El creador de orquídeas

Las más nobles y a la vez enigmáticas flores de la naturaleza viven del aire y la luz. Lejos de la creencia generalizada sobre la dificultad de su producción, las orquídeas son las plantas de más fácil cultivo y cuidado. Así lo asegura quien más sabe de ellas, el taiwanés ingeniero agrónomo Carlos Lee, quien introdujo en nuestro país más de 120 nuevas variedades e hizo que esta flor se ganara mayor presencia.

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Anteriormente, los plantines tardaban tres años para florecer, pero actualmente ese lapso se ha reducido bastante con las buenas técnicas y se consigue que en un año o año y medio ya estén en plena floración, según las tácticas de cultivo.

Esto ha dado un resultado positivo en cuanto a la comercialización. Las orquídeas hasta hace poco eran muy caras en Paraguay y el promedio era de G 35.000. Con el desarrollo de las técnicas en el Centro de Floricultura de Caacupé, el precio ha bajado ostensiblemente y los plantines se ofertan desde G 2.500.

Los bajos precios benefician a los productores, que venden más, y a los amantes de las plantas, que las pueden adquirir por menos y crear un invernadero o destinar un espacio de su jardín a una colección de orquídeas.

Los cuidados

Los cuidados que recomienda el ingeniero Lee para las orquídeas son los más fáciles de todas las plantas. "Sólo necesitan de aire, como su nombre lo indica, raízaire. No necesitan de tierra", afirmó enfáticamente.

El 90% de las orquídeas son epífitas, es decir, viven sobre otra planta, sin alimentarse a expensas de esta. Por tanto, se las puede colocar sobre el tronco de un árbol, donde se las arregla. Tampoco necesitan mucha agua. El común de la gente se equivoca cuando las riega en demasía. "Mucha gente me pregunta: ¿cuántas veces debo regar?, y yo le respondo que eso depende del día y la estación.

¿Cuántas veces?; les diré que en verano necesitan más riegos y en invierno pueden pasar bien una semana o dos sin agua. Y esto tiene una explicación: son plantas que absorben la humedad del ambiente",
explicó.

Para quien quiera cultivarlas debe tener en cuenta que la luz es muy importante también, pero siempre hay que tener en cuenta la variedad y la especie. Las Cattleyas, por ejemplo, necesitan más luz, y las Phaleanopsis menos. Los plantines deben ubicarse en sombra y a medida que van creciendo se les va proveyendo de más luz.

"Toda orquídea necesita del sol, pero también de la sombra", dijo a modo de buen consejo el ingeniero Lee. "No se puede colocarla bajo la planta de un tupido mango porque es muy oscuro. Requiere de mayor luz para procesar su alimento y transportar la savia que ayude a la floración. Tampoco se debe exponer directamente al sol porque se quemarán", recordó.

La solución está en crear una sombra de mallas para equilibrar el orquidario tanto en verano como en invierno. Doble en época estival y simple en la invernal.

La ventilación es otro factor importante que se debe tener en cuenta para que estas plantas no acumulen humedad ni hongos. Y viene la última recomendación: todas la orquídeas requieren de un poco de fertilizante, que se debe ir agregándole poco a poco con un pulverizador. Pero todo en la debida proporción, porque a esta exótica planta no le gustan los excesos, pues no admite competencia a su efervescente colorido y atracción.

¿Necesitan música?, le preguntamos, a lo que respondió: "Esas sí que son historias". Un cuento chino. Si la naturaleza ya se encargó de dotar a las orquídeas de las formas más raras y los colores más variados, junto con un aroma indescriptible, Carlos Lee se ocupó de reproducirlas en nuestro país en forma masiva e hizo que su presencia fuera infaltable en las ferias y exposiciones.

Por eso la producción de las orquidáceas en Paraguay conoce un antes y un después de este experto taiwanés que hasta hace poco estaba en el Centro de Floricultura en Caacupé, creado en la cima del cerro mediante la cooperación técnica de la República de China en Taiwán.

