Una ciudad tres veces centenaria
El pasado miércoles se celebró el tricentenario de la fundación de la ciudad de Villeta de San Felipe de Bordón del Valle de Guarnipitán, hoy toda una floreciente ciudad industrial y foco de desarrollo, con varias terminales portuarias en su ribera sobre el río epónimo. Esta población se estableció para garantizar la defensa de la costa y en ella se afincaron los hombres que defendían los presidios o fortificaciones de las proximidades.
Su misión era proteger la ocupación permanente de los valles de la Frontera –Ñemby–, Guarnipitán y Valsequillo; y, a la vez, ejercer estricto control sobre los pueblos de indios Guarambaré e Ypané, trasladados desde el norte del país. A partir de mediados del siglo XIX la ciudad conoció un paulatino desarrollo socioeconómico que fue suspendido durante la Guerra contra la Triple Alianza, que tuvo a Villeta como uno de sus principales escenarios, pues en sus campos se libraron las acciones de la campaña de Pikysyry: Angostura, Avay e Ita Ybaté. En la posguerra se recuperó lentamente, convirtiéndose su puerto en uno de los más importantes para la exportación de productos de la tierra.
En sus campos se establecieron arrozales y, en la década de 1930, su puerto llegó a tener mucha importancia.
En la posguerra del Chaco, se instalaron en la zona importantes fábricas aceiteras y azucareras, lo que hizo que cambiara radicalmente el aspecto de la ciudad, tanto social, económica como ediliciamente. Al finalizar la guerra fratricida de 1947, Villeta fue escenario de la derrota final de los revolucionarios y su playa testigo de la masacre de la que fueron víctimas los perdidosos.
En la década de 1960 se convirtió en uno de los principales puertos de exportación maderera. Luego de un breve lapso, el puerto de Villeta conoció de nuevas actividades, al asignársele como puerto de cargas de Asunción y como sede de las plantas de la Industria Nacional del Cemento. En los últimos años, al sur de la ciudad, se establecieron varias instalaciones portuarias que la convirtieron en un importante punto de embarque de rubros agrícolas de exportación.
El nombre de la ciudad –Villeta de San Felipe de Borbón en el valle de Baztán en los Campos del Guarnipitán– parece ser en honor a Vicente Bacallar y Sanna, marqués de San Felipe de Borbón, cronista español que vivió entre 1669 y 1726. La mención del valle de Baztán sería por el lugar de donde provenía la familia tucumana del fundador de la ciudad, Juan Gregorio Bazán de Pedraza.
Baztán es una población de Navarra, en el País Vasco. En cuanto al nombre de Guarnipitán, se refiere a la característica de los campos donde está asentada la ciudad: Guara Pytâ, campos rojizos, por la tonalidad que toma la comarca en determinada época del año, por el color de las pajas maduras.
Diagnóstico del país
Durante el Gobierno del general Patricio Escobar –cuya presidencia, además del establecimiento de industrias, de la apertura de la Universidad Nacional, de escuelas públicas y de la formación de los principales partidos políticos– se realizó uno de los primeros censos de población, en el país, el de 1886. Esa ingente tarea fue hecha por la Dirección de Estadística, dependencia del Ministerio del Interior, creada en 1886.
Este censo, uno de los primeros realizados con parámetros científicos en el país, permitió conocer que el Paraguay, a mediados de la década de 1880/90, estaba dividido en 23 distritos electorales, gobernados por un jefe político, un juez de paz, municipalidades y juntas económico-administrativas; que la agricultura era una de las fuentes de la riqueza pública, con producción de tabaco, yerba mate, caña de azúcar, alfalfa, algodón, café, maíz, arroz, maní, mandioca, cebada, batatas, papas, etc. Así también, entre los rubros explotados estaba la arboricultura, con la naranja como principal producto de exportación. Además, se puede visualizar entre los datos proporcionados por dicho censo, el paulatino aumento de la actividad ganadera, entre otras cosas.
Diplomático y poeta
Su nombre, Mario Palmeiro. De nacionalidad brasileña, nació en Monte Carmelo, el 1 de marzo de 1916. Sus estudios los realizó en Uberaba y Araguarí. Ingresó a la Escuela Militar de Realengo, Río de Janeiro, de donde se retiró al año siguiente, y pasó a trabajar a la sucursal de una entidad bancaria. Se dedicó a la docencia y fue fundador de la Facultad de Odontología, base de la ciudad universitaria de Uberaba y de las facultades de Derecho, Ingeniería y Medicina. También se dedicó a la política y fue diputado federal.
A principios de la década de 1960, fue designado embajador ante el Gobierno paraguayo y fue fundador del Colegio Experimental Paraguay Brasil, teniendo, además, activa participación en la construcción del Puente de la Amistad. Escribió varios libros y fue autor de una de las mejores guaranias paraguayas: Saudade. Falleció en Uberaba, Brasil, el 24 de setiembre de 1996.
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