El sabor del beso... ¡Humm!

Quien, si ya lo dio, no disfrutó de un beso; o si no lo dio, deseó experimentar los sentimientos que provocan la unión de labios en una pareja. El beso es, quizás, la forma más sensual del juego amoroso. Brinda mucho placer a quienes lo llevan a cabo. Dulces... tiernos... ardientes, poco a poco encienden la pasión, hasta volverse intensos, húmedos y prolongados. Es el preludio a un contacto mucho más íntimo. ¿Por qué provocan sensaciones, a veces, incontrolables? La respuesta nos la da el sexólogo clínico, Dr. Oscar Sapena.

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Una etapa importante antes de la relación sexual, constituyen los juegos sexuales. Entre ellos el beso, las caricias, los abrazos, pero lo que enciende la pasión es ese contacto de labios entre una pareja. "Es un paso previo e importante en las relaciones sexuales, muchas veces olvidado o con una duración muy corta", nos dice el Dr. Oscar Sapena. Durante el beso se incrementa la liberación de sustancias químicas que aseguran un mejor y óptimo funcionamiento sexual. "En esta etapa afluye y se concentra mayor cantidad de sangre en los genitales, con vasocongestión y vasodilatación de los mismos; lo que trae aparejadas la lubricación vaginal en la mujer, es decir, ella se moja, se lubrica; y la erección en el hombre, el pene del mismo se congestiona poniéndose duro, turgente y aumentando de tamaño. Es el proceso previo a la penetración. Es un proceso significativo, pues el hombre con experiencia sexual identifica si la mujer está excitada por el grado de lubricación vaginal de la misma; el paso del líquido por congestión, de los vasos sanguíneos perivaginales a la luz vaginal, determina el grado de excitación de la mujer; en el hombre, el proceso excitatorio se define por la mayor o menor erección", explica.


Los besos, sin duda, activan el área de nuestras emociones en el sistema límbico, con lo cual nos sentimos más atraídos, más próximos emocionalmente, como más activos, más enamorados, constituyendo un proceso que puede incrementarse aumentando las emociones y la excitación o, eventualmente, disminuir por diversas razones. La química disparada por esta etapa de juegos sexuales previos, es decir, besos más caricias, continúa y el cerebro libera pulsos de una hormona muy importante que es la oxitocina, la cual aumenta la sensibilidad del cuerpo a las mismas caricias, incrementando por supuesto una etapa importantísima y previa a la penetración. Sapena expresa que en tanto en el hombre, en grandes cantidades, provenientes de sus testículos, como en la mujer, de las glándulas suprarrenales, se libera la testosterona, que es la hormona de la libido, del deseo sexual. "Todo ello incrementa la pasión". Otra hormona mencionada por el profesional es la D.H.E.A. -o sea, la dihidroepiondrosterona-, que es un pariente químico de la testosterona, que se activa para incrementar todo este proceso, preparando, y que posteriormente dispara químicamente el proceso orgásmico. "Esta hormona es muy importante, pues sus niveles son significativamente más elevados en las personas cuando más activas son sexualmente".


Besos para el corazón

Estudios realizados en los Estados Unidos demuestran que niveles superiores de D.H.E.A. disminuyen un 15% las probabilidades de tener cardiopatías, y previniendo la aparición de tumores. Todo este proceso físico-químico que se inicia con los besos y las caricias, se incrementa con la producción y liberación de estas sustancias, dando traducción a lo que denominamos pasión. Algunos investigadores denominan en esta etapa a la oxitocina como la "hormona del apego"; de la pasión, porque se le asocia a los sentimientos afectuosos y del deseo de proximidad con la otra persona, desempeñando un papel importante en el bienestar emocional.


Culturalmente, el hombre y la mujer -la especie humana-, proporciona mayor importancia, y con razón, a la erección y al proceso del clímax placentero, es decir, al orgasmo. Pero comprendemos que las etapas previas iniciales de besos, desempeñan una labor sumamente trascendente dentro del proceso de respuesta sexual.


Ellas opinan

Algunos famosos hablan sobre el beso más importante que recibieron o que reciben, el momento y con quién.


Ayesa Frutos

¿Cuál fue el beso más importante que recibiste? "Varios importantes y varios muy ricos", expresa Ayesa riendo. Pero no quiso revelar nombres. "El beso es lo más importante en una relación de pareja. Es lo que desencadena, lentamente, pasiones. El querer besar dice mucho, alguien que hace frecuentemente, es una persona cariñosa, sin duda alguna, el beso transmite sentimientos. Particularmente me considero una persona apasionada", revela la empresaria. Claro que también se topetó con gente que ¡no sabe besar!, pero también se reserva la identidad. Finalmente, Ayesa nos dice que el beso es como un buen vino, "con los años se besa mejor, se saborea. El beso da placer y hay que disfrutarlo".


Sannie López Garelli

Sin dudar, Sannie nos dice que el beso más importante es el que recibe de su novio, Cristhian Dumot. "Soy soltera recuperada y recibo muchos y ricos besos", exclama la conductora de TV, a quien se la ve radiante, producto quizás, de esos ricos besos. "No existe un antes, ya los borré de mi memoria, sólo tengo presentes los de mi novio", reitera. Sannie dice que ese contacto de labios es muy importante, "pero cuando una relación es larga, a veces los hombres se olvidan de dar besos, pero a las mujeres nos encantan, ¡Vivan los besos!"

