El resurgir de Víctor Ocampos

Una presentación póstuma de las obras del artista Víctor Ocampos se abrirá desde mañana, en la galería de arte Verónica Torres, del Shopping Mariscal. La serie muestra la ingenuidad y genialidad de la mirada del pintor.

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La impulsora de sacar a la luz esta colección es la galerista Martha Manchini. Con esta propuesta reactiva su pasión por las artes, luego de algunos años de estar alejada por motivos ajenos a su voluntad. Ahora, con Verónica Torres decidió juntar fuerzas y reanudar su entusiasmo por hacer lucir el trabajo de artistas, tanto nacionales como del exterior.

Este nuevo comienzo muestra a un pintor “ingenuo y solitario”, a decir del crítico de arte Osvaldo González Real. Víctor Ocampos, en sus comienzos, se caracterizaba por sus retratos de profundas miradas, como de seres sorprendidos por la realidad circundante y que interrogaban furtivamente en el mundo exterior.

A decir de González Real, “esos ojos apotropaicos, como dirían los griegos, tenían un aire de candor melancólico que demostraban una profunda vida interior y hacían recordar la teoría sartreana de la mirada de los otros, que rodean y confieren la categoría de seres contingentes”. 

Además de retratos, presenta desnudos femeninos con pudor y naivete, casi cubistas, en poses un tanto forzadas de color azul o sepia. La ingenuidad de su mirada permea toda su obra.

No en vano, la serie es muy querida por Martha Manchini, quien lleva atesorando 25 años el talento de este artista. “Las obras tienen que ser compartidas y, luego de conversar con Verónica, consideramos oportuno mostrar el pincel de Ocampos. No fue fácil. Le conocí a Víctor cuando estaba padeciendo una dolencia; nos teníamos un cariño genuino. Él apreciaba su trabajo y me traspasaba ese sentimiento, así que mostrar al público estas pinturas me provocan sensibilidad y alegría”.

Verónica, si bien conocía muy poco sobre este artista, valora enormemente su habilidad. “Es increíble la poca visibilidad que se le dio en su tiempo y, quizás, su carácter introvertido influyó. Es difícil saber y menos sacar conjeturas. Lo bueno es que llegó a Martha y hoy estamos compartiendo con el público estos trazos únicos”.

El lugar es la galería de Verónica, en el Shopping Mariscal, un espacio expuesto al público en general. “La muestra estará abierta desde mañana y queremos que las personas se acerquen; es un espacio cultural al paso de la gente que llega al shopping”.

La galería ofrece criterio, confianza y asesoramiento a los visitantes. “Tenemos obras de artistas renombrados y de emergentes”.

Martha se muestra contenta con esta apertura y por volver a transitar un camino ya andado. Inaugurar, existir de nuevo después de unos cinco años de ausencia y reflexión supone sentimientos encontrados. “Hay proyectos más adelante. Ahora estamos con las obras de Víctor Ocampos y volver a estar en mi mundo me inspira grandes desafíos. El arte está en mi ser, mis ojos; de hecho es la manifestación del espíritu humano. Cuando contemplamos una obra de arte no solo vemos la parte técnica, sino también observamos la parte intelectual o espiritual; disfrutamos la obra, la sentimos”, dice emocionada.

Verónica se hace eco de la frase de una curadora francesa, Claire Luna, quien dice que el arte es la realización de una idea. “Más allá de la técnica es eso, la realización de una idea. Es el modo de expresión del autor, la creación artística, un lenguaje artístico que se debe conocer y saber interpretar”. 

Como dueña de un espacio de arte, expresa que sería interesante enseñar a las personas a tener el hábito de visitar las galerías para ponerse al día de lo que pasa tanto a nivel cultural como comercial. “Son dos factores que van de la mano. Es algo que hay que trabajar desde la raíz, desde las escuelas de educación primaria”.

Finalmente, esta retrospectiva póstuma de un particular artista que falleció en la década de los 80, como bien dice Toni Roberto, lejos del ruido, la moda, los dictámenes, pero con una sabiduría y un talento increíbles. Ocampos se formó con Jaime Bestard; fue becado a Buenos Aires, donde estudió dibujo con Fiorabanti, Bigatti, Torres Regbello y Raquel Fornell, y obtuvo el título de profesor de dibujo y pintura en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredon. Fue también profesor de música y docente por muchos años. Y, lo que es mejor, un artista y ser humano impecables.

ndure@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Diego Peralbo.

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