Atracciones de sangre

Mónica Bustos (Asunción, 1984) presentó hace un par de semanas su Novela B, una brillante obra literaria que la separa de otros materiales locales por una notable frescura y una diferencia estructural que se desprende del montón.

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Hay que ser sinceros: Novela B no tiene textos fáciles de leer. Son varios relatos en varios capítulos unidos por un denominador común, una mujer extraña, sacada de las entrañas de América Latina. Cada capítulo, en general cortos, es un complejo relato que obliga al lector a pensar.

Olvídese de una novela de terror convencional y, si decide leer Novela B, prepárese para un cóctel de sentimientos extraños y repulsivos; entretenidos y cómicos. Bustos, tal vez la escritora paraguaya más internacional del momento (su libro fue editado por dependencia mexicana de Suma de Letras, del grupo Santillana), logra comunicar lo que quiere: lo raro, lo extraño, con una estructura quebrada que deja la intriga para lo siguiente, para el próximo capítulo.

Ahora, Novela B es una obligación si usted disfruta de la buena literatura. Es una suerte de menú gourmet. El hilo de la historia lo lleva una mujer que se llama Dila Dubi, omnipresente en toda América Latina de alguna u otra forma. Es una vampira cuyo nombre es un reflejo del “cine B”, bien cursi, como la misma Bustos lo reconoce en una entrevista a ABC Revista.

Pero la narración no es cursi en absoluto. Aparecen hombres lobo, experimentos genéticos, ovnis en el Chaco paraguayo, monstruos en Chile, vampiros bien criollos y sangre, mucha sangre. Todas esas historias alcanzan un clímax narrativo en un momento.

Bustos dice que su inspiración llegó hace un par de años tras ver las sangrientas fotos y los horrendos titulares en la prensa sensacionalista de México.

“En donde vos caminabas la sangre estaba expresada en forma tan explícita… eran decapitados, uno tras otro. Era desesperante. Yo me quedaba y decía: ‘Dios mío’. Y la gente pasaba y se reía. Eran diarios sensacionalistas, hacían chistecitos negros con los titulares. En México pasa mucho por el tema de los narcotraficantes”, cuenta Bustos.

Esa inspiración de la naturalidad e insensibilidad hacia la muerte llevó a la joven escritora paraguaya a fusionar esa historia con un personaje que tenía en mente hacía tiempo. “Yo quería hacer algo del vampirismo latinoamericano. Tenía la visión de una mujer con la cara de blanco, el vestido negro. Tenía la visión de esta mujer que era una vampira”, detalla.

Esa mujer, inspirada, por ejemplo, en la Vampira de Maila Nurmi —de Plan 9 from Outer Space— es la clave de todo en el libro.

El arraigo de la inmortalidad

Para Mónica Bustos, las risas que pueden llegar a generar el humor negro y la atracción hacia el morbo tienen una directa relación con el miedo a morir. “Hay una obsesión con la inmortalidad, el vampirismo está relacionado con eso”, dice. Y agrega: “Yo mezclo la fantasía con la realidad; pero hay datos de que en siglos pasados, pensando en alargar la vida, se hicieron transfusiones de sangre. Entonces, tanta fantasía no es; es una realidad. Tiene que ver con cualquier crema anti-age, con cualquier pastilla antioxidante”.

Sobre la realidad, dice que las comparaciones con la realidad son muchas: “Tiene que ver con la gente que dice: ‘no hay nadie que me entienda y que me comprenda…’, con las conexiones a internet, con la distancia. Para mí, en esta novela, hay historias románticas de las personas diferentes”.

El paralelismo de la realidad con la ficción dentro de Novela B está tan bien ensamblado que muchos de los datos dentro del libro sorprenden, como si se hablara de vampirismo con naturalidad.

Los regionalismos

La estructura de redacción de Novela B está llena de variantes regionales del español. Así, encontramos el español paraguayo, el mexicano, el chileno, el argentino. “Tuve ayuda de varios colegas y amigos de América Latina”, indica la escritora.

En cuanto a la inevitable comparación con otras novelas de terror, Mónica admite que existe cierta contradicción con el pensamiento de que sería “fácil de leer”.

La historia de Mónica

Mónica Bustos lleva publicando hace casi 10 años. Con su obra Chico Bizarro y las moscas se hizo con el Premio Augusto Roa Bastos de Novela en 2010. Entre otras de sus obras está El club de los que nunca duermen, León Muerto (novelas) y Complejo de Bustos (libro de cuentos).

Bustos lleva el arte en la sangre. Es hija de Porfirio, conocido pintor y dibujante. La escritora tiene un plus a la hora de lograr la edición de sus libros, porque no tiene una agente literaria. Todo lo hace y gestiona ella.

Entonces, consultada sobre la fórmula para publicar en el exterior responde que es importante enfocarse a la editorial que puede publicar un libro según la temática. Creyó que Novela B nunca podría haber visto la luz, pero Suma de Letras tomó el riesgo para la genial obra.

Sobre la variopinta fauna local, donde la envidia y el ego tienden a primar sobre la calidad literaria de las obras publicadas, cuenta cuál es la pócima para la subsistencia.

“Siempre traté de no hacerle caso a la gente que me decía o que dice que no se va a poder”.

Al parecer ese es un principio poco aplicado por Mónica al contrario la lleva al éxito desde muy joven, haciendo lo que más le gusta.

Sepa más

Novela B

Páginas: 260.

Género: Novela negra, romance, drama.

Editorial: Suma de Letras (México), