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Este deporte todavía no es muy conocido en nuestro país, aunque ya hay seis clubes. El Asunción Stock Schuss Vevein, el Eisstock Montealto Atyrá, el Inter Eisstock Club Paraguay, Garden Club Paraguay, el San Lorenzo Eisstock, Emboscada y el de Encarnación. En la mayoría de estos espacios sociales hay ciudadanos paraguayos y alemanes, en su mayoría, que eligieron esta disciplina que tiene una larga tradición, como modo de entretenimiento y ganar medallas de oro, plata o bronce.
Lo que primero comenzó como un encuentro de amigos, de esparcimiento, fue tomando una forma más disciplinada llegando sus competidores a participar de eventos fuera de nuestras fronteras. La habilidad y el talento de uno u otra, los fue llevando a los primeros puestos ante otros representantes que, con el mismo espíritu, se inclinaron por este estilo poco común. "En sus comienzos se jugaba solamente sobre hielo, como una forma de distracción. Luego fue tornándose más profesional llegando incluso a las Olimpiadas. "El eisstock fue evolucionando y actualmente se puede jugar en equipo e individualmente y en varias modalidades (lanzamiento, en equipo, técnica...) sobre hielo, modalidad de invierno y sobre asfalto, modalidad de verano", explica Fernando González, uno de los fanáticos que se reunió con ABC Revista en el Garden Club.
Allí también estaban entusiastas niños, mujeres y varones y los campeones que se lucieron en la Copa Copalsa, llevado a cabo en nuestro país y en la de Rio Grande do Sul-Brasil, solo por nombrar algunas. "Ya tenemos medallas de oro, plata y bronce tanto en puntería como equipo y modalidad individual", cuenta Fernando.
Michael Rietzler, por ejemplo, con solo 14 años se alzó al cuello galardones de oro y plata y va por más. "Me gusta mucho, me puse un poco nervioso durante la competencia, parecía que mi corazón iba a salir", revela el jovencito. "Es un deporte que no tiene edad", nos dice Lurbin Bock. Ella es salvadoreña, está casada con Michael Bock, de nacionalidad alemana, claro. También forman parte del equipo paraguayas casadas con alemanes, como el caso de Antonia y Josef Etterlin, presidente este del Club Atyrá Eisstock, además de otros connacionales que encuentran un ambiente cálido entre sus amigos y se reúnen no solo para realizar un deporte, sino también para pasar momentos agradables. "Lo mejor está en el tercer tiempo", bromea Sonia Marecos, refiriéndose a la fresca y espumosa cerveza. "Es verdad", añade la salvadoreña Lurbin Bock. "Nos juntamos y cada uno trae alguna cosita para picar, preparamos ensaladas de chorizos y alguna que otra receta fácil y compartimos todos. Es una disciplina de competición, de compañerismo, de amistad, de buen espíritu y de intercambio cultural".
El eisstock cuenta con federación internacional, con normas de juego, antidopaje. Está reconocido por el comité olímpico internacional y ya figura en las Olimpiadas. "Vamos a participar representando a Paraguay en las Olimpiadas del 2012 en Inglaterra y en el campeonato europeo del 2014", anuncian felices los jugadores.
Nuestro grupo es bien armonioso. Disfrutamos de un deporte sencillo y de los amigos.
Lurbin Bock.
En los países con más tradición, como Italia, Suiza, Alemania, Canadá, se practica en forma diaria, con campeonatos locales, regionales y ligas semiprofesionales como la alemana (Bundesliga) o la austriaca. La federación internacional igualmente organiza campeonatos europeos de clubes, europeo de naciones y mundial de nacionales en todas las modalidades existentes. Por estos lares, los países en los que se practica son Brasil, Argentina, Perú, Colombia, Guatemala y Paraguay, por supuesto.
Pero ¿cómo se juega? Fácil. Más que nada se requiere de fuerza y concentración. El partido consiste en 6 juegos. Cada equipo empieza 3 juegos (alternando). El "taube" o "anillo" de caucho está siempre en el centro de la pista al inicio del juego. Durante el juego, el "taco" una especie de plato con manija debe ser lanzado con fuerza y llegar hasta el "anillo", donde van quedando hasta el final del juego, salvo que queden fuera de pista.
La finalidad es tener más "tacos" o "platos" al lado del "anillo" de caucho. La puntuación se obtiene al final de cada juego y puede ser de un máximo de 9 puntos. Los capitanes de los equipos evalúan cuántos llegaron más cerca del objetivo. Se realiza la sumatoria de cada logro en los seis juegos, y el equipo con puntuación global más alta gana el partido. En el Garden Club la cancha tiene 30 metros de largo, tres de ancho y es de canto rodado. "También hay pistas de asfalto, pero esta es la que más se acerca a las canchas de competición", revela Fernando. Se reúnen los días sábados por la tarde y los miércoles durante la noche. ¿Te ánimas? Ellos invitan. Aseguran un deporte, sano, divertido, adecuado para la familia, para los niños en un ambiente agradable.