Brillo estelar

“Papi, quiero cantar en mi escuela”, pidió a los cuatro años. No pasó mucho tiempo para que su voz se destacara en la tevé. A pocas semanas de cumplir 10 años, Jazmín Sanabria fue convocada para participar en el programa de Don Francisco y se metió al jurado en los bolsillos.

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Una artista de pura cepa que nació con la música en las venas. Mientras otras niñas de su edad se divertían con muñecas, Jazmín Luján Sanabria Ojeda jugaba a ser cantante con guitarras de plástico, micrófonos y tecladitos a pila. Por eso, a sus padres no les sorprendió que un día, a los cuatro años, la niña entrara al estudio de grabación en el que creció, en los regazos de su padre, Óscar Sanabria, y le dijera: “Papi, quiero cantar en mi escuela”.

Él le respondió: “No hay problema; yo te acompaño con la guitarra”. Pero Jazmín aspiraba a mucho más y le exigió: “Quiero una de esas pistas que hacés para los otros cantantes”. Y fue así que a esa edad ya cantaba con soltura, acompañada de pistas orquestadas. “Que, de hecho, son muy difíciles, ya que ante el mínimo error, el cantante se pierde”, explica el padre de la niña.

Jazmín, quien nació hace exactamente 10 años en Pedro Juan Caballero, es la menor de tres hermanos —Judith (26), quien ya es mamá, y Joel (23)— y cursa el 5.º grado con muy buenas calificaciones. “Soy una alumna muy aplicada”, subraya.

Con un talento innato para cantar, la niña nunca se formó en ninguna academia de canto. “Luego de esa primera presentación a los cuatro años, le restamos interés, porque los niños son encantadores por naturaleza, y pensábamos que era muy temprano para afirmar que Jazmín tenía una inclinación por la música y darle el debido acompañamiento”, explica Sanabria.

Hasta que, hace un par de años, Jazmín comenzó a acompañar a su padre a las peñas con sus amigos músicos. “Ella siempre estaba por ahí cerca, aplaudiendo, tarareando las canciones y hasta pedía que se le dé espacio para cantar”, recuerda. Y fue entre esas interpretaciones en fiestas familiares que sus padres tuvieron, finalmente, que rendirse ante la evidencia: “Jazmín tenía ángel, esa luz que al interpretar con el alma las canciones, emocionaba hasta las lágrimas a su público”, evoca.

Acostumbrada desde pequeña al escenario, la niña nunca demostró timidez ante el auditorio. La primera ocasión que se presentó frente a un gran público fue ante miles de personas en una concurrida serenata a la Virgen de Caacupé, evento ya tradicional en la entrada a la ciudad de Pedro Juan Caballero. “Antes del show, me dio el típico escalofrío, me sudaron las manos y hasta temblé un poco, pero al pisar el escenario y escuchar el bullicio del público, se normalizó todo”, evoca la pequeña.

El Festival del Río Paraguay, en Concepción; Cerro Corá, San Pedro de Ycuamandyyú y Mato Grosso do Sul (Brasil), entre otros, ya disfrutaron de su tierna voz. “Hasta el momento, el escenario más importante en el que participó fue Pequeños Gigantes Paraguay, en el que se consagró finalista invicta junto con su escuadrón Los irresistibles, en la segunda temporada”, acota su madre, Clavel.

Una artista versátil que admite que aún no tiene definido un estilo propio. Le gusta interpretar música paraguaya, mexicana, y le fascinan el pop y las baladas. Pero todavía tiene mucho tiempo. Por el momento, le atraen la música, danza y actuación. “Tal vez escoja una de ellas como carrera”, revela.

La participación de Jazmín en el mencionado concurso se dio gracias a la insistencia de los amigos y familiares más cercanos, quienes consideraban que la niña debía estar en el programa. “Tanto fue así que cuando surgió el casting para la segunda temporada, alguien nos avisó y Jazmín se presentó en busca de su espacio entre miles de niños talentosos”, señala Clavel. ¡Y lo consiguió!

De su paso por el programa rescata un gran aprendizaje. “Esta experiencia no la olvidaré jamás; conocí gente ¡y me divertí bastante!”.

Pero su carrera apenas comienza. Hace unas semanas fue convocada por Don Francisco para representar a nuestro país en el certamen Estrellas del futuro, en Sábado Gigante, que se transmite por la cadena Univisión. La producción del programa, a través de la página facebook.com/jazminlujanoficial, hizo el primer contacto. “Luego, intercambiamos correos electrónicos y llamadas telefónicas”, refiere Sanabria. “Al comienzo, mi papá dudó un poco, pero al comprobar que eran los verdaderos productores, seguimos adelante”, acota Luján.

La niña viajó acompañada de su madre a los Estados Unidos, con todos los gastos de traslado y estadía cubiertos por la producción del programa.

El día de su presentación, el 16 de mayo, Jazmín Luján fascinó con su impecable interpretación del tango Caminito. Los jueces del certamen destacaron, primero, su prodigiosa voz y, luego, su gracia, simpatía y soltura en el escenario. La votación fue unánime: cinco absoluto. Hasta se pegó el lujo de enviar saludos en guaraní. En la competencia de tres rondas, que convocó a 12 niños, tres se presentan cada sábado. La niña quedó entre los nueve que siguen en competencia para la siguiente ronda. Acerca de su presentación, Jazmín asegura que sus expectativas son las mejores. “Como dijeron en el programa anterior en el que participé: ‘En Paraguay tenemos talento de exportación’”.

mpalacios@abc.com.py

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