Duelo de inteligencias

Dirigidos por Arturo Fleitas, José Luis Ardissone y Pablo Ardissone darán vida a Sigmund Freud y C.S. Lewis, respectivamente, en La última sesión de Freud. Dos inteligencias supremas se enfrentan en un duelo magistral sobre la vida, el sexo, el humor y Dios, a partir del 17 de julio.

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De la mano de Arlequín Teatro sube a las tablas La última sesión de Freud, una obra brillante, con excelentes actores y un gran trabajo de dirección a cargo de Arturo Fleitas, con tal maestría que delata su amplia carrera teatral. Hacía tiempo que José Luis Ardissone quería hacer esta pieza fabulosa, de solo dos personajes, basada en La cuestión de Dios, del Dr. Armand M. Nicholi, Jr.

Con una duración de un poco más de una hora, la obra, lejos de volverse monótona, a medida que transcurre se vuelve más interesante con la pulseada no solo de palabras, sino de conceptos, en la que las fuerzas son bastante parejas. “Es un duelo atractivo”, asegura Fleitas.

El director decidió retirarse del teatro el año pasado, pero quería dirigir por última vez en nuestro país. Es así que cuando José Luis le pidió que viniera a trabajar con él, aceptó sin pestañear. “Así de simple fue. ¿Dónde iba a venir a dirigir mi última obra? ¡En el Arlequín, por supuesto!”, enfatiza.

La puesta trata acerca de un encuentro imaginario entre Sigmund Freud y el escritor C.S. Lewis, su contrincante. “Aunque son contemporáneos, no existen evidencias de que esta ‘sesión especial’ se haya realizado”, señala José Luis Ardissone. Es la época en la que Inglaterra se interna en el infierno de la Segunda Guerra Mundial. Los soldados nazis queman sus libros frente a la casa de Freud, destrozan puertas y ventanas de su hogar vienés, su hija Ana es detenida, y él y su familia se ven obligados a huir de Austria y refugiarse en Londres. En la capital inglesa, Freud invita, el 1 de setiembre de 1939, al talentoso y fanático religioso Lewis a una sesión en el despacho de su casa para debatir, desde dos puntos de vista muy divergentes, temas como la existencia de Dios, el sexo, las relaciones familiares, con un resultado sumamente interesante. Freud está en declive; en cambio, Lewis, se encuentra en la cúspide de su carrera.

José Luis explica que en la aparente relación antagónica de estos dos personajes subyace un gran afecto y admiración. “Freud no lo hubiera invitado nunca si no le hubiera tenido respeto”. Todo lo que plantean estos dos seres extraordinarios causará un gran impacto en el espectador. “El público saldrá del teatro pensando, reflexionando”, cuenta Ardissone. Y no es de sorprenderse, porque esa es una de las características de las puestas del Arlequín Teatro. Tanto la obra como el trabajo actoral fluye de tal manera que Fleitas se sienta en la platea y los deja hacer. “Ambos personajes les caen perfectamente a ambos. Creo que va a ser uno de los grandes trabajos de José Luis y Pablo Ardissone, con la calidad que nos tienen acostumbrados, y vengo a lucirme con ellos”.

Ardissone recuerda que hace unos tres años leyó una información en internet sobre el estreno de esta pieza en Buenos Aires. Despertó su interés de inmediato. Y, a partir de ese momento, se afanó en conseguirla para llevarla a escena. Pasaron unos años, pero la paciencia tuvo su recompensa. Ni bien consiguió el texto lo tradujo al castellano. “Mi interés aumentó geométricamente. Había, además, un elemento sentimental que me impulsaba a tratar de hacerla: en 1981, con la compañía de Edda de los Ríos, representé al científico vienés, en sus 37 años de edad, en la obra El hilo rojo”. Eran tiempos en los que su interés en los traumas de sus pacientes torturaba su cabeza y el sicoanálisis empezaba a desmadejarse en su mente.

La mala hora. En ese momento, las tropas nazis invaden Polonia y se inicia la Segunda Guerra Mundial. “Dos inteligencias supremas se enfrentan en un duelo magistral sobre la vida, el sexo, el humor, Dios, el pecado, mientras que la radio va informando sobre el avance de las tropas sobre la infeliz Polonia”, indica Pablo Ardissone. “La radio es un personaje más de la obra”, comenta José Luis. El 23 de setiembre del mismo año, 22 días después de este imaginario encuentro, Freud falleció. Una dosis de morfina acabó con su padecimiento.

José Luis resalta que, en estos tres últimos años, trataron insistentemente de conseguir los derechos de representación, pero siempre había una excusa de la agencia que los administra. “Finalmente, en noviembre del 2014, la Embajada de los Estados Unidos nos comunicó que los habíamos conseguido”.

Era más que un hecho que Pablo Ardissone sería parte del elenco, y el único que podía dirigirlos era Arturo Fleitas. “Pero no es la primera vez que trabajamos juntos”, aclara Pablo.

José Luis reflexiona que, en un momento en el que en nuestros escenarios los textos de humor y pura diversión dominan la cartelera, tal vez sea una quijotada presentar una obra en la que el público deberá hacer algo más que pasar un buen rato. “Deberán usar su inteligencia para gozar con la agudeza de los diálogos y la sabiduría de las palabras de esos dos seres brillantes, quienes les llevarán a reflexionar. Lo ideal sería que estudiantes de Filosofía y Sicología asistieran a las funciones para que al término se desarrolle un debate. Sería muy enriquecedor”.

El estreno será el viernes 17 de julio, a las 21:00, y las funciones continuarán los viernes y sábados, a las 21:00, y los domingos, a las 20:00.

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Informes al 442-152.

mpalacios@abc.com.py • Fotos ABC Color/Gustavo Báez/Gentileza.

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