Bernardino Caballero Melgarejo

A raíz de la muerte del presidente Cándido Bareiro -el 4 de septiembre de 1880-, debía asumir la primera magistratura del país, el vicepresidente Adolfo Saguier, pero como éste no era del agrado de los hombres fuertes de la milicia, por su actuación durante la contienda contra la Triple Alianza, los militares hicieron un golpe de Estado, arrebatándole la posibilidad de ocupar la presidencia de la República.

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Para ejercer la presidencia provisional de la República asumió uno de los golpistas -el general Bernardino Caballero-, ejerciéndolo hasta el 25 de noviembre de 1882, fecha en que reasumió la presidencia constitucional, hasta el 25 de noviembre de 1886. En este periodo, fue secundado en la Vicepresidencia de la República por don Juan Antonio Jara.

Sus gabinetes estuvieron integrados por Juan Antonio Jara, Juan de la Cruz Giménez y Agustín Cañete, en Hacienda; Pedro Duarte y Juan Antonio Meza, en Interior; José Antonio Bazarás y Juan Gualberto González, en Justicia, Culto e Instrucción Pública; Pedro Duarte, en Guerra y Marina; y José Segundo Decoud, en Relaciones Exteriores.

En sus seis años de presidencia, el general Caballero realizó un gobierno bastante fructífero, favorecido por una pacificación política. Algunas de sus obras fueron: la creación del Registro del Estado Civil; la fundación del pueblo de Villa Florida y de la colonia de alemanes San Bernardino; la compra de una cañonera; la reforma del plan de estudios del bachillerato; la creación de la Escuela de Derecho, base de la Facultad de Derecho; fomento de la colonización; creación de escuelas; creación de un Banco Nacional, y la instalación de la Municipalidad de Asunción. Durante su gobierno se firmó el tratado Decoud-Kubly, de paz y amistad con el Uruguay; se vendieron tierras fiscales; se fundó la Bolsa de Comercio; se pavimentaron varias calles de la capital; se creó la representación diplomática en Buenos Aires; se acordó con los tenedores de bonos de los préstamos de Londres; se dispuso la extensión de las vías del ferrocarril desde Paraguarí hasta Villa Rica; se enajenaron tierras fiscales, entre otras obras.

Durante su gobierno se fundó el tradicional colegio de La Providencia; se instaló la primera fábrica de cerveza; se realizó la extensión de líneas tranviarias hasta Villa Morra; se creó el Ateneo Paraguayo; se fundaron los diarios El Heraldo, El Látigo y El Paraguayo; y se instalaron teléfonos en Asunción. El Uruguay restituyó trofeos de guerra; se creó la empresa La Industrial Paraguaya; se concedió la construcción del actual Teatro Municipal de Asunción, etc.

Bernardino Caballero nació en Ybycuí, el 20 de mayo de 1839. Hijo de José Ramón Caballero Pereyra y Melchora Melgarejo. Fueron sus hermanos María de la Cruz, Luisa (casada con Francisco Terlizzi); Basilia (casada con Anastasio Bareiro); Ascensión del Señor (casada con Julián Ynsfrán); y Juana Isabel (casada primero con Nicasio Viera y luego con Juan Alberto Meza).

Se casó con María Concepción Díaz de Bedoya (viuda de Juan Bautista Gill), con quien fue padre de Melchora Rudecinda (casada con Francisco Saguier) y Ramón Victorino (casado con Marta Cohen). Viudo, se casó con Julia Alvarez, con quien fue padre de Saturnina, Victoriano (casado con Luisa Terlizzi); Francisco (casado con Mercedes Migone); Vicente (casado con María Villadet); Julia (casada con David Gracia); Felipe (casado con Delfina Cazal); Guillermina (casada con Guido Michelagnoli); Bernardino y Abdón (casado con Margarita Franco). También reconoció a Cecilia Ramona (casada con Horacio Loizaga); Cirilo Martín, Rigoberto (casado con Ramona Morínigo, hija del presidente Marcos Morínigo); Asunción (casada con Luis Jara); Carmen (casada con Samuel Martínez); Juan Casiano, Victoria, Bonifacio (casado con Toribia Giménez); Gregorio, Marcos (casado con Angela Gatti); Abdón Bonifacio (casado con Fabia Fleitas, luego con Manuela Melgarejo); Justa (casada con Anastasio Fernández); Basilia (casada con Domingo Mayeregger); Carmen, Ramón, Roque (casado con Emilia Martinetti); Waldino, José Abel, José María (casado con Encarnación Fernández); Concepción, Tiburcio (casado con Modesta Gutiérrez), y Bernardina.


Botánica sospechosa

Cuando los europeos llegaron a América, se encontraron con una vegetación descomunal, exuberante, multicolor y potencialmente "amenazadora". Venían de lugares donde tenían una vegetación con la que estaban familiarizados, pero en América se encontraron con plantas totalmente diferentes. Si bien, a veces, existían ciertas similitudes.

Por estas razones, muchos de los vegetales con innegables propiedades alimenticias que los españoles encontraron en América, tardaron años en ser consumidos por los europeos. Uno de ellos -la papa-, actualmente uno de los alimentos básicos de la humanidad, era tan temida por su aspecto bulboso y deformado, que se la creía culpable de producir lepra -enfermedad que producía deformidades en los humanos-. Su cultivo en Europa durante mucho tiempo estaba destinado solamente para los animales.

Otro vegetal mal visto por su aspecto fue el tomate. Su forma de bulbo y su vivo color rojo lo hacían sospechoso de malas intenciones. Se lo consideraba venenoso, por lo que solo se lo plantaba con fines ornamentales y, solo allá por mediados del siglo XVII entró en la dieta, y en la receta de los europeos.
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