Chucho Navarro Jr.: “Mi padre siempre vivió con una guitarra bajo el brazo”

El concierto del afamado grupo Los Panchos está previsto para el sábado 28 y domingo 29 de marzo, en el salón de convenciones del Banco Central del Paraguay. ABC Revista conversó con el cantante Jesús Chucho Navarro Jr. sobre su vigencia y los secretos de su éxito.

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Chucho Navarro Jr. construyó su prestigio bajo un régimen de laboriosidad y orden, en el que su padre, del mismo nombre y fundador del afamado grupo Los Panchos, tuvo mucho que ver. “Crecí con los fundadores del grupo y mi interés por la música se fue dando de una manera natural. Tenía siete años cuando le pedí a mi padre que me regalara una guitarra, ya que en mi escuela iban a dar clases... Me gustaba mucho la música y, en especial, este instrumento, y sin que él me dijera nada, me metí en esto que es mi profesión actual”, expresa Chucho.

Repasando la historia, recordamos que José de Jesús Navarro Moreno, de nacionalidad mexicana, conocido artísticamente como Chucho Navarro, fue un cantante y compositor de boleros e integrante original del trío Los Panchos durante casi 50 años. Hijo de Juan José Navarro, director y ejecutante del flautín de la Banda Militar de la ciudad, y de Silvestra Moreno, quedó huérfano de padre a los tres años, en 1916.

Posteriormente, se trasladó a Aguascalientes, donde transcurrió su infancia y adolescencia. “Desde los cuatro años cantaba en la fondita que tenía mi abuela. Ahí acompañaba a mi tía Antonia, quien por ese entonces tenía 14 años y era soprano. Mi padre cantaba contraltas y su tesitura era muy aguda; era la atracción de la fonda”, revela Chucho Navarro Jr.

La madre de Chucho Navarro falleció en 1930, cuando tenía 17 años, y él partió a Ciudad de México a ver a su abuelo, el Gral. Juan José Navarro. Ayudado por su guitarra, siguió sus estudios hasta llegar a la Facultad de Medicina. “En ese tiempo conoce al guitarrista Alfredo Bojalil Gil —conocido después como Alfredo Gil— en la emisora XEW, una de las más antiguas y de mayor alcance, en la que se juntaban otros músicos, ya sea para colaborar, cantar o tocar la guitarra; con la orquesta o algún intérprete que necesitara su auxilio. Entre ellos estaban, por ejemplo, el puertorriqueño Rafael Hernández, Toña la Negra, Pedro Vargas y Agustín Lara. Mi padre siempre estaba con amistades que eran músicos”, cuenta.

Siguiendo con el relato, a mediados de 1937, Chucho interrumpió su tesis de la Facultad de Medicina y empezó una agrupación de voces y guitarras que ejecutaba música folclórica mexicana, con Alfredo Gil y el hermano mayor de este, Felipe Bojalil Gil, que se llamó El Charro Gil y sus Caporales. En 1938 partieron a la ciudad de Nueva York, donde permanecieron 10 años. Transcurridos seis años, Felipe Gil, conocido como el “Charro Gil”, se relacionó con la cantante Eva Garza, con quien contrajo matrimonio, y se separó de la agrupación a principios de 1944.

Alfredo Gil y Chucho Navarro, decididos a seguir juntos como artistas, emprendieron la búsqueda de una primera voz para su nueva agrupación. El elegido fue el cantante y guitarrista puertorriqueño Hernando Avilés, quien originalmente cantaba tangos con orquesta en Manhattan. “Tomaron muy en serio, ensayaban horas y horas, mientras los demás iban a sus trabajos y, finalmente, debutaron el 14 de mayo de 1944 en el Teatro Hispano de Nueva York, el Hotel Pierre y el Carnegie Hall. Así iniciaron el grupo denominado Los Panchos”.

-¿Por qué Los Panchos? ¿Tiene memoria de ello?

-Los Panchos pues era un nombre muy mexicano, de la época del famoso Pancho Villa. También había series de Disney, como Pancho Pistola, Pancho López, así que era un nombre que identificaba mucho a los mexicanos. Por eso decidieron ponerle ese nombre, no porque alguno de los integrantes se llamara así.

-¿Qué recuerdos tiene de su padre?

-Era una persona muy culta. En el año 79, me dijo: “Hijo, ¿quieres venir conmigo?”. No me lo dijo dos veces. Para mí, fue un gusto acompañarlo en todas sus giras hasta su muerte. Mi padre siempre vivió con una guitarra bajo, el brazo, murió cantando. En su lecho de partida recitó una canción: He visto muchas cosas pasar/Satisfecho con la vida/Misión cumplida y luego dijo: “Ciérrame los ojos”... (Se le quiebra la voz)... Tuvo 50 años ininterrumpidos de labor.

-¿Cuál cree que fue el éxito para tener tantos años de permanencia?

-La laboriosidad, dedicación, pasión, el respeto a su público, la evolución o adaptación a los tiempos vividos.

-La canción más famosa del grupo.

-Muchos capítulos tiernos en sus canciones... No puedo responder esa pregunta, porque el repertorio es muy amplio, son cerca de 2000 letras. A mi padre, la inspiración le venía del mundo que le tocó vivir; cualquier motivo se podía volver una historia de amor. El entusiasmo le venía también de sus viajes. Cada tierra que visitaba era una composición segura.

Grandes éxitos en la voz de los diferentes y variados intérpretes del grupo Los panchos, siendo Chucho Navarro uno de los más apasionados y románticos compositores que logró forjar una gran cantidad de canciones, muchas de las cuales se llegaron a conocer en el mundo entero. Rayito de luna, Sin un amor, Una copa más, La leyenda de los Balcanes, algunas de ellas.

-Sabemos de su veta de compositor, además de intérprete.

-Pues sí. Ámame es una canción que compuse con mi papá. La hicimos tocando la guitarra y cantando; aunque me considero, más bien, intérprete. Fui un soldadito de mi padre y aquí me tienen, hasta que Dios diga basta. Mi mejor deseo sería también, igual que mi padre, morir cantando. En este 70.º aniversario (del grupo) tenemos muchos recuerdos, todos muy lindos.

-De nuestro país, ¿algún recuerdo?

-Estuve con mi padre por Asunción junto con María Marta Serra Lima. Un público muy bueno al cual esperamos deleitar en esta gira-aniversario de fundación de Los Panchos. Setenta años sobre el escenario y varias generaciones se han criado bajo el bolero romántico. Celebrarlo con el Paraguay es un honor.

-¿Qué lo mantiene vital?

-El cansancio existe cuando no hay nada para hacer. Viajo mucho, dando vueltas por el mundo, pero disfruto al igual que de mi familia. Siempre digo que hay que hacer lo que a uno le gusta para estar activo.

-¿Qué va a escuchar la gente que llegue a la sala de convenciones del Banco Central del Paraguay?

-Vamos a tratar de empezar por la primera época de oro, siguiendo por una segunda época, que fue la de Johnny Albino, y vamos a recordar también canciones que quedaron con su primera voz a Raúl Shaw Moreno, cuyo verdadero nombre era Raúl Shaw Boutier. Vamos a brindar un homenaje a los 70 años de la fundación de Los Panchos... Muchas sorpresas.

-Finalmente, ¿el romanticismo por encima de la tecnología?

-El romanticismo es la esencia que tiene el ser humano. El amor siempre va a ser “actual”. ¡Por supuesto que va a sobrevivir! Además, hay un hecho muy importante... mientras las parejas necesiten decir “te amo”, la música romántica va a continuar.

ndure@abc.com.py 

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