El caserón de Ubalda

A la sombra de los edificios que se levantan en Trinidad permanece un caserón colonial con amplio corredor, gruesas paredes de adobe y tejado sobre tacuarillas. Era parte de la quinta en la que vivió el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia y heredó su hija Ubalda, la “Niña Francia”.

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Varios retazos del distrito de Trinidad parecieran seguir sintiendo el aliento del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, uno de los personajes históricos más enigmáticos e influyentes que tuvo el Paraguay.

Uno de esos sitios por excelencia que sigue cobijando el dictador perpetuo formaba parte de su quinta de Ybyray, heredado a su hija Ubalda García de Cañete –más conocida como la “Niña Francia”– y a su cuidadora, María Roque Cañete.

“Él no la reconoció, pero como no tenía fortuna, y lo único valioso que poseía y adoraba era esta propiedad, la dejó en herencia a su hija. Existe un montón de documentos que dan cuenta de que Ubalda utilizaba el apellido Francia aún en vida del dictador; por ejemplo, en las actas de bautismo o confirmación de las Iglesias de Recoleta y Trinidad en las que quedó registrada como Ubalda Francia o Ubalda Rodríguez de Francia”, dice el doctor Javier Pirovano, perteneciente a la séptima generación de descendientes del Dr. Francia y Ubalda García.

La propiedad en la que estaba asentada la quinta del Dr. Francia, en sus orígenes, tenía unas 40 a 50 ha comprendidas entre la calle Tapuá, la actual sede de la Asociación del Personal Mutual de la ANDE (Ampande) sobre Santísima Trinidad y la hoy avenida Molas López. Abarcaba todo el sector asunceno que hoy constituyen los barrios Botánico, Santísima Trinidad, Mburucuyá y Cañada del Ybyray. En la porción que se conserva a lo largo de las generaciones se mantiene intacta la casa construida entre 1841 y 1846, cuando la hizo edificar doña Ubalda.

El intelectual e historiador Manuel Peña Villamil, en su libro Hija del Silencio, refiere que los orígenes documentales de la quinta de Ybyray se remontan al año 1806, con un antecedente más lejano: “El testamento otorgado por doña Francisca de Yegros Ledesma, en el que instituía una capellanía ‘de legos’ en el paraje de Ybyray a favor del capitán de artillería don García Rodríguez Francia y sus descendientes, en perpetuidad”.

“(...) Al seguir esta saga familiar nos llevará al origen, que en realidad llega hasta mediados del siglo XVIII, cuando viene propietario el dictador de acuerdo al legado que recibe por intermedio de su padre, el capitán comandante de artillería don García Rodríguez de Francia. Esta herencia constituye la primera parcela, con su casa habitación, que fue creciendo en extensión por las compras sucesivas de terrenos que el dictador Francia adquirió durante los primeros años del siglo XIX, antes de 1811”, continúa el libro de Peña Villamil.

La madre de Ubalda se llamaba María Juana García y vivía sobre la calle Tapuá, frente a la finca del Dr. Francia y la casa hoy desaparecida que habitaba el dictador. Es decir, la tenía aparte, pero controlada, frente a su casa, a decir de Pirovano.

José Gaspar Rodríguez de Francia se refugiaba siempre en su quinta de Ybyray. El 14 y 15 de mayo de 1811, él se encontraba allí y, como era el más veterano –tenía 45 años–, todos los demás próceres, muy jóvenes –unos 26 años en promedio–, venían a consultarle lo que debían hacer.

Aunque mucho tiempo se sostuvo la idea de que el Dr. Francia no tuvo descendencia, varios libros de historia y documentos de la época señalan lo contrario.

John Parish Robertson, quien conoció al Dr. Francia en su quinta de Ybyray, publicó en Cartas del Paraguay, en 1838, y en el volumen III de Francias’s Reing of terror, en 1839, una referencia sobre la vida privada del Dr. Francia, en la que se pregunta: “¿No sedujo repetidas veces en su juventud? ¿Y las mujeres y a sus hijos naturales acaso ha atendido y costeado?”.

Agrega: “Yo he visto a su hermosa hija recorriendo las calles de Asunción con un canasto sobre la cabeza para vender cigarros, siendo su padre el primer cónsul de la República del Paraguay” 

Según la tradición oral, Ubalda vivió en total anonimato; probablemente, no sabía leer ni escribir, lo que no era raro para esa época tratándose de las mujeres, y había quedado huérfana muy pequeña. Entonces, quedó al cuidado de María Roque Cañete y el Dr. Francia la llevó a vivir a Ybyrai, frente a su casa.

“La deja al cuidado de la señora María Roque Cañete. Cuando muere el Dr. Francia, le deja su casa de Ybyray a las dos: a Ubalda y María Roque. El hijo de esta última, Juan de la Cruz Cañete, se casa con Ubalda y tienen dos hijos: Francisca del Rosario –casada con Epifanio Peña, quien murió en la guerra del 70, en Humaitá– y Agustín, quien no tuvo descendencia”, refiere Pirovano.

Asegura que existen documentos que llevan a concluir que Ubalda era realmente la hija del Dr. Francia. El primero en el que aparece su nombre y apellido como Ubalda Francia está fechado el 29 de mayo de 1831, cuando aún vivía el dictador. Ella tendría unos 24 años (habría nacido en 1807) y su nombre quedó asentado en el libro de bautismo de la Recoleta, en el que aparece como madrina del párvulo Juan Esteban Flores.

