El legado de Areté

Un libro que resume la tradición, el color y el poder de la fe, sobre todo en el interior del país, es el que presentó Fernando Allen. Areté es el resultado de un largo peregrinar por las fiestas populares e indígenas en el año del Bicentenario; sin duda, un legado para la cultura guaraní.

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Areté. Acerca de las fiestas y rituales del Paraguay fue lanzado oficialmente en los últimos días del 2014. Se trata de un volumen cargado no solo de datos y pintorescas fotografías, sino que representa un legado histórico para un país que de a poco va perdiendo su identidad en cuanto a las fiestas religiosas.

El volumen es el resultado de un arduo trabajo de Fernando Allen, quien durante más de diez años participó con entusiasmo de cada celebración. “En el libro incluimos únicamente fotos actuales, pero este es un tema que me apasiona desde hace décadas”, comenta Fernando. Los textos son de Ticio Escobar y, además, se contó con la colaboración de Lía Colombino y Arístides Escobar.

El proyecto tomó forma durante los festejos del Bicentenario, en 2011, año en el cual numerosas comunidades recibieron un aporte de la Comisión Nacional del Bicentenario para fortalecer sus festejos. La ocasión fue aprovechada también por Fernando para presentar el proyecto a la comisión, que aprobó con agrado la iniciativa.

Las fiestas populares e indígenas que se mantienen desde hace siglos se distinguen por su alto contenido estético y, según Fernando, es algo llamativo, ya que pudiendo ser nada más que una muestra de fe, para lo que en teoría no se necesitan atavíos, en cada celebración se ve un gran esfuerzo por lucir disfraces de colores y grandes adornos.

Fernando comentó, además, que de un tiempo a esta parte disminuyó considerablemente la cantidad de participantes en las celebraciones. Esto se da sobre todo en aquellas comunidades que no supieron sobreponerse y, de alguna manera, acompañar el modernismo y la globalización. “Para subsistir en el tiempo, es indispensable reinventarse, acompañar el desarrollo, incorporar nuevas atracciones e ir cambiando de a poco. No se puede pretender que una actividad se realice exactamente de la misma forma durante tantos siglos, menos aún en estos tiempos. En el Chaco hubo comunidades que, hasta hace poco, celebraban el mismo ritual que hace 500 años, pero en los últimos tiempos también se modernizaron”, comenta.

El fotógrafo comenta que una de las comunidades que ha sabido sobreponerse a esto es Tañarandy, con su tradicional procesión de Semana Santa, que en cada ocasión ofrece algo distinto, sin perder el interés de la comunidad, logrando atraer a un número de turistas del país e incluso del extranjero, que se multiplica en cada edición.

Allen comenta también el caso de la fiesta de San Pedro y San Pablo, que se realiza el 28 y 29 de junio en la ciudad de Altos, y que cada año presenta una obra teatral con vestuario y máscaras creadas con alusión a temas actuales. Un ejemplo es que en 2012, en menos de una semana, tuvieron que cambiar todos los enseres y el guión para adaptarlo al juicio político a Fernando Lugo, que fue el 22 de junio. “Estas son las cosas que inspiran. Toda la comunidad asiste con entusiasmo, porque sabe que verá algo único e irrepetible”, dice.

 mbareiro@abc.com.py • Fotos ABC Color/Gustavo Báez/Gentileza.

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