Dejando huellas

El año que viene se cumplen nueve décadas de la apertura del Colegio Teresiano. Tal vez el más tradicional y distinguido colegio de señoritas, que a lo largo del tiempo ha formado a mujeres que ganaron protagonismo en nuestra sociedad. La historia empezó de la mano de la entonces señorita Juanita Zavala, una ex alumna que estudiaba en el colegio teresiano de Montevideo, Uruguay. Hoy, con las exigencias de los nuevos tiempos y el afán de ajustarse a nuevos métodos de enseñanza, el Teresiano propone la educación mixta, que hace unos años no tuvo el éxito esperado, pero que en la actualidad ofrece una nueva perspectiva. En un breve recorrido histórico por el colegio, sus nuevas propuestas son dadas a conocer por su directora, la hermana María del Carmen Barrios.

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Un poco de historia

La Compañía de Santa Teresa de Jesús fue fundada por el maestro y sacerdote español Enrique de Ossó. Las hermanas teresianas están distribuidas en 23 países y 4 continentes. Tienen una vasta experiencia y una larga trayectoria en el campo educativo.
Las religiosas llegaron al Paraguay el 28 de junio de 1915, a pedido de una ex alumna teresiana paraguaya que estudiaba en el colegio de Montevideo-Uruguay, la Srta. Juanita Zavala, quien más tarde ingresó a la Congregación. Ella brindó todo su apoyo para que pudieran instalarse en Asunción e iniciar así la labor a favor de la educación paraguaya. En el año 2005 cumplirán 90 años de presencia en Paraguay.

Las cinco religiosas de la Compañía Teresiana que llegaron al Paraguay fueron: Hnas: Catalina Ferrer, Francisca Macazaga, Josefa García, Elena Tarragó y Emilia Vidal.

El colegio abrió sus puertas el 2 de julio de 1915 con 7 alumnas internas, 8 medio pupilas y unas cuantas externas, en la casa ubicada sobre la calle 25 de Mayo 411, cedida por la familia Zavala. Ocho años más tarde, debido al creciente número de alumnos se muda a una casa sobre la Avda. España, mientras se iniciaba la construcción de un edificio propio. Aunque la construcción del colegio no estaba terminada, el 15 de marzo de 1944 empezaron las clases en el nuevo edificio, ubicado sobre la Avda. Mcal. López, y desde entonces ha ido creciendo llegando actualmente a la cantidad de 800 alumnas.


Desafíos

Las exigencias de la sociedad, el paso del tiempo, la reforma educativa y la necesidad de responder a los desafíos actuales han llevado al colegio a una renovación en sus ofertas educativas. En ese sentido ha ido extendiendo el tiempo de permanencia del estudiante en el centro, ofreciendo desde hace algunos años la posibilidad de ingresar al colegio desde el maternal (2 y 3 años) y permanecer en el hasta los 17-18 años, terminando el 3º de la Media.

El colegio ha sido pionero en ofrecer el Bachillerato en Diseño Gráfico y Publicidad, y también ofrece el Bachillerato Técnico en Administración de Negocios.


En el cyberespacio

En el Colegio Teresiano la modernidad llegó para quedarse, ya que la informática educativa es utilizada como un recurso de aprendizaje, que permite desarrollar habilidades y competencias en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Cuenta con dos laboratorios de Informática, uno de los laboratorios está disponible al acceso de Internet.

El colegio cuenta con su propia página web: www.teresianas.edu.py
A lo largo de sus 90 años, muchas han sido las mujeres que pasaron por sus aulas. Algunas notables fueron: Elizabeth Giangreco, coordinadora de la Pastoral Social Arquidiocesana; Elizabeth Urbieta de Burró, coordinadora Nacional de la Pastoral del Niño; Luz María Bobadilla, concertista de guitarra; Angela Mateucci de Costanzo, actual presidenta de las ex alumnas (una de las iniciadoras de la Fundación Teresiana), Edda de los Ríos, actriz; Raquel Saguier, escritora; Patricia Bonnin, bailarina, y la conductora de TV Menchi Barriocanal, entre otras.


Varones

A partir del año que viene el colegio abrirá sus puertas a la educación de varones con el lema: "La familia reunida en el Teresiano". Según la directora del Teresiano, la hermana María del Carmen Barrios, "al abrir sus puertas a la coeducación, busca favorecer la construcción de la identidad masculina y femenina en un contexto cultural y social, basado en el enfoque de género. Pretende formar al niño y a la niña, al joven y a la joven de una familia en un mismo estilo de educación y espiritualidad teresiana-ossoniana. Apostamos por una educación incluyente para la mujer y el varón. Para ello se ha conformado un equipo de coeducación, que es el responsable de velar por la implementación positiva del proyecto de educación mixta.

Es el desafío al cual nos enfrentaremos en el 2005 con mucha esperanza, y con el deseo de seguir respondiendo a las necesidades de nuestros destinatarios. Es un paso más que damos para responder a las exigencias de la sociedad. Somos conscientes que supone un cambio de mente y apertura a lo nuevo y diverso. Por eso ahora estamos revisando la normativa de convivencia, el estatuto del centro de alumnas, el reglamento interno y toda la documentación que a diario manejamos".
La religiosa sostiene que la institución a su cargo está preparada para ello. ¿Cómo?, luego de realizar una encuesta a toda la comunidad educativa. Los profesores están participando de encuentros formativos y de entrenamiento para poder enfrentar con éxito ese nuevo reto.


Fundación

Las ex alumnas formadas en los valores de solidaridad y servicio, trabajan organizadamente desde hace varios años a través de la Fundación Teresiana. La labor que desempeña está encaminada a mejorar la calidad de vida y contribuir al desarrollo integral de personas de escasos recursos, en especial niños, niñas y adolescentes, sus familias y comunidades respectivas.

Realizan actividades en las áreas de educación, capacitación, formación integral y orientación en la fe cristiana. Para ello cuentan con los mejores profesionales del área y la mejor tecnología pedagógica. Planifican su labor a corto, mediano y largo plazo, y la desarrollan estratégicamente. Los profesionales que prestan su servicio en la fundación se capacitan y actualizan permanentemente.


Instituto Docente

San Enrique de Ossó daba mucha importancia a la formación permanente del profesorado. Por eso, como una extensión más del servicio que ofrecemos, se creó el Instituto de Formación Docente "San Enrique de Ossó".

El Instituto de Formación Docente se abrió en el año 1996, y desde entonces ha contribuido a la formación y preparación de docentes de Educación Escolar Básica.

Actualmente ofrece cursos de Formación continua en servicio, y está reconocido por el MEC.

Ofrece cursos de Habilitación Pedagógica para aquellos profesionales que deseen insertarse en el mundo de la educación. También ofrece cursos para el "Profesor guía y su gestión orientadora", y "Creación de materiales educativos multimedia con CLIC 3.0".


Encuentro con la paz

El crecimiento del colegio también permitió la habilitación de la casa de campamento y convivencia "Madre Lucila Díaz", ubicada en Piribebuy para el servicio de jornadas, campamentos y retiros para niños, jóvenes, adultos. Es un espacio para estar en contacto con la naturaleza y tener la oportunidad de un encuentro profundo con Dios, con uno mismo y con los demás.

La casa de campamento no sólo es utilizada por el colegio, sino por otros colegios, grupos y movimientos de iglesia.
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