lucha de la razón contra el dogma, sino también del combate de una clase ascendente contra la clase dominante.
"La abjuración de Galilei de sus ideas y descubrimientos frente al Tribunal de la Inquisición le permitió continuar con sus investigaciones, pero privó a las ciencias de gran parte de su significación social, señala Ardissone.
"En su obra Bertolt Brecht nos invita no a rechazar a Galilei, sino a tomar conciencia de la significación de su crimen para su época y para nuestra época, en que el mundo sigue sufriendo quizá más que nunca las consecuencias de su apostasía intelectual.
Otro punto destacable de esta puesta en escena es el regreso, después de 25 años, del premiado iluminador uruguayo Carlos Torres, para encargarse de la puesta de luces, como ya lo hiciera hace un cuarto de siglo con la puesta de luces de Las Troyanas, Hamlet y La esperanza S. A.
Los más de sesenta trajes que se verán en escena fueron diseñados por Alejandra Ardissone, quien también realizó los tocados. Fueron confeccionados por Mabel Cisterna y otras profesionales, y Sonya Ayala se encargó de la asistencia de escena. La selección musical es de Ricardo Castellani.
Completan el elenco de Galileo Galilei, Jesús Pérez, Gustavo Ilutovich, Pablo Ardissone, Derlis Esquivel, Alejandra Ardissone, Marcelo Buenahora, Hernán Melgarejo, Wilfrido Acosta, Ariel Galeano, Sonya Ayala y los niños José Luis y Renato Ardissone Nicora, y Matías y Agustín Benegas Ardissone, nietos de José Luis, que ya siguen los pasos bajo la atenta y cariñosa mirada del abuelo.
El personaje (y la Iglesia)
Galileo Galilei nació en Pisa, el 15 de febrero de 1564. Fue un astrónomo, filósofo, matemático y físico, cuyo nombre está muy relacionado con la revolución científica que vivió la Humanidad en su época y que señaló nuevos rumbos al saber humano, después.
Como hombre renacentista, mostró interés por casi todas las ciencias y artes, y entre sus logros se incluye el mejoramiento del telescopio (experimento presentado al Senado de Venecia el 21 de agosto de 1609). Con este artefacto realizó innumerables observaciones astronómicas, que le llevaron a enunciar la primera ley del movimiento uniformemente acelerado, por lo que está considerado como el padre de la astronomía moderna.
Por medio de sus observaciones, descubrió las montañas de la Luna, los cúmulos de estrellas, tres satélites de Júpiter, los anillos de Saturno, las manchas solares, enunció la física cuántica y matemática (enfrentado a la física cualitativa aristotélica) entre otros importantes hallazgos.
Su trabajo experimental es considerado complementario a los escritos de Francis Bacón en el establecimiento del moderno método científico y su carrera científica es complementaria a la de Johannes Kepler. Por otra parte, su trabajo se considera una ruptura de las ideas aristotélicas, lo que le llevó a enfrentarse con la Iglesia católica romana, episodio emblemático de los conflictos entre la autoridad y la libertad de pensamiento en la sociedad occidental.
Célebre es el proceso que le siguió la Inquisición en 1633, durante el cual, para preservar su vida tuvo que adjurar públicamente de sus afirmaciones (de que la Tierra no era el centro del universo), aunque no en su sino privado, musitando, según la leyenda, su famosa frase: "...y sin embargo se mueve". Galileo Galilei falleció en Florencia, el 8 de enero de 1642.
Recién en el siglo XX la Iglesia católica reconoció los aciertos de Galilei, aunque sin rehabilitarlo. Hace unos años, el Papa Juan Pablo II pidió perdón por los errores que hubieran cometido los hombres de la Iglesia y propuso una revisión del caso Galilei.
El propio cardenal Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en su momento expresó: "La Iglesia de la época de Galileo se atenía más estrictamente a la razón que el propio Galileo, y tomaba en consideración también las consecuencias éticas y sociales de la doctrina galileana. Su sentencia contra Galileo fue razonable y justa, y sólo por motivos de oportunismo político se legitima su revisión".
Estas declaraciones fueron objeto de una fuerte polémica cuando en 2008 el ya papa Benedicto XVI tuvo que renunciar a una visita a la Universidad de Roma "La Sapienza".
FOTOS: ABC Color/Heber Carballo