Cargando...
Considerado el primer deporte de la humanidad y con una historia de más de cinco mil años a cuestas, la cetrería fue declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco, el 16 de noviembre de 2010. Actualmente, en nuestro país, el único cetrero es el doctor veterinario Raúl Palacios Princigalli, quien dirige la empresa Raptor, dedicada al control de plagas de aves en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi.
“Es el arte de adiestrar, criar y manejar aves de presa. Las aves de presa son los halcones, águilas, gavilanes e incluso entran allí los búhos y lechuzas, que son aves depredadoras. No es lo mismo que un cazador de escopeta; uno se vuelve un naturalista, se aprende a conservar más y también se aprende mucho sobre las presas que debemos controlar”, explica Palacios al tiempo de sostener sobre su brazo derecho a Eloísa, un ejemplar de halcón peregrino hembra que puede llegar a alcanzar los 300 o 400 km/h en un vuelo en picada.
El amor de Palacios hacia la cetrería nació desde temprana edad, cuando de manera casual encontró información sobre halcones y cetrería en una enciclopedia de animales. En ese entonces tenía solo once años y no le fue fácil encontrar información adicional en una época en la cual el acceso a internet no estaba demasiado extendido y pocos eran los recursos que podían encontrarse en línea.
De manera absolutamente fortuita y por coincidencia del destino, en una de sus incursiones en una conocida librería del microcentro, un funcionario del local escuchó su consulta acerca de libros de cetrería y fue así como Palacios pudo llegar a un viejo material escondido en uno de los depósitos. “Era un libro antiquísimo titulado El arte de la cetrería, del español Félix Rodríguez de la Fuente, un gran naturalista, muy conocido, que murió en un accidente de helicóptero”, cuenta.
Palacios revela que De la Fuente fue la primera persona en establecer la cetrería en un aeropuerto. “En 1968 se hizo un experimento con una variedad de halcones peregrinos en España y resultó muy bien en el aeropuerto de Barajas y, a partir de entonces, se fue impulsando a otros aeropuertos de España y después pasaron a los aeropuertos de Europa, hasta que llegó a América para luego difundirse en todo el mundo”, explica sobre este control de plagas de aves. La intención de la cetrería en este entorno es limpiar el espacio aéreo de cualquier ave que pueda obstaculizar el vuelo o dificultar la visual.
Sin impacto ambiental
La cetrería está considerada como un método de control de plagas verde, por no producir efectos colaterales en el medio ambiente. “La idea no es cazar en gran cantidad, sino ahuyentar mediante la presencia de las rapaces. Lo que se hace es establecer una zona en la que un halcón anda volando, marca su territorio y entonces disminuye el flujo de aves”, indica Palacios, quien asegura que esta actividad ya se volvió un requisito de la Organización de Aviación Internacional en muchos aeropuertos del mundo. “En Paraguay estamos implementando esto desde setiembre del año pasado y está saliendo muy bien. Visualmente se nota a leguas la diferencia en la pista desde que estamos trabajando con las aves”, agrega.
Con cinco halcones aplomados, un Harris, un aguilucho colorado y el halcón peregrino Eloísa –la estrella del plantel–, Palacios recorre todo el perímetro que bordea la pista de aterrizaje del aeropuerto de 7:00 a 16:00, de lunes a viernes, aunque aclara que, de extenderse el contrato con la aeroportuaria, el tiempo de cobertura se extenderá luego de finalizado el primer año de prueba.
“Ahora nos vamos a dedicar un poco más al edificio. Nuestro trabajo principal es la pista, pero como ahora prácticamente ya no hay nada ahí, vamos a centrarnos en las palomas. Según el conteo que hicimos, agarramos un total de 200 palomas, pero quedan todavía algunas y vamos a tratar de bloquear todos los lugares en donde pueden llegar a anidar”, indica.
Palacios destaca que un punto preocupante es la depredación de aves rapaces en Paraguay a causa del desconocimiento de la especie. “Aquí, muchas rapaces muy valiosas se están extinguiendo por la destrucción de sus hábitats y porque se les mata también con el pretexto de que comen pollitos. La gente lo hace por desconocimiento, porque las aves rapaces se alimentan generalmente de roedores que destruyen sus cultivos o aves que son una plaga. No se dan cuenta de que esas aves rapaces, en realidad, les están trayendo un beneficio más que un daño”, lamenta y destaca que en algunos países europeos el solo hecho de atrapar un ave rapaz significa una pena carcelaria.
El adiestramiento
Palacios cuenta actualmente con un equipo de ocho aves rapaces que alterna para el trabajo de control de plagas en el aeropuerto. Para el adiestramiento de las mismas, el veterinario tuvo que pasar por un complejo proceso que prepara al animal para esta actividad. “En realidad, existen dos métodos para lograr que una rapaz sea apta para la cetrería. Una de ellas se inicia cuando tenemos la rapaz y se la adiestra desde pichón. Con este método no se pasa por la etapa del amansamiento, porque el halcón crece viendo a la persona como una más de la familia. Adiestrar básicamente es enseñarles que con el adiestrador va a tener mayores oportunidades de caza y que se va a beneficiar más que si opta por escapar”, refiere.
El otro método, considerado el más complicado, implica la captura de una rapaz adulta y su posterior amansamiento. “El proceso de amansamiento es lo más difícil. Hay que hacerle perder el miedo al ser humano. Al principio tiene mucho miedo y quiere escapar, pero al final, conviene más porque suele volar mejor y tiene un instinto más desarrollado”, detalla Palacios, quien importa los ejemplares de Perú o Argentina, con todos los documentos en regla. Un ejemplar de halcón peregrino o Falco peregrinus puede llegar a tener un precio final de USD 2000.
El tiempo de entrenamiento de un halcón depende mucho del cetrero y del halcón mismo. En la primera temporada se establecen las bases y en años sucesivos se van limando los vicios. Pero entrenar un halcón no es solo cuestión de tiempo, conlleva amor a las aves de presa y el especial conocimiento de sus costumbres y necesidades. Por sobre todas las cosas, es importante la capacidad de observación y mucha determinación para la toma de decisiones.
Cetrería en Paraguay
Los interesados en saber más de esta actividad pueden recurrir a la página Cetrería en Paraguay en Facebook. Además, Raúl Palacios y su equipo dictan cursos de introducción a la cetrería y demostraciones de las habilidades aéreas y de caza de las aves rapaces.
Aves para cetrería
Cernícalo americano
(Falco sparverius)
Indicado para principiantes por su bajo costo y fácil adiestramiento. De carácter tranquilo y muy valiente.
Búho real
(Bubo bubo)
No es indicado para principiantes por su gran tamaño y habitual terquedad. Es tranquilo y pacífico si está habituado a los humanos.
Aguililla de Harris
(Parabuteo unicinctus)
Ave muy indicada para principiantes por su buen carácter, inteligencia y manejo. Es sociable, tranquilo y fácil de adiestrar. Buen cazador.
Ratonero de cola roja
(Buteo jamaicensis)
Puede ser recomendada para principiantes, aunque los Harris son más indicados. Es menos ágil que las aguilillas de Harris, pero muy buen cazador.
No es lo mismo que un cazador de escopeta; uno se vuelve un naturalista, se aprende a conservar más y también se apredende sobre las presas.
david.messina@abc.com.py