Lourdes Zaracho

Para toda mamá, los besos más dulces son los que recibe de su hijo. Lourdes Zaracho no escapa de ese sentimiento. Pero, aparte de los que recibe de sus hijos, están los besos que recibe de su marido, Héctor Núñez. "El beso es un intercambio de sentimientos, es como decirle a la pareja... estoy para vos, te quiero. El beso es el principio de sensaciones más fuertes, es muy importante dentro de la pareja".


Paola Hermann

"Los besos más importantes de mi vida, son los de mis hijos", exclama Paola al preguntarle cuál fue el beso más trascendental que recibió. Yendo al plano de pareja, expresa que el primer beso siempre es el más importante, el más esperado y "¡el más desastroso!" Ella lo tiene en el recuerdo. Tenía 15 años cuando Luis Carlos, un chico brasileño, la besó por primera vez. "El beso es importante, super importante", dice La propietaria de la agencia de modelos que lleva su nombre. "A las mujeres nos gusta que nos besen, en la mano, en la frente... el beso es la demostración más significativa. Es la expresión del amor en todos los sentidos, dentro de las parejas, con los hijos, con los seres queridos. ¡Hay que dar muchos besos para recibir más!"

Besos que desatan la pasión

Beso en los labios es el más básico y es aquel en el que los labios de dos personas se tocan y se presionan. Mientras se besa en los labios, se puede moverlos lentamente hacia atrás y adelante, succionar el labio superior o inferior de tu pareja; balancear la cabeza suavemente hacia atrás y adelante; o dejarte guiar por la otra persona.

El beso largo: Se puede iniciarlo besando firme y estrechamente en los labios a tu pareja, no dejando espacio vacío entre ellos. El beso se prolongará hasta que comiences a sentirte un tanto sin aliento, para empezar a respirar por la nariz. Se debe tragar cuando sea necesario sin interrumpir al contacto labial. Mientras se besa, se puede abrazar y estrechar a la otra persona o combinar el beso largo con un beso a la francesa o de otro tipo.

El beso a la francesa es muy conocido por casi todos, es cuando con los ojos cerrados, tocas con tu lengua los labios de tu pareja y poco a poco introduces dentro de la boca de tu pareja, y ella o él responde haciendo lo mismo. Se puede explorar el paladar así como el interior de las mejillas, los dientes, debajo de la lengua. El principal interés es la lengua de tu pareja a la que debes responder en todos sus movimientos y toques.


Hay besos y besos

Un beso succionador, que generalmente ocurre cuando un hombre no puede controlar sus instintos. La otra persona quisiera separarse rápidamente antes de ser tragada por su compañero o perder sus dientes en el intento. Son besos desagradables, y pueden quedar pocas o nada de ganas de intentarlo otra vez.



Beso precipitado, donde literalmente no deja ni respirar a la otra persona, ocasionado por un malentendido porque se piensa que la otra persona está lista para una relación sexual, cuando ni siquiera se le ha cruzado por la mente. Este tipo de beso puede ser tomado como un insulto y aprovechamiento de la otra persona; puede ir seguido de una gran bofetada.



Beso con el mínimo contacto, como si la otra persona fuera a contagiarle alguna enfermedad o le estuviera haciendo un favor al besarla o besarlo. La persona besada pensará que el(la) otro(a) tiene problemas con sus sentimientos y su timidez, o que simplemente es un niño(a) que no sabe besar.



Besos ¡de película!
Armando Rubin nos transporta a la época romántica, a la época dorada de los besos dulces, tiernos, que hacían suspirar. "El beso puede ser apasionado o sereno; inocente y fugaz; el beso ocupó, desde los comienzos de la humanidad, un lugar importantísimo en la relación amorosa y, obviamente, desde que los hermanos Lumiére dieron origen al cine, el beso ocupa un sitio preferencial dentro de las películas. Armando también nos cuenta que el beso llegó al cine en febrero de 1895, con la película "La viuda de Jones", pero también tuvo su momento crítico en esos comienzos. "El código de producción prohibía que se besaran con las bocas abiertas y limitaba la duración del beso a 20 segundos. En muchos casos rodaban besos "falsos", por llamarlo de alguna manera. En estos besos, en realidad los labios no se tocaban. El actor solamente besaba el mentón, pero los trucos los hacían aparecer como besos ardientes, provocando la excitación del espectador".

Una de las películas más vehementes fue la protagonizada por Laura Hidalgo y Hugo del Carril, y fue en el filme "La llama del olvido", proyectada en 1956. "Laura y Hugo se besan en forma apasionada porque el guión así lo requería. La película cerró el festival de Nantes, en Francia, logrando el aplauso mayoritario del público", cuenta Armando.

Sigmund Freud tampoco descuidó la importancia del beso dentro del vínculo amoroso, y se preocupó, sobre todo, por su valor sexual. Y en este punto volvemos a lo dicho por el sexólogo clínico, Dr. Oscar Sapena. "El beso es importante, es el paso previo a las relaciones íntimas, es el juego amoroso más sensual dentro del contacto sexual". No hay que olvidarlo, hay que practicarlo. ¡Chuic! ¡Humm! ¡Ahh! ¡Corte!

Modelos: Rocio Nuñez y Martín Cáceres, de American Agency. Peinó: Kiki Intercoiffure. Maquilló: Cinthya Rivarola.Lencería: Metro.
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