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El estudio fue llevado adelante por las nutricionistas Zaida Rojas y Daniela Vega, y llevó por nombre “Conocimiento sobre los alimentos afriodisíacos y el efecto del cacao theobroma”.
Si bien se basó en los alimentos afrodisíacos de manera general, las investigadoras se centraron en el cacao theobroma (teo significa Dios y broma, alimento; alimento de los dioses), es decir, en el efecto del chocolate amargo y del combinado con leche en el organismo, tanto como afrodisíaco como en algunos aspectos de la salud.
El trabajo consistió en el análisis de 20 personas, de entre 18 y 30 años de edad, a las que se les tomaron datos como peso, presión arterial, realización de análisis laboratoriales de colesterol, glicemia, y otros parámetros para establecer su estado general de salud.
A un grupo se le suministraron 21 g de chocolate amargo diariamente y a otro, chocolate mezclado con leche (al cual denominaron grupo placebo). El fin del estudio era romper con el tabú y saber si es verdad que el consumo del chocolate aumenta el apetito sexual, si reduce el colesterol malo, aumenta el bueno, si previene enfermedades cardiovasculares y si fomenta la sensación de felicidad.
Más amargo, más placer
A través del experimento, que llevó ocho semanas de aplicación, descubrieron que los que consumían chocolate amargo sentían más excitación, principalmente, más placer, tranquilidad y sensación de felicidad. En cambio, el grupo placebo experimentó solo tranquilidad y placer.
“Cuando íbamos a recabar los datos cada semana y le preguntábamos al grupo qué sintieron, nos decían que su libido había aumentado al punto de decir que todos los días tenían deseos de intimar. Entonces les preguntamos a los varones si creían que el efecto era sicológico o fisiológico, y respondían que no sabían qué era, solo que consumían el chocolate y ya ‘estaban listos para la acción’”.
La cantidad de chocolate que debían ingerir (21 g al día) eran en la práctica tres barritas que podían consumirse durante el almuerzo, la merienda o la cena. “Algunos elegían una barrita para después del almuerzo y dos luego de la cena. Y cada semana íbamos a verificar. A la tercera semana, una de las parejas me dijo: ‘Daniela, ¿qué me estás dando que cada día siento más deseos de intimidad y no puedo más dormir?’”.
Al replantear las variables concluyeron que las dos barritas que consumían a la noche les producía más energía, por lo que les cambiaron el horario a la merienda y el almuerzo. “Con esto comprobamos que, más allá de un mito, es una realidad eso de que el chocolate aumenta la libido. Parece de buenas a primeras una obviedad, pero comprobarlo con un método científico, con personas que pueden ser muy cercanas y conocidas, lleva este tipo de experimentos a otro nivel”, refiere Rojas.
Somos lo que comemos
Finalizado el tiempo de prueba, todos los voluntarios fueron nuevamente sometidos a chequeos laboratoriales.
Quienes consumieron chocolate amargo reportaron disminución del colesterol malo, aumento del bueno y los niveles de azúcar no reportaron variaciones. Asimismo, descubrieron que el chocolate amargo baja la presión arterial, previene problemas cardiovasculares porque contiene cacao (66 % la marca elegida), azúcar y no contiene grasas polisaturadas.
“El mejor (chocolate) es el que tiene mayor cantidad de cacao. Cuanto más amargo, es mejor y más bueno para la salud”, dice parte del informe final. Respecto a los alimentos afrodisíacos, afirman que el tema hasta hoy sigue siendo un tabú.
En cuanto a si los alimentos afrodisíacos aumentan la libido, para conocer la opinión de los especialistas, ambas consultaron con el Dr. Oscar Sapena y con otros sicólogos, quienes arguyen que el deseo sexual no pasa por la nutrición, sino por la mente. “Nosotras consideramos que esto es errado, así como tampoco un nutricionista puede afirmar que no pasa por la sicología, dado que si uno no tiene una buena alimentación, las hormonas no trabajan bien. Sabemos que tanto la serotonina como otro tipo de hormonas, al liberar sustancias, hacen que el organismo tenga deseo sexual y rinda bien. Respeto la opinión de ellos, pero si uno no tiene una buena alimentación, no tiene ganas de nada. Ya Aristóteles decía: ‘Somos lo que comemos’”, comenta Daniela.
Comprobación en paraguayos
Tanto Rojas como Vega dicen no desconocer las teorías y estudios internacionales respecto a la propiedad afrodisíaca del chocolate. “Es reconocida en el mundo y hace muchísimo tiempo”, refiere Vega. Sin embargo, hay una escasez de comprobación en cómo funcionan este y otro tipo de alimentos en los paraguayos. Depende mucho del clima, el tiempo de elaboración, la idiosincrasia y otros factores para que productos como el chocolate u otros tengan uno u otro efecto sobre el organismo.
“Por eso es que llevamos adelante este estudio, con gente paraguaya. Al principio fue un poco difícil, ya que no mucha gente se presta para este tipo de experimentos”, agrega Vega, quien, junto con su colega, realizaron este trabajo investigativo en el marco de su tesis de Licenciatura en Nutrición por la Universidad Autónoma del Paraguay.
Propiedades del chocolate
Es un gran promotor de serotonina gracias al triptofano, un aminoácido muy importante en nuestro organismo, regulador de neurotransmisores, y de un buen dosaje de anandamida, ambos psicotrópicos, naturalmente existentes en el ser humano y que, en dosis suficientes (mínimas) al consumir chocolate, facilitan una sensación de placer, la que, a su vez, refuerza el sistema inmune.
Su consumo moderado diario reduce la presión sanguínea.
Consumir niveles relativamente altos de chocolate negro y cacao no parece elevar los niveles séricos de colesterol LDL y algunos estudios indican que podría reducirlos.
El consumo de regulares cantidades de chocolate negro reduce la posibilidad de un ataque cardíaco, un resultado del desequilibrio de colesterol.
Un buen antioxidante
Previene la acción de los radicales libres sobre el organismo.
Su consumo moderado mejora la salud cardiovascular, previniendo la aparición de enfermedades del corazón.
El chocolate puro es el que contiene más propiedades antioxidantes. Su consumo no debería de superar 21 g diarios, para evitar que otros efectos perjudiciales de este alimento puedan superar los beneficios.
Efectos del chocolate amargo
Los voluntarios sometidos al estudio que consumieron de 21 g diarios de chocolate amargo reportaron los siguientes resultados: el 100 % de los voluntarios sintieron efectos y cambios a nivel fisiológico; el 40 % de los hombres y el 50% de las mujeres aumentaron su nivel de deseo sexual; el 60 % reportó mejoría en los niveles de colesterol, ese mismo porcentaje se aplicó a los niveles de azúcar en la sangre.
En un principio, se enfrentaron con problemas para conseguir las parejas, principalmente, hombres. “Las mujeres accedían encantadas, pero ellos no; creo que fue porque sentían el temor de no rendir bien sexualmente y tener que declararlo en la encuesta. Por eso muchos hombres se cerraban”, revela Vega.
Producción: Andrea Montanaro. Asistente de producción: María Liz Acosta. Modelo: Chiara Onnis. Peinado: Fernando Genes, para Dino Quick Service. Maquillaje: Paola Saffi, para Maquillarte. Vestuario: La Trinidad. Accesorios: Della Poletti.