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“Tomo este puesto en un periodo en el que muchos en el reino se sienten vulnerables o inseguros. Vulnerables en sus trabajos o por su salud, inseguros por sus ingresos o su situación inmediata”, dijo Guillermo Alejandro al asumir como rey, en una ceremonia en la que estuvieron presentes varios príncipes, princesas y dignatarios. Con un sobrio vestido morado, Beatriz firmó el documento de abdicación frente al gabinete holandés y a Guillermo Alejandro y Máxima, que usaba un vestido rosa pálido con una falda brillante y un enorme lazo en su hombro izquierdo. Conteniendo las lágrimas, la exrreina Beatriz salió al balcón del Palacio Real y presentó a su hijo ante la multitud vestida de naranja, reunida en la plaza Dam de Amsterdam desde tempranas horas del martes. “Hace un momento abdiqué al trono. Estoy contenta y agradecida de presentarles a su nuevo rey”, dijo Beatriz, de 75 años, que ahora toma el título de princesa. Beatriz se retiró tras 33 años en el trono, siguiendo la tradición de su madre y su abuela. Unas 25.000 personas reunidas en la plaza —muchas vestidas con el color de la Casa de Orange o con pelucas, sombreros, pañuelos o coronas naranjas— celebraban mientras se transmitía la sucesión. Se espera que Guillermo Alejandro y Máxima lleven adelante un reinado menos formal en momentos de austeridad nacional y recortes. Las ceremonias de investidura dieron una bienvenida excusa para celebrar en momentos en que una caída en los precios de las viviendas, un creciente desempleo y una menor confianza del consumidor han llevado al país a la recesión. El 30 de abril, o el Día de la Reina, siempre es un día de fiesta en Holanda y Amsterdam estaba cubierta de naranja, color representativo de la familia real, desde días atrás. Las casas se cubrieron de banderas y los escaparates de las tiendas mostraban pasteles naranjas, dulces, ropa y flores del mismo color.
Princesa japonesa
El príncipe Carlos de Inglaterra y la princesa heredera de Japón, Masako, que hace su primer viaje al extranjero desde que cayó enferma hace una década, estuvieron entre los 2.000 visitantes de la ceremonia oficial realizada en la iglesia de 600 años de antigüedad. De acuerdo a la tradición, no se coronó al monarca holandés porque, al no haber una iglesia estatal, no hay clérigos para llevar a cabo la coronación. Pero sí hay una corona, que estuvo en una mesa junto a él durante la ceremonia, además de otras joyas de la corona. Guillermo llevó un manto real que se ha usado para las investiduras desde 1815, aunque se ha reparado y modificado al menos dos veces en el último siglo, para las entronizaciones de su madre y su abuela. Guillermo Alejandro se casó con Máxima en 2002, en una unión controvertida debido a que el padre de ella, Jorge Zorreguieta, fue funcionario de la última dictadura militar en Argentina hace más de 30 años. Pero Máxima se ganó rápidamente el favor de los holandeses y una encuesta mostró que ahora es tan popular como Beatriz y más que su esposo. Beatriz tuvo una influencia considerable como reina, pero el Parlamento le quitó ese poder el año pasado, por lo que el monarca ya no tiene relación con el proceso para la formación de coaliciones de gobierno. (Reuters)