Coptos, los cristianos con papa propio

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Tienen casi todos los preceptos y dogmas católicos, nacieron en el primer siglo de nuestra era, pero tienen su propio papa –que debe tener nacionalidad egipcia–. Es la Iglesia Copta, que cuenta con más de 60 millones de fieles en todo el mundo.

Según los relatos religiosos, San Marcos fue hasta Egipto a predicar a orillas del caudaloso río Nilo, y a llevar la palabra de Jesús a paganos y fieles de otras religiones minoritarias. El cristianismo se establece en la antigua ciudad de Alejandría, mientras esta cobra un papel protagónico para la preservación y difusión de la cultura occidental. En el Concilio de Nicea, se estableció que aquella urbe tendría primacía de honor luego de Roma. Sin embargo, cuando se establece el Imperio romano de Oriente, Constantinopla comienza a disputarle el protagonismo, y comienzan las pujas de celos y poder.

Luego de una disputa teológica por la divinidad de Jesucristo, ya que algunos no aceptaban la doble naturaleza: la divina y la humana, y por los problemas surgidos antes y durante el Concilio de Celcedonia, los cristianos coptos deciden excomulgar al papa de Roma (León I) y a los patriarcas de Constantinopla y Antioquía, y finalmente separarse de la Iglesia romana. Así surge la Iglesia Ortodoxa Copta, que no reconoce autoridad política o divina al Vaticano o a la Iglesia Cristiana Ortodoxa de Constantinopla ni a su patriarcado.

A pesar de ello, siguen manteniendo casi las mismas creencias que los demás cristianos, a diferencia de que los coptos se aferran más a las tradiciones y a los principios de los dogmas primitivos. Aceptan los concilios hasta el de Calcedonia, donde se vino la escisión a raíz del establecimiento de la doble naturaleza de Jesús, rechazada por los coptos. Los coptos rezan varias veces al día, la liturgia se suele hacer en lengua copta –idioma del antiguo Egipto– y celebran Navidad el 7 de noviembre.

Hubo intentos de reunificicación a lo largo de la historia; sin embargo, esto no prosperó en vista a las diferencias socioculturales entre ambas corrientes.

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Propio papa

Una de las mayores diferencias radica en que los coptos tienen su propio papa, elegido por un Consejo General de Congregación. El patriarca, que lleva el nombre de “Su Santidad Papa de Alejandría y de todo Egipto, de Nubia, de Etiopía y de la Pentápolis y Patriarca de todo el país evangelizado por San Marcos”, tiene su sede central de gobierno en la Catedral Copta de San Marcos, en El Cairo, capital de Egipto.

La elección es distinta a la de los católicos, ya que para ello se establece un cuerpo electoral diocesano de unos 800 delegados, que deberán seleccionar a tres candidatos que sí o sí deben tener nacionalidad egipcia, haber cumplido 40 años y pertenecer a una de las órdenes monásticas de la Iglesia. A diferencia del Cónclave católico, que elige al obispo de Roma a través del voto secreto de los cardenales en la Capilla Sixtina, la elección del papa copto se da de manera curiosa. Cuando se tienen los tres nombres de los candidatos, se llama a un niño –que para los creyentes representaría la misma mano de su dios– para que quite una papeleta con uno de los tres nombres; así, el seleccionado es proclamado el sucesor de San Marcos.

El último papa fue Shenouda III, quien falleció en marzo de este año. El mismo, que estuvo en el poder religioso por un poco más de cuatro décadas, incentivó el diálogo interreligioso, especialmente con el Vaticano. Denunció las persecuciones a los coptos de Egipto, lo que le valió algunos años de arresto domiciliario bajo el gobierno de Anuar el Sadat en 1981.

Los críticos de Nazir Gayed, nombre secular del papa, aseguran que el líder religioso fue benevolente con el exdictador Hosni Mubarak, con quien tuvo una relación suave y con quien se toleraba las actividades de los coptos. También se le señala como un distanciador de Egipto con Israel.

Como falleció este año, el alto cargo está vacante y el próximo papa deberá enfrentar varios grandes desafíos, entre ellos lidiar con un nuevo gobierno egipcio en el marco de la Primavera Árabe y enfrentar la violencia de los musulmanes.

Perseguidos

Los coptos denuncian constantemente discriminación y malos tratos en Egipto, donde el 10 % de la población es seguidora de esta rama del cristianismo. Desde que comenzó la islamización del país hasta nuestros días, los coptos sufren contantes hostigamientos por parte de las autoridades estatales como de los propios musulmanes.

En los últimos meses, se recrudecieron los ataques violentos a templos coptos en distintas partes del país, lo que dejó varios muertos y el resurgimiento de la violencia interreligiosa.

Egipto alberga a unos siete millones y medio de coptos, mientras que la mayor parte de los fieles se encuentran en Etiopía (al menos 45 millones) donde se cuenta con un Patriarcado Copto. También hay una gran cantidad de fieles en Eritrea, Sudán del Sur, algunos países europeos y Estados Unidos. En América Latina cuenta con seguidores en México, Argentina y Brasil, principalmente.

Arca de la Alianza

Según la historia copta, el Arca de la Alianza –que contiene las tablas de piedra donde se tallaron los diez mandamientos– se encuentra en una Iglesia de Santa María de Sion, en la ciudad de Aksum, Etiopía.

Según la tradición judeocristiana, el Arca de la Alianza fue encargada por Moisés para albergar las leyes divinas y ser conservadas en el tiempo. No existe una prueba real de su existencia, pero la leyenda cuenta que el hijo del rey Salomón y de la reina de Saba, Menelik I, cambió el Arca original que estaba en Jerusalén por otra similar y lo llevó a África. Hasta el momento, ningún arqueólogo pudo verificar la información.