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A Barrios siempre le llamó la atención el tema del Himno nacional, ya que no tenía una “identidad”, es decir, el autor figuraba como “desconocido”. “Sabemos que podemos tener esa licencia histórica debido a la Guerra de la Triple Alianza, en la que falleció el 90 % de la población. Entonces, era probable que documentaciones o archivos también desaparecieran, pero adentrándome en el tema específicamente, me di cuenta de que algunos datos parecían haber sido ocultados”, explica.
Su intención primera no fue escribir un libro, sino debatir sobre el tema. “Antes de dar mi opinión, analicé algunos puntos. Por ejemplo, no me imaginaba al paraguayo de la Guerra de la Triple Alianza cantando esta melodía que actualmente cantamos como Himno nacional. Es hermosa, pero luego del primer verso hay que tener un balón de oxígeno al lado... Este lirismo no coincide con la sonoridad militar paraguaya y los himnos nacionales de épocas anteriores —en nuestras latitudes y en su mayoría plena— son de carácter militar, enérgico y alegre”.
Encontró muchos “cabos sueltos” y comenzó a investigar obviando lo que ya se sabía. Entonces se le ocurrió plasmar en papel todo lo que iba encontrando. “En principio, me leí todos los artículos periodísticos de distintas épocas relacionados con el Himno nacional; absolutamente todos”, dice.
Y añade: “Acudí también al imaginario que teníamos los músicos, que en Francia o alguna parte de Europa había quedado una partitura original del himno. Acudí a las bibliotecas de París; de la Ciudad de la Música de París, el Archivo Militar de distintas épocas de Francia, el de Héctor Berlioz —también en Francia—, el Archivo Nacional de España, varios archivos y bibliotecas también de España. Fui también a Londres, a Oxford, y, luego, a Sudamérica. Hubiera empezado por aquí. Acudí a la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, a todas las bibliotecas y archivos del Uruguay, hasta que por fin fui encontrando documentos que me dieron luz con respecto a las primeras hipótesis, es decir, que efectivamente esta música actual no se ejecutaba en época de López”, relata Barrios.
Finalmente, se entera de que en Washington estaba el original de esa partitura y gracias a una diplomática paraguaya accedió a la Biblioteca del Congreso norteamericano. “Consigo la música, la relaciono con la del Himno nacional y calcado, era el mismísimo estilo compositivo y no me cabe dudas de que era el compositor, de quien sospeché”, dice sin adelantar más detalles, antes de la presentación del libro que será el martes 7 de noviembre, a las 19:00, en el Teatro Municipal Ignacio A. Pane.
Como guinda de esta investigación, el director del Ateneo Paraguayo, Manuel Martínez, le ofreció mirar, además, algunas partituras que pertenecían a Juan Max Boettner relacionadas al himno. “Acudí sin mucha esperanza, pero para sorpresa, Boettner había recolectado prácticamente todo, todas las versiones y partituras, y entre tantos papeles, noto uno borroso en el que figuraba el nombre del compositor. Analizo y me encuentro con el mismo nombre que había descubierto en Washington, pero prácticamente ilegible. Como dice Manuel, solo yo pude haber entendido lo que dice allí, justamente porque tenía conmigo al nombre del compositor. Esa guinda, cierra mi investigación y comprueba que la partitura original estaba en el Paraguay, que quien dice haber reconstruido solamente la copió de aquella, y un sinfín de datos más, pero que no puedo publicar antes del lanzamiento del libro”, afirma sonriendo.
Lito Barrios cree que es de suma importancia para el Paraguay la publicación del libro. “Cerré un círculo abierto hace más de 150 años. Varias personas lo intentaron, y me llena de orgullo ser yo quien haya llegado a esta cima. Lo logré, es un éxito personal, mucho sacrificio, fue una maratón realmente”, se jacta sin ánimo de mostrarse soberbio, sino simplemente coronarse con lo justo.
El director de Orquesta, pianista, compositor e investigador musical insiste en que el paraguayo debe conocer sus orígenes, su historia. “Tenemos que volver a construirnos, identificarnos y amarnos. La identidad es fundamental y el Himno nacional es un elemento motivador de identidad”.
El libro lleva el nombre de Secretos del Himno Nacional, porque en él se revelan datos, al parecer, ocultos, guardados, a los que nadie podía tener acceso. Y cuenta algo más: “Será el primer libro en contar con realidad virtual aumentada. Se podrá ver y escuchar bajando una aplicación especial que estará activa desde el martes, día de la presentación, con el nombre del libro”.
Fotos: ABC Color/Diego Peralbo/Gentileza.