Antes de partir para Indonesia (Asia) como jefe de la Misión Técnica Taiwán, nos ha comentado sobre su estrecha relación con estas plantas, a las que ha ayudado a multiplicarse de manera prodigiosa. Este hombre ha dedicado gran parte de su vida a crear plantines y nuevas variedades de orquídeas, especialmente de las Cattleyas y Phaleanopsis (orquídea mariposa).

Al término de su misión en Paraguay ha dejado 174 variedades de esta planta en el Centro de Floricultura. "Cuando yo llegué había poco más de cincuenta variedades, que fueron aumentando hasta 120 con el trabajo que realizamos a lo largo de casi tres años", manifestó.

Su especialidad la trajo del Lejano Oriente, de la isla de Formosa (Taiwán), donde se ha desempeñado como profesor universitario y profesional de la agronomía, que lo ejerció primero en los arrozales y luego en los campos de flores.

"Anteriormente me dedicaba a otros cultivos como el arroz, poroto y maní", dijo, para luego relatar cómo se ha adentrado en el mundo de las orquídeas.

Su vida dedicada a estas flores fue fruto de una casualidad. "Un día pasé por un salón de exposición de orquídeas en Taiwán. Estaba admirando y oliendo el perfume de una flor de colores muy vivos, cuando me sorprendió uno de mis alumnos de la universidad.

Se dio cuenta de que me gustaba mucho y como él las cultivaba me regaló dos plantas pequeñas, que yo me encargué de multiplicar", añadió. Fue así que empezó su apego hacia estas plantas y ya no terminó.

Carlos Lee llegó a ser presidente de la Asociación de Orquidófilos de Chia-Yi, Taiwán, su ciudad natal, y trabajaba para las competencias. Desarrolló, sobre todo, la variedad de la mariposa y cambió radicalmente las formas de comercialización. Además, estudió el sistema de venta, cultivo y producción de plantines y su exportación a otros países.

La más noble

La orquídea, aseguró Lee, es una de las flores más nobles y de más numerosa familia. Se conocen unos 1.300 géneros y 30.000 especies a las que cada año se van sumando especies híbridas en todo el mundo. Cada año se calcula que surgen más o menos 1.000 nuevas variedades.

"Es una flor muy antigua y siempre muy apreciada. Anteriormente era muy cara, especialmente en el siglo XVII. Entre las familias nobles inglesas la cultivaban para hacer un regalo exótico a sus amigos. Hasta entrado el siglo XIX no se comercializaban. Aparte de ser costosas, su producción era muy difícil. Hoy día, por ejemplo, varios países, como el mío, las exportan a todo el mundo", mencionó el ingeniero.

La República de Taiwán es muy conocida hoy día por la producción de la orquídea mariposa (Phaleanopsis) así como muchas otras especies. Es uno de los principales exportadores aunque superado por Estados Unidos, algunos países de Europa y Japón, también se cultiva en la China (Continental).

"En mi país la orquídea se cultiva actualmente a gran escala y a nivel profesional para aprovechar la escasez de tierras. Se siembra muchísimo y los productores siempre están pensando en criar más y más, y eso ayudó mucho al desarrollo de las orquídeas", comentó. Las variedades Las Cattleyas son las orquidáceas más grandes y perfumadas, pero tienen una duración de tan solo unos 15 días cuando están en floración. En cambio, las Phaleanopsis experimentan una floración más duradera y se pueden vender mejor. Son muy diversas y las flores permanecen durante tres meses en la planta.

¿Dónde obtener las orquídeas?

En Asunción:

* Flor & Shopping: Todos los miércoles, de 9:00 a 21:00 horas, en la explanada del Mariscal López Shopping.

* Palma e/ Independencia Nacional. Todos los días.

En Caacupé:

* Centro Expoflora: en la cima del cerro de Caacupé, km. 48 de la ruta II. Atiende todos los días, de 7:00 a 19:00 horas. Teléfono (0511) 241-039.

* Centro de Floricultura, ubicado en el kilómetro 50 de la ruta II, Caacupé. Atiende de lunes a viernes, de 08:00 a 16:00 horas. Teléfono: (0511) 43-338.
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