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Evidenciar y organizar las aristas, vértices, ángulos y curvas de la geometría en construcción que significa hoy en día el mercado del audiovisual paraguayo supone un bagaje interdisciplinario, medido con particular detenimiento por los productores.
Una industria en ascenso que genera empleos directos e indirectos –aún sin políticas públicas estatales– debe sortear adversidades culturales que en este lado del trópico figuran poco en los asuntos relevantes.
Pese a ello, los productores nacionales logran conectar y acceder a los espacios abiertos a las narrativas cinematográficas.
Las Herederas se ubica luego de su estreno internacional en el Festival de Berlín, los reconocimientos que conquistó, y una trama cautivante desde su enfoque y ejecución, como uno de los largometrajes locales mejor producidos.
En ese sentido, aunar la visión del director, desglosando el imaginario del guion, los recursos técnicos-artísticos y el reparto, fue clave para que el trabajo de Sebastián Peña connote relevancia internacional.
A pocos días de desembarcar de la Berlinale y con nuevos desafíos por delante, conversamos con el productor general de una historia que traspasó diversos planos de la estética bien entendida. El filme paraguayo ganó dos Osos de Plata en la 68ª edición de Berlinale –mejor actriz para Ana Brun y el premio especial Alfred Bauer. También obtuvo los premios Fipresci y Giuseppe Becce, otorgado por críticos de cine, y el Teddy otorgado por los lectores de la revista Mannschaft.
-Teniendo en cuenta que es una coproducción con múltiples asociados, ¿cómo abordaste los desafíos de ser uno de los más importantes y, en ese sentido, buscar las conexiones suficientes para el desarrollo del filme?
-Hacer cine desde el Paraguay es, de por sí, un desafío enorme. Más todavía con cierto tipo de cine. Diseñar una estructura de coproducción internacional fue necesaria y estratégica a la vez. Necesaria porque nos permitiría acceder a financiamiento externo (casi en su totalidad de fondos concursables provenientes de institutos de cine de Europa y Mercosur) y estratégica porque tener coproductores en cada país nos permitiría tener un engranaje de ejecución más ágil y productivo, en tanto que cada país aportaría diversas áreas de experiencia y pericia en la realización del proyecto. Finalmente, que el Paraguay sea el productor principal significa haber liderado el diseño y la ejecución. Creemos que logramos hacerlo, sobre todo, porque desde un comienzo Marcelo y yo nos pusimos de acuerdo en cuanto a expectativas, desafíos y filosofía general de la película. Cuando nos llegó la hora de tomar decisiones y dirigir la realización, esa claridad fue primordial.
-¿Cuál fue tu sensación luego de la invitación al Festival de Berlín?
-Fue una sensación increíble. En el momento más inmediato, un revoloteo de vientre y pecho que me hacía difícil respirar.
-En el campo del mercado audiovisual en nuestro país, ¿qué tan factibles y qué dinamismo otorgan al producto el trabajar en coproducción con estamentos internacionales, y cuáles son los inconvenientes (idioma, idiosincrasia, etc.) que fuiste afrontando en el proceso?
-Fue genial trabajar con coproductores de otros países. No solo porque evidentemente aprendimos un montón sobre hacer cine en conjunto con personas de otras culturas (tanto geográfica como cinematográficamente hablando), sino también porque aprendimos a sentirnos identificados los unos con los otros, identificados con el goce y la adrenalina de hacer cine en el Paraguay con un grupo humano diverso y multicultural. El lenguaje común fue siempre la pasión de hacer cine, pero también el compromiso total con la historia que queríamos contar, además del respeto por el trabajo de Marce.
-¿Qué factores deberían darse en el mercado cultural paraguayo (menos burocracia, fondos de mayor alcance, etc.) para potenciar resultados con ingenio y colaboración que involucre más profesionales nacionales, desde la producción ejecutiva y todo lo que abarca hasta los procesos de posrealización?
-Es fundamental que en el Paraguay se sigan construyendo dispositivos institucionales (tanto públicos como desde la sociedad civil) que promuevan el espacio de cine local como una instancia importante de producción cultural, pero también como un espacio dotado de engranajes, mecanismos que posibiliten y democraticen la creación cinematográfica. Se ha avanzado mucho, sin duda, y aquí gran parte del mérito se lleva la gente que trabaja activamente desde la sociedad civil por continuar construyendo aquella dimensión institucional y de apoyo público.
Perímetros
El perímetro es ilimitado y en lo que concierne a Las Herederas el trayecto arrancó avasallante. Su segunda presentación internacional se dio el martes 1 de marzo en el marco del Festival de Cine de Cartagena de Indias (Colombia) y se proyectará por última vez hoy, a las 21:00 (hora colombiana). Los resultados se darán a conocer mañana. El trabajo será juzgado desde una latitud más próxima, pudiendo conceder miradas que aporten aún más a la expectativa del estreno nacional. “Llevamos una película que aporta una mirada fresca del Paraguay; una historia que mira algunos aspectos de nuestra sociedad, que recorre espacios asuncenos fuera de foco (y por eso muy potentes) y un director con una caligrafía cinematográfica de pulso propio”, concluye el productor, en relación con la gestión cultural que lo involucra y que de seguro le acercará nuevos reconocimientos.
¡Todos los productores, todos!
El proyecto arrancó en el 2013 con talleres y laboratorios; entre ellos, una beca de seis meses de escritura en París (Francia) otorgada por Cinéfondation - La Residence del Festival de Cannes, el taller de producción de EAVE-PUENTES y los talleres de guion del Torino Film.
La coproducción internacional incluye a Alemania (Pandora Films), Uruguay (Mutante Cine), Brasil (Esquina Filmes), Noruega (Norksfilm) y Francia (La Fábrica Nocturna). El proyecto fue liderado por la casa productora La Babosa Cine, del Paraguay, en calidad de productor mayoritario.
El apoyo financiero para llevar adelante la película ha sido del programa Ibermedia del cual nuestro país es miembro aportante a través de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC). Además, se han obtenido fondos de Torino Film Lab (Italia), World Cinema Fund, NRW Filmstiftung (Alemania), Sorfond (Noruega), fondos de coproducción minoritaria de Ancine (Brasil) e Icau (Uruguay) y apoyos locales de Fondec (desarrollo), Secretaría Nacional de Cultura (producción) y el CCR El Cabildo (pos y estreno).
La televisión cultural franco-alemana ZDF/Arte es también parte de la película a partir de la precompra de derechos televisivos para sus territorios. Entre el 2014 y 2016, desde Puatarara Films, el productor Sebastián Peña Escobar ha coproducido el largometraje documental Chicas Nuevas 24 Horas con España, Argentina, Perú y Colombia, y el largometraje de ficción Guaraní, en coproducción con Argentina.
“Considerando que todas las experiencias de coproducción de nuestro país tuvieron al Paraguay como productor minoritario, el desafío de nuestra sociedad de producción y nuestra filosofía de trabajo fue hacer que por primera vez seamos productores principales de un proyecto internacional. Así que, además de participar estrechamente en el diseño de políticas públicas encaminadas a fomentar la industria cinematográfica local, hemos buscado y alcanzado acuerdos de coproducción internacional que permitieron hacer realidad este proyecto”, expresó el profesional.
Fotos: ABC Color/Heber Carballo/Agencias EFE/AFP.