En otro asiento del libro de la Recoleta del año 1844 quedó certificada la confirmación de Francisca del Rosario, hija legítima de Juan de la Cruz Cañete y Ubalda Rodríguez, a cargo el obispo auxiliar electo, vicario general y juez eclesiástico Marco Antonio Maíz.

Al año siguiente, en 1845, también en la Recoleta, se registra “un niño llamado Agustín, quien nació dos días antes, hijo legítimo de don Juan de la Cruz Cañete y Ubalda Francia”.

En el libro de bautismo de la Trinidad, la partida de bautismo de Dolores Susana Peña registra a Ubalda Rodríguez como madrina y abuela materna de la bautizada en 1860.

Finalmente, el certificado de defunción de doña Francisca Cañete de Peña, por declaración de Eduardo Peña, bisnieto de Ubalda, manifiesta el declarante que la madre de la occisa es Ubalda García Rodríguez de Francia, según los documentos. 

El dictador perpetuo de la República del Paraguay murió en 1840, en la Casa de los Gobernadores, que fue demolida en 1913 para la construcción de la Plaza de Armas de Asunción.

Entonces el Congreso de 1841 ordenó la repartición de sus bienes y fue el que se encargó de entregar la quinta de Ybyray –por expresa voluntad del Dr. Francia en sus últimos días– a Ubalda y María Roque Cañete. El Dr. Francia cuidaba con mucho amor su “chacra de Ybyray” –como lo llamaba– y fue lo único que dejó en herencia, aparte de sus salarios no cobrados y objetos personales.

Adobe y tacuarilla

La casa de la “Niña Francia” se mantiene en pie y dataría de entre 1841 y 1846. Está hecha con los materiales con los que se disponía en esa época: gruesas paredes de adobe, techo de tacuarilla atado con cuero crudo a falta de alambre y teja española, el piso es de ladrillo y, obviamente, tiene amplios corredores para apaciguar los rigores del clima. “Me gustaría que esta casa se mantenga como un bien cultural. Están viendo cómo estamos rodeados de torres que representan el progreso, pero no por ello debemos olvidar el patrimonio. Es parte de la historia del Paraguay y Trinidad, uno de los distritos más antiguos de Asunción”, resalta Eduardo Peña Nieto, también de la séptima generación de descendientes del Dr. Francia.

La casa de la “Niña Francia” ha cobijado a varias generaciones de descendientes del Dr. Francia que no han querido desprenderse de ella.

Se cuenta que fue don Juan de la Cruz Cañete, constructor, quien levantó la casa tras la muerte del dictador y allí vivió con Ubalda García –también llamada Walda– hasta su muerte, ocurrida el 27 de abril de 1890, a los 86 años. Fue sepultada en el Cementerio de la Recoleta. Según cuenta la tradición, tenía un enorme parecido físico al Dr. Francia.

La casa de Ubalda quedó primero a los nietos del Dr. Francia, Agustín y Francisca. Agustín fue fundador del Partido Colorado y ministro de Bernardino Caballero, exconstituyente de 1870. Francisca se casó con Epifanio Peña, quien murió en la Guerra del 70, en Humaitá. 

En la descendencia del Dr. Francia figuran varios políticos que ocuparon cargos importantes, entre ellos, sus bisnietos Pedro P. Peña, fundador del Partido Colorado, quien llegó a ser presidente de la República, y Jaime Peña, empresario y político, también fundador del Partido Colorado.

De los tataranietos: Raúl Peña fue médico y político, ministro de Alfredo Stroessner; Pedro Hugo Peña, médico, político y diplomático; Julio Peña, embajador en varios países, también colorado. Entre los liberales, Manuel Peña, médico y político, fue canciller del gobierno de Eligio Ayala; Eduardo Peña, liberal, fue diputado y fundador del diario El Liberal; Manuel Peña Villamil, historiador e intelectual.

Actualmente la quinta le pertenece a María Eugenia Peña Gaona de Ruiz Guiñazú, quien vive en Buenos Aires, pero cada vez que viene a Asunción se refugia en la casona.

No lejos de la casa de la “Niña Francia”, en Sacramento y Tapuá, se mantiene la quinta Nanawa, que perteneció a Jaime Peña y doña Serapia Rojas. Este caserón la hizo construir Benigno López, uno de los hermanos del mariscal Francisco Solano López. Luego pasó a manos de madame Elisa Alicia Lynch y, finalmente, le quedó a Josefa Villamil, hasta que se vendió a particulares. 

Ambos caserones datan de los tiempos dorados de Trinidad que creció bajo el impulso de Carlos A. López. Albergan mucho de historia, arquitectura y tradición paraguaya. En sus paredes se esconden tesoros incalculables para la memoria.

Y como no podía faltar en los relatos paraguayos, durante mucho tiempo, obreros aseguraban escuchar movimientos raros en la casa de la “Niña Francia”. El expresidente Juan Carlos Wasmosy, quien alquiló un tiempo la quinta, asegura que de entre sus paredes fortuitamente un día cayó un cofre con monedas de plata conmemorativas. Con ello acabaron los póra que rondaban el sitio.

Sepa más en

Fuente: Proyecto La Niña Francia de Ybyray, de la Secretaría Nacional de Cultura.

Libros: Hija del Silencio, de Manuel Peña Villamil. / Este fui yo y estos son mis descendientes, de Peggy Eliane Peña Gómez de la Fuente. / Ocaso del Colonialismo Español, de Mary Monte de López Moreira. / La gente del XVI: Habitantes del Paraguay durante la conquista, de Mary Monte de López Moreira.

pgomez@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Pedro González/Virgilio Vera/Gentileza.

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