Educar a través de la música

Fomentar la calidad humana es el principal objetivo del método Suzuki, que ya lleva 10 años de implementación en el país. Se trata de un modo de aprender a tocar un instrumento musical que, ante todo, respeta la evolución individual de cada niño e involucra a los padres en el aprendizaje.

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El método Suzuki es un modo de aprender a tocar un instrumento musical que, ante todo, respeta la evolución individual de cada niño e involucra a los padres en el aprendizaje. Se basa en la pedagogía defendida por su autor Shin’ichi Suzuki, de quien toma el nombre, y estimula el talento de cada pequeño. Lejos de pensar que se nace con él, cree que este se puede cultivar con los estímulos necesarios. Por ello enseña música con la misma facilidad con la que se aprende la lengua materna e involucra en el proceso a los progenitores. En este artículo, Álvaro Morel, director académico del Departamento de Educación Musical del Ateneo Paraguayo, explica en qué consiste el método Suzuki, el papel del niño y de los padres, y dónde se puede aprender con esta pedagogía.

-¿Cómo se trabaja con el método Suzuki?

-Llamado también método de la lengua materna y del desarrollo del talento, se desarrolla en lo que se denomina “triángulo Suzuki”, que consiste en alumno-padre-maestro trabajando en equipo. El pequeño es el centro en esta metodología. Ante todo, se respeta su ritmo de aprendizaje, pero también al niño como persona. No se les exige a los pequeños a ensayar ni se les obliga a tocar. El fin es lograr que, de manera natural, el niño se sienta cómodo para tocar un instrumento y mejore gracias a este proceso, en el cual sus padres le acompañan.

-¿Cuáles son los beneficios en la personalidad del niño?

-Suzuki fundamentó su metodología siguiendo los mismos pasos que el niño dio para el aprendizaje de su lengua materna: escucho, imito, repito. La finalidad del método, según el mismo Suzuki, es “crear seres humanos sensibles y nobles” a través de la música. El trabajo musical contribuye a la autoestima del chico, a valorar sus destrezas; le permite actuar más seguro de sí mismo, ser independiente, aceptar desafíos, reconocer su valor personal, y ser más tolerante frente a sus limitaciones y frustraciones. Aprender a tocar un instrumento musical implica persistencia y el esfuerzo por intentar hacer cosas difíciles; cualidades tan necesarias en todos los aspectos de la vida.

-¿Cuál es el papel de los niños y los padres?

-El proceso se inicia con una entrevista solicitada por los padres interesados, en la que se les informa en qué consiste el método. Una vez que deciden participar, toman las primeras dos clases sin el niño para adentrarse en el proceso de aprendizaje del instrumento. Durante ese tiempo, el pequeño inicia una etapa de audición del repertorio que aprenderá en el transcurso de las clases, de modo que cuando asiste por primera vez, ya está familiarizado con las canciones. El maestro empezará mostrándole la postura correcta para tocar el instrumento y, de a poco, irá aprendiendo a tocarlas por imitación y repetición. El padre será parte activa de este proceso, asimilando a la par que el niño, ya que será también responsable de la práctica en la casa. Esto hace del aprendizaje una responsabilidad compartida.

-¿Cómo son las clases?

-Individuales y en grupo. Las primeras respetan la evolución de cada pequeño, sin compararle con sus compañeros, ni presiones para que emule a los más aventajados, ni hacerle sentir que es el mejor ni el más retrasado, con correcciones constructivas. En las grupales, los niños aprenden cooperativamente a tocar juntos, respetar turnos y motivarse mutuamente. Esta es una experiencia que disfrutan mucho. También participan en varios conciertos durante el año. Como el método tiene un repertorio universal, todos los alumnos Suzuki están listos para tocar ese repertorio con sus pares de cualquier parte del mundo.

-Finalmente, ¿por qué aprender música?

-Entre los beneficios podemos citar el desarrollo del oído, la motricidad fina, sensibilidad, disciplina y capacidad de trabajar en equipo. Además, la filosofía Suzuki concibe a la música como parte integral del desarrollo del niño. La meta no es solamente formar músicos profesionales, sino también seres humanos con valores, como la perseverancia, el afán de superación y la confianza en sí mismos. Si un niño oye buena música desde el día de su nacimiento y aprende a tocarla él mismo, desarrolla su sensibilidad, disciplina y paciencia. Adquiere un corazón hermoso.

¿Quién fue Suzuki?

Shin’ichi Suzuki fue un violinista, educador, filósofo japonés, considerado un humanista. Ejerció una profunda influencia en la educación de su país y en otros lugares del mundo. Basó su enfoque en la hipótesis de que la habilidad musical no es un talento innato, sino una destreza que, de igual modo que todos los niños desarrollan la capacidad de hablar su lengua materna, se puede entrenar. La filosofía de Suzuki y el método que él desarrolló influyeron en muchos profesores, niños y familias en muchas naciones. El Dr. Shin’ichi Suzuki murió en enero de 1998.

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