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Las “gurús del orden” emergieron hace unos años, entre ellas la japonesa Marie Kondo, cuyo documental en Netflix, la plataforma de streaming más grande del globo, rompe récords de audiencia. La consigna de KoMarie es “agradecer a las prendas y decirles adiós”, para vivir una vida más simple y feliz. Este boom tiene a miles de personas deshaciéndose de cosas en todo el mundo.
En el Paraguay, Lourdes Benítez hizo de esto una profesión. Se encarga de idear sistemas de organización en casas o lugares específicos, enseñar métodos de mantenimiento, como los doblados de las ropas o almacenamiento.
Aclara que lo primordial es organizar, un término muy diferente al orden tan mencionado, ya que un espacio agradable visualmente pueda sostenerse con el tiempo. Para ello es indispensable que sea funcional.
Lourdes es madre de 10 hijos, de 27 a siete años de edad. Decidió dedicarse oficialmente a organizar espacios recién hace un año. “La crianza de mis hijos fue mi mayor escuela y, años más tarde, me dediqué en la organización de eventos junto con una de mis hijas. En este tiempo, me familiaricé con lo que es ordenar indirectamente los espacios ajenos. Al conocer casas, reconocí la necesidad que tienen muchas personas de recibir ayuda, al menos, una sola vez”, explica.
Efecto Marie Kondo
Con respecto a esta moda que se conoce como “efecto Marie Kondo”, Lourdes señala que le recuerda a cuando hace unas décadas se producía el boom con la alimentación saludable y la gente muy de a poco empezó a tomar consciencia sobre su importancia, para mejorar la calidad de vida. Esto es lo que ahora pasa con el tema del orden, nuestras vidas están cada vez en mayor movimiento, el sistema obliga a comprar y acumular, y esas cosas que se compran necesitan tener un orden.
Con respecto a la premisa de Kondo sobre el minimalismo, considerado extremo por algunas personas, Lourdes afirma que no es una realidad aplicable a todos los sectores generacionales en nuestro país. “La población paraguaya todavía está superando la devastación de la guerra. Apenas una o dos generaciones atrás, nuestras familias se habían quedado sin absolutamente nada, por lo cual inconscientemente se creó la cultura de acumular que aún sigue muy arraigada. No somos minimalistas, compramos las cosas porque son baratas. Por lo tanto, mucho de lo que tanto se habla no se puede aplicar de golpe, si no es con los más jóvenes”. Tener, poseer o guardar “por si acaso” es la realidad de la mayoría de las familias tradicionales.
Obviamente, según Lourdes, lo ideal sería aprender a desprenderse de aquello que no se usa, lo que ocupa espacio físico y tiene carga visual para quien habita el espacio. “El orden tiene que ser una forma de vida, se trata de hábitos que, al repetirse constantemente, se vuelven naturales, pero para ello lo primero que hay que hacer es tomar consciencia, reconocer el cuerpo-espacio del que se dispone”.
Beneficios
Los beneficios de vivir en una casa ordenada y su gran impacto emocional, motivacional e inspirador son muy comentados por diversos profesionales en las últimas semanas, algo que hace que cada vez más gente se sume a la “moda”. Mediante las técnicas de doblado para las ropas —cuyos tutoriales en YouTube se multiplican por horas— se tiene el primer resultado a la vista, ocupando menos espacio y estando las prendas a la vista, se siente una gran satisfacción.
“Creo que una persona que está viviendo un momento de paz o tranquilidad en su vida mantiene mejor el orden que otra en baja o triste. En la depresión no tenés ganas ni de lavarte los dientes ni de lavar tu ropa o los platos. Pero si estás bien, resolvés en un momento todo lo que te rodea: limpiás, ordenás y reparás lo que está roto. Todo esto se hace una bola para alguien que pasa por una etapa difícil, como una ruptura amorosa, la muerte de un familiar o, incluso, la llegada de un hijo, que muchas veces no se habla —y que no implica que no ames y adores a tu hijo—, pero el desorden que se puede alcanzar en esa etapa es estresante. Pañales, ropita, juguetes por todos lados. Es una etapa muy difícil”.
Para estas situaciones es que Lourdes, así como otras emprendedoras, abre sus espacios. “En estos casos, me enfoco en enseñarles que aceptar los cambios es lo primero que hay que hacer”. Se imparten talleres para aprender las técnicas del orden, pero también se les puede contratar para intervenir casas —enteras o solo ciertas dependencias—, quienes se mudan a una nueva casa o quienes, por diversas situaciones, deben reordenar sus viviendas porque hay menos integrantes en el hogar.
Según la profesional es muy importante darle segundas oportunidades a las cosas, porque todo puede servirle a otras personas. Mencionó la cantidad de ferias de usados que se realizan con las que, incluso, se podría ganar un poco de dinero. Pero ante todo, recomienda pensar en las cosas como si fueran mascotas, ya que todas necesitan que se ocupen de ellas, por lo tanto, hay que pensar muy bien a la hora de comprar.
Lourdes, además de su vasta experiencia como madre y organizadora de eventos, se formó en diversos talleres fuera del país y, actualmente, continúa con su formación con un masterado en México, un país que eligió por la similitud de su cultura con la nuestra. “Me animé a esto por insistencia de muchas personas, pero no imaginaba lo gratificante que sería. Crie a mis hijos en dos etapas; los primeros seis fueron hijos de una madre joven y sin experiencia, que se dedicaba a organizarles la vida, y hoy no son personas ordenadas y prolijas. A los cuatro menores les tocó una mamá que ya estaba cansada, cuya experiencia les permitió crear sistemas y reglas de orden que deben cumplir, ya que se encargan ellos mismos de organizar sus vidas, espacios, por lo tanto, hacen que el día a día sea mucho más liviano, y así que pude expandirme y salir a trabajar afuera. Actualmente, ver felices a mis clientes, compartir con ellos mi experiencia y técnicas, me llena de emoción. Me considero una persona muy generosa y creo que es mi motor principal”, finaliza.
Los tips de Lourdes
• Tener un plan: hacer una sola vez un sistema de organización con sentido común y practicidad para que sea sostenible.
• Designar lugares: “cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa”.
• Ley de los tres segundos: recordar que este mínimo tiempo es fundamental, y levantar o no una cosa del suelo puede hacer una gran diferencia.
• Cuidar de nuestras cosas es cuidar de nosotros mismos.
Sepa más
Email: lourdesbenitez.op@gmail.com
Instagram: @lourdesbenitez.op
Agradecimientos especiales: Espacios en Orden (Tte. 1.º Francisco Niedebergen 1795). Modelo: Karen Schafhauser. Maquillaje: Elvis Fernández, para Rommy III. Peinado: María Paz Florentín, para Rommy III. Prendas: Unicentro.
Por mbareiro@abc.com.py • Fotos ABC Color/Silvio Rojas/Roberto Zarza.