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A Flavio Rubén Giménez Velázquez le encanta pintar. Hace 18 años que se dedica a crear. Egresado de la Escuela de Bellas Artes, admira a Vincent van Gogh, Pablo Picasso y Salvador Dalí. “Un crítico me dijo que mi estilo era bastante picasiano por los colores que uso”, comenta mientras nos habla de su trayectoria artística.
Oriundo de Yaguarón, Flavio vivió 15 años en Salto del Guairá, por lo que tiene influencias del arte brasileño, sobre todo paulista. Cuando venía a Asunción, los museos eran sus lugares preferidos para visitar. Así fue conociendo lo que se hace en nuestro país.
El grafiti siempre le llamó la atención. En el 2007 realizó su primera exposición: “Grafiti en mi ciudad”, en la que esta técnica es la base de su creación. “En el 2010 empieza a tener más auge el grafiti”, señala el artista, que gracias al premio conseguido en el concurso Philips Art para Jóvenes Talentos 2002 viajó a São Paulo (Brasil) al Encuentro de Artistas Latinoamericanos. “Allá estuvimos en el Memorial América Latina y un cuadro mío está expuesto en la galería Marta Traba”, refiere sobre aquella experiencia. El cuadro con el que ganó el premio le llevó ocho meses de trabajo.
En São Paulo, Flavio conoció a pintores de Chile, Perú y Argentina con quienes intercambió experiencias. “Vine totalmente cambiado”, afirma y recuerda que cuando estudiaba en Bellas Artes era muy revolucionario. “Copiar un bodegón no era arte para mí. Tenía otra visión ya. Si no fuera por mis padres (Rubén y María Wilma), no hubiera terminado mis estudios”, confiesa.
Flavio no quiere copiar a nadie, por eso indaga en diferentes técnicas y procesos creativos para tener su propio sello. “Los diseños salen de mi cabeza. Son como un flash”, revela y asegura que al trabajar con tinta china le da más seguridad. “Porque si uno dibuja primero en lápiz, se puede borrar y eso no da seguridad. Sin embargo, con la tinta china tenés que hacer a la primera”, especifica.
A probar
“¿Por qué no lo hago?”, se preguntó una vez Flavio mientras miraba sus zapatillas deportivas pintadas por él mismo. “La gente quiere. Todo el mundo dice que es muy lindo. No los hago tan caro y todos son diseños únicos”, asevera.
Flavio compra las zapatillas blancas, agrega una base, y luego diseña utilizando acrílico y tinta china. Al terminar le pasa un barniz. Rostros de conocidas figuras, como Augusto Roa Bastos y John Lennon, aparecen en medio de los trazos y colores vivos que llaman la atención a primera vista.
“La idea de pintar alpargatas fue de mi señora, porque son más frescas para el verano”, comenta Flavio, quien está casado desde el 2008 con María Laura Boris. “Quedé totalmente sorprendido”, confiesa Flavio. “La gente se me queda mirando en el ómnibus”, dice María Laura cuando luce las alpargatas pintadas por su marido. “En Puerto Abierto causó sensación. Una americana le llevó a su hermana un par de alpargatas a Alemania”, agrega María Laura sobre el éxito que tuvieron en una feria reciente.
Tazas con el mismo estilo también llevaron a la feria y se agotaron. “Está queriendo hacer bolsones. Él quiere comprar la tela y pintarla también con diseño de grafiti”, adelanta la esposa.
Los diseños que aplica en estos objetos nacieron del estilo de cuadro que pinta Flavio. “Traté de salir del paisajismo y del abstracto”, señala sobre su propuesta pictórica. “Me gusta que la gente me critique para poder crecer”, asevera.
Flavio y María Laura se preparan para febrero, para participar en la feria Costanera Viva, que se desarrollará en la ciudad de Encarnación. Flavio vive de su arte y por eso lo toma muy en serio. “Cuesta. No es una joda”, revela el artista que expande su creatividad en otros soportes además del lienzo.
Trayectoria
Flavio Rubén Giménez Velázquez es profesor superior de Artes Plásticas. Participó en varias exposiciones colectivas desde 2002. Como artista individual expuso en el Centro Paraguayo Japonés y el Centro Cultural Citibank.
Flavio obtuvo su primer premio de dibujo en el concurso del Colegio Nacional Dr. Francia de Yaguarón, con motivo de la recordación de la fundación de la institución. En el 2002, ganó con su obra “Atracciones y distracciones” el Philips Art. Un año después, el Comité Olímpico Paraguayo y la Academia Olímpica Paraguaya le dieron una mención especial por la obra “El ojo”.
Flavio fue finalista del concurso Baviera Arte y le otorgaron la primera mención en el 5.° curso juvenil de pintura realizado en el Centro Cultural Paraguayo Americano, además de la mención de honor en el primer curso cultural CORFIX de Pintura Artística en Paraguay.
Con su pintura también consiguió el segundo premio del Comité de la Academia Olímpica del Paraguay por la obra “El juego de corazón brillante” y una mención en el 6.° Concurso Juvenil de Pintura del Centro Cultural Paraguayo Americano.
En el 2007, el Ateneo Paraguayo le otorgó el tercer premio y, dos años después, la segunda mención del concurso de pintura.
En el 2010 clasificó en el segundo lugar del Premio Henri Mattisse, con la instalación “Cajitas de la ciudad” y el segundo premio del Portal Guaraní por la obra “Abstracciones y distracciones”.
Varias de sus obras están en la Argentina, Estados Unidos y Europa.
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Flavio Rubén Giménez, artista
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