El triunfo de la audacia

La exmodelo concepcionera entró en el mundo de la publicidad en el 2005 por una casualidad. Desde entonces ha recorrido un largo camino en su carrera artística. Hoy, Pabla Thomen es conductora de dos programas de televisión.

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Con puntualidad inglesa, la conductora llega a nuestra cita para la sesión de fotos. Un parque poblado de frondosos árboles es el escenario perfecto para mostrar su belleza. Espontaneidad y simpatía se conjugan en Pabla Thomen. Terminada la sesión, nos sentamos a charlar. Es fácil hablar con ella. “¿Por dónde comenzamos?”, pregunta. “De tus inicios”, respondemos.

Con su peculiar estilo comienza a narrarnos que a fines de 1998, poco antes de culminar la secundaria, se inscribió en el concurso Miss Concepción, atraída por uno de los principales premios: una beca universitaria completa en Asunción. “Soñaba con estudiar en una facultad privada”, rememora. Fue electa y, con el título de la más linda de Concepción, se animó y participó en marzo del 99 del certamen Miss Paraguay. Esta vez no obtuvo ningún puesto, pero se instaló en Asunción y comenzó la carrera de Ingeniera en Marketing y Publicidad.

En esa época su único objetivo era recibirse, ejercer y quedarse en Asunción. Pero el destino dijo otra cosa y la oportunidad se presentó en la calle mientras esperaba el ómnibus. Los representantes de una agencia publicitaria la vieron y le propusieron el trabajo. "Acababa de terminar mi carrera. Era verano y estaba de vacaciones, entonces decidí aprovechar y hacer promociones".

La diosa fortuna le dio un empujoncito: cuando la vieron en bikini en la playa, la contrataron para la publicidad de una cerveza, en la que solo se veía el sur de su espalda. "A partir de entonces, de la noche a la mañana, me hice famosa", revela. En la tapa de un periódico local buscaban a la dueña del resto del cuerpo, y comenzaron a llover propuestas de trabajo en tevé, teatro. Ante la avalancha de oportunidades, Pabla decidió aprovechar el golpe de suerte. "Voy a explorar este mundo", cuenta que resolvió.

Nacida en Concepción, Pabla Thomen es la cuarta de los siete hijos de Adolfo —militar retirado— y María Concepción. En su casa, la disciplina era férrea, especialmente por parte de su madre. Era muy estricta en cuanto a ir a fiestas o tener novio. Pero cuando la joven vino a Asunción a usufructuar su beca, no tuvo más remedio que aceptar que su nena ya había crecido. Y tenía una pareja, que quería verla brillar. La instó a inscribirse a todos los concursos: Miss Bikini Open, Miss Fitness, entre otros. Así, poco a poco, Pabla fue armando su carrera.

De sus inicios en tevé con Carlos Martini, Pabla refiere que no le fue bien debido a su falta de experiencia. “Yo me sentía verde para estar al lado de gente de tanta trayectoria”. Luego vinieron las propuestas para hacer teatro de revistas. “‘¡Guau!’, dije, ya que jamás en la vida se me había ocurrido subir a un escenario”. Con disciplina, Pabla aprendía todas las coreografías, ensayaba hasta gastar los pies en el escenario para aprender a bajar las escaleras. “Y hacerlo bien”, subraya.

Al respecto, resalta que, además del talento y las ganas de trabajar, la disciplina, la responsabilidad, la perseverancia y el sentido de ubicación son virtudes muy valoradas. Destaca, también, que siempre le gustó marcar la diferencia, sin imitar a otros, darle su toque personal a cada tarea. “Por ello, cuando comencé a conducir en tevé, lo hacía en guaraní, contaba chistes para que el público se sienta identificado”. Tenía bien claro lo que debía hacer; como sus televidentes son mayoritariamente gente del interior. “Hasta ahora he tenido muy buena recepción del público”.

En todos estos años, nunca le faltaron propuestas de trabajo, gracias a las cuales fue creciendo hasta llegar adonde está en la actualidad, como conductora de dos programas de tevé: Arriba Paraguay junto con Ricardo Rodas Vil y Freddy Almirón por las mañanas en Paravisión, y Pira pire en Canal 9.

Al hacer un balance de su carrera, Thomen se considera realizada y se sorprende de todo lo que ha avanzado desde sus inicios. "Jamás pensé que llegaría a ser actriz, por ejemplo. Veía las telenovelas mexicanas y pensaba: ‘¡Guau, qué genial sería actuar!’. Mi primer trabajo sobre las tablas fue en el Arlequín Teatro”. Y también llegó a hacer dos temporadas en teatro de revistas en la Argentina, donde tuvo la ocasión de compartir escenario con grandes figuras, como Valeria Lynch y Jorge Guinzburg. “Imaginate, una chica del interior trabajando con esos artistas, las conocidísimas vedets como Jésica Cirio o Wanda Nara. Le agradezco a Dios por tantas oportunidades”.

A pesar de calificar de linda la experiencia, Pabla decidió retornar a nuestro país. “Ya tenía mi carrera hecha y no quería arriesgar a mi pareja”. Ni bien llegó acá le llamaron para trabajar en Matrimonio y algo más.

Además de revista, Pabla también hizo teatro junto con grandes humoristas, como Rafael Rojas Doria, Luis D’Oliveira, Clara Franco, Gustavo Cabaña. “Aprendí mucho de ellos y el momento de actuar o conducir usé todo ese conocimiento”. Y justamente, estas dos actividades son las que más está realizando en este momento. “Ahora que estoy explorando la conducción; descubrí que me gusta mucho”, afirma.

Actualmente, si bien está en pareja nuevamente, la relación es muy nueva como para hablar de matrimonio e hijos. En este momento, su prioridad es su trabajo y afianzarse en la profesión. “Este mes comencé a estudiar Locución y también quiero retomar mi curso de Inglés”, cuenta. Cree que estas dos herramientas son fundamentales para cualquier profesión y, en especial, la conducción.

Hoy, con 34 años, confiesa que tiene muchas ganas de formar una familia. “Considero que estoy preparada; soy una mujer hecha y derecha, sé lo que quiero. Y pienso que este es el momento”, asegura.

¿Le teme a la vejez? “A la solitaria. Es una etapa que uno debe pasar. Aunque tengo muchos hermanos, quiero mis hijos, una pareja, envejecer juntos”, responde.

¿Un sueño? “Ya los cumplí todos. Tener un título universitario era mi gran sueño. Y trabajar en conducción es como la yapa. Pero sí quiero tener un hijo; es casi un deber”.

mpalacios@abc.com.py 

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