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Erigida en la zona de Cafayate, Argentina, la Garganta del Diablo conforma uno de los principales atractivos de esta zona conocida como el Valle de las Conchas. El camino que lleva a la ruta del vino que parte de Salta la linda hasta El Infiernillo. De tantas opciones para ver de un lado y el otro, uno de los lugares más emblemáticos es la Garganta del Diablo, una formación rocosa curtida por los vientos durante miles de años.
Desde la ruta principal (la RN 68), su majestuosidad es imperceptible. Un pequeño cartel de madera nos presenta a esa misteriosa cavidad anatómica del diablo. Y, unos pasos después, guiados por el mítico silbido del aire, atropella con esa inclinación de 45º y desafía a escalarla sin más aditamentos que la habilidad de trepar ayudados de manos y pies.
Los corajudos que logran internarse en la profundidad de la Garganta del Diablo experimentan –dicen– una sensación de paz, misticismo y, también, algo de miedo. Es que aunque no se sea creyente, su nombre sugiere de una u otra forma que estamos ante su presencia.
Hasta ahí llegan familias, aventureros, ciclistas y promeseros a servirse de su aire de misticismo. “Aquí me vengo a cargar de energía, algo tiene este lugar que atrapa”, dice un viajero que aprovecha para tomarse todas las selfis que su memoria en el teléfono se lo permita.
Cafayate
El blog bestday.com.ar nos cuenta que “Cafayate es una zona que comenzó a vivir en forma de fincas y encomiendas, y que dependía del departamento San Carlos, en la provincia de Salta. Fue en 1824, más precisamente, el 18 de marzo cuando la señora Josefa Frías de Aramburu donó los terrenos para que se trazara el pueblo. Lo mismo hizo dos años más tarde para que, en 1863, el partido de Cafayate se elevara a departamento. Las primeras crónicas de este lugar hablan de que la capilla original y la donación de las tierras para el pueblo se hicieron en honor a la Virgen del Rosario. De allí que la fiesta patronal sea el 7 de octubre de cada año, en honor a esa figura que tanto ha marcado la historia del lugar. Finalmente, la Carta Orgánica Municipal da cuenta de que el Día de Cafayate es el 26 de octubre de 1840, fecha en la que se funda definitivamente el lugar”.
Pero a lo largo de la ruta 68 hay demasiado que ver. Los valles calchaquíes, un paseo por las nubes en Tafí del Valle, la ruta del vino y la parada obligatoria en el epicentro de la ruta del vino de Cafayate hacen que este lugar sea inolvidable y te dejen con las ganas de volver una y otra vez.
Texto y fotos Marta Escurra mescurra@abc.com.py