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Objeto de culto en la noche de Halloween (31 de octubre), en la que no puede faltar, la calabaza, guisada, rehogada o en puré, es una hortaliza deliciosa. Además, ofrece una gran cantidad de posibilidades en la cocina y, a cambio, aporta un escaso número de calorías.
"Contiene entre 17 y 29 calorías por cada 100 gramos, dependiendo de la especie de calabaza", indica Elena Pérez Montero, nutricionista del Hospital Quirón de Madrid. Se trata de un alimento que puede ser utilizado en cualquier tipo de dieta, incluso en las de adelgazamiento, comenta la especialista.
La idea de que este fruto engorda "deriva de la asociación con el tipo de calabaza de la que se extrae el cabello de ángel", afirma. "Para obtener dicho producto, se deseca la calabaza hasta que solo queda la fibra y después se le añade azúcar. Debido a ello pensamos que el resto de las calabazas también engordan, aunque la mayor parte de ellas tienen una proporción de agua muy alta y muy pocas calorías", explica.
Esta hortaliza, de la familia de las Cucurbitáceas, presenta infinidad de colores, sabores, tamaños y formas.
Según publica la revista Muy interesante, hay 850 especies de calabazas. Están englobadas en dos grandes grupos: las de verano y las de invierno.
"Entre las primeras están la calabaza bonetera, aplanada y muy apreciada en Estados Unidos; la espagueti, propia de Japón, y la rondini, redondeada y anaranjada. Las de invierno tienen la carne más seca y dulce. Forman parte de este grupo la calabaza de cidra o almizclera y la calabaza confitera, con la que se prepara el cabello de ángel", describe esta publicación.
Vitaminas y minerales
"Las calabazas de verano tienen más cantidad de agua, pero ambos tipos son ricos en vitaminas y minerales", señala Elena Pérez.
Dos de las principales sustancias presentes en la calabaza son el caroteno y el licopeno. El caroteno va a derivar en vitamina A una vez que ha sido absorbido por el organismo. De hecho, "todos los frutos de color anaranjado y rojizo tienen estos dos componentes fundamentales: vitamina A y licopeno", explica la nutricionista.
Ambos contienen altas propiedades antioxidantes. El caroteno resulta beneficioso tanto para la vista como para los huesos, mientras que el licopeno constituye una importante fuente de vitaminas y su acción antioxidante es "mucho más elevada que la mayoría de los antioxidantes conocidos", explica.
Asimismo, el licopeno puede resultar provechoso para quienes presenten altos niveles de colesterol y para aquellos que padezcan algunas patologías susceptibles de degenerar en ciertos tipos de cáncer. "Parece que puede tener buenas perspectivas en los tumores del aparato digestivo y de la próstata", apunta.
Además del caroteno y el licopeno, la calabaza posee unas sustancias llamadas cumarinas. "También tienen propiedades antioxidantes, pero, sobre todo, las cumarinas son conocidas por su capacidad para prevenir problemas en la circulación", aclara.
"Las cumarinas actúan tanto sobre la circulación venosa como sobre la arterial", añade.
Respecto al potasio, aunque la banana suele ser la principal referencia de alimento rico en este mineral, dicha sustancia también está presente en la calabaza. Los hipertensos que utilizan un diurético están perdiendo sales minerales a través de la orina, por lo que deben consumir potasio", precisa Pérez. En el caso de que haya una diabetes junto a la hipertensión, pueden recurrir a la calabaza en lugar de la banana, porque, al contrario que esta fruta, la calabaza no tiene una gran cantidad de hidratos de carbono, asegura.
EFE Reportajes