El maravilloso mundo del Cactus

Solo en Paraguay hay más de 300 variedades. En el mundo hay miles. Son muy populares porque dan flores bellas, tienen formas muy particulares y son fáciles de mantener. ¿Te animás a tener tu colección de cactus?

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El origen de los cactus es americano. Se supone que luego las semillas fueron introducidas a Africa por pájaros migratorios, y más tarde, por reproducción de cada especie, se extendió por todo el mundo, cobrando cada vez más importancia como planta de interior, tanto sin flores como con ellas, en los más variados tamaños, formas y colores. Así se pueden encontrar cactus en Canadá, Patagonia. También en las zonas desérticas de México y Estados Unidos se encuentra el mayor número de especies, seguido por las zonas secas del interior y norte de Brasil. En los últimos años, los descubrimientos de nuevas especies abundan. En nuestro país hay más de 300 variedades, según nos dice Beatriz González. Tiene toda una colección en su vivero de Villa Elisa, que también exhibe en la feria Flor & Shopping, del Mariscal López Shopping, los días miércoles.

Pasemos a las especies. Hay miles. Están las Turbinicarpus: Son pequeñas plantitas semiesféricas, con una gruesa raíz napiforme que les sirve de reserva de agua y nutrientes.  A pesar de su pequeño tamaño, unos 6 cm de diámetro cuando muy adultos, llegan a soportar hasta 6 años interrumpidos sin una gota de agua. Para ello, su raíz se contrae por la escasez de agua y en un efecto de "acordeón" llega, literalmente, a enterrar al cactus que queda cubierto por polvo y arena. Con la llegada de lluvias, la raíz absorbe agua y recupera el volumen perdido, y como si fuera un muelle impulsa la planta al exterior que rápidamente florece.

También están las Gymnocalycium saglioni: Son globulares, más bien pequeñas entre 5 y 15 cm, aunque pueden alcanzar los 30 cm de diámetro. Son muy populares debido a su floración y fácil de mantener. Los pinchos o espinas la mayor parte de las veces son ligeramente encorvados y de color claro, contrastan con el verde oscuro que tienen. Estos pequeños cactus dan grandísimas flores, que les confieren su encanto.

Carssula perforata: Es alta y fina. Mide unos 60 centímetros. Presenta hojas en crecimientos opuestos. Es sensible a la cochinilla. Necesita buena dotación de tierra.

Tephrocactus articulatus: Género de origen sudamericano. Se distingue por la forma globular. Casi toda la especie está dotada de raíces gruesas. Esta, en particular, se caracteriza por las "púas". Es una especie muy rústica, necesita de mucho sol.

Sempervivum: Es una especie de origen alpino de la familia de las Crasuláceas, que se caracteriza por grupos que forman rosetas, recubiertas por un fino vello blanco.

Fenestraria aurantiaca: Esta planta necesita de al menos unas horas al día de sol. También se puede cultivar en sierras frías. Es necesario mantenerla completamente seca. Se aconseja cultivar la Fenestraria aurantiaca en casa o en una sierra calentada; cuando las temperaturas mínimas salen encima de los 15°C, se la puede sacar afuera.

Crassula falcata: Aconsejamos regar esta planta cada cuatro o cinco semanas, pero recordamos que hay que mojar profundamente el terreno utilizando uno o dos vasos de agua. Tiene que estar ubicada en un lugar semisoleado, donde reciba los rayos solares en las horas más frescas del día.

Astropytum myriostigma: El nombre del género hace alusión a la forma de estrella que tiene esta planta. Es una especie rústica, de fácil cultivo, ama el lugar soleado y bien ventilado.

Cephalocereus fenilis: Conocida también como cabeza de viejo. Necesita de humedad, especialmente en el invierno, a causa de la densa cobertura. Su característica más llamativa son los pelos largos de color blanco que posee y que le sirven para protegerse del sol. La capa de pelo hace que muchas plantas aparezcan casi blancas como la nieve. Prefiere un buen drenaje del suelo (más que muchos otros cactus), y mucha luz solar, que fomenta el crecimiento del pelo.

Turbinicarpus booleanus: De forma globular. Costillas redondeadas, ligeramente tuberculadas, con areolas ovaladas. Espinas radiales muy variadas en longitud y número. Espinas centrales ausentes. Flores de color malva a rojo vivo. Exposición a semisombra y se reproduce por semillas, con proceso algo difícil.

Notocactus Leninghausii: Cubierta con lanas amarillentas y púas. Se reproduce por semilla o separación de brotes con proceso fácil en ambos casos. Su crecimiento es rápido y la floración precoz.

Euphorbia arbuscula: Con ramas delgadas. No llevan espinas. Tienen flores laterales diurnas, con frutos blancos y semillas marrones. Hay que cultivarlas a la sombra en un compuesto arenoso, con riegos frecuentes, en verano y primavera.

Frailea:. Tiene flores amarillas, anaranjadas o rojas, a veces cambiando de color en proceso de apertura. Es planta poco propicia para cultivarla en maceta por su tamaño. Lo mejor es ubicarla en exterior. Soporta el frío y la humedad de nuestros inviernos.

Numerarlos sería ocupar varios números de nuestra revista, así que les mostramos las más raras especies que Beatriz trajo recientemente de Italia y otras de cultivo nacional. "Estoy encantada con la variedad de formas que presentan, sus rarezas, las flores que dan y principalmente porque son fáciles de cuidar, de cultivar, y adornan la casa o la oficina", dice Beatriz. Junto con su hija Patricia son unas enamoradas de los cactus, tanto de los nacionales como de los que crecen fuera del país. "Unas son más bellas que otras y, en algunos casos, las flores despiden un aroma agradable", cuenta Patricia. Su amor hacia las plantas le permitió desarrollar el interés por esta variedad. Con su mamá, ya son expertas en el tema. Reconocen las características y propiedades de cada una de ellas. "Para muchos no representan belleza, solo porque desconocen el cuidado que deben tener para conservarlas", dice Beatriz.

Aprendé a cultivarlos

Los cactus se reproducen por semillas, que podemos adquirir o recoger nosotros mismos de los frutos; en este caso, tras la recolección, se extraen las semillas del interior y se conservan en papel poroso. Tienen que estar en perfecto estado, ya que, de lo contrario, el ejemplar no se va a desarrollar.

El sustrato tiene que estar bien drenado y ser permeable, para que no se acumule excesiva humedad, que perjudicaría al cactus y probablemente, lo mataría. La mezcla de diferentes tierras depende de la variedad que tratemos y de las condiciones climáticas. Una de las más habituales es unir una tercera parte de turba rubia, otra de arena gruesa y otra de carbón vegetal molido, que además será un elemento destacado en la prevención contra los hongos. Por supuesto, es posible adquirir la tierra ya preparada, y se cubre con arena gruesa. Para una buena germinación, es necesario proveer humedad; es adecuado cubrir el recipiente con un plástico transparente. Cuando haya brotado, lo trasladaremos a un recipiente mayor, con cuidado de no dañar las raíces. Asimismo, los cactus también se reproducen por esquejes. Se corta una ramificación del ejemplar, dejamos que cicatrice y luego se planta en el sustrato.

Riego y abono

Es importante tener en cuenta que las cactáceas soportan mucho mejor la falta de agua que el exceso de ésta. Una humedad demasiado alta lleva a la planta a morir rápidamente. En cambio, su carencia puede resolverse, ya que percibiremos los síntomas poco a poco: un terreno demasiado seco, o que el cactus adquiera un tono amarillento. Además, es preferible aportar una buena cantidad de agua de vez en cuando que muy poco a diario. Hay que regar sólo cuando el terreno esté seco por completo. El agua hay que echar en el sustrato, y evitar mojar el ejemplar. Es adecuado añadir abono para garantizar el buen desarrollo.

Cuidado con su salud

Los cactus no están libres de padecer enfermedades y plagas. La mejor forma de combatirlas es la prevención. Para evitar los hongos, hay que fumigar un par de veces al año; si los hongos ya actuaron, debido a una humedad excesiva, lo vamos a percibir en su aspecto, ya que estará recubierto con una pelusa blanca. Para remediarlo, basta con retirarlo de su ubicación actual y colocarlo en un lugar aireado. Las cochinillas también perjudican a las suculentas. ¿Cómo detectar? Pues cuando aparecen bultos parduscos. Un remedio casero es, después de rasparlos, aplicar una solución preparada con un litro de agua y jabón blando y alcohol de quemar diluidos. Los pulgones y la araña roja también son enemigos de los cactus. Para eliminarlos, hay que utilizar jabón líquido con agua en el primer caso y un producto específico, en el segundo.

Finalmente, los cactus no son antiestéticos, no arruinan una bella decoración de jardín. Con sus áridas bellezas, llegan a nuestros espacios exteriores para romper ese mito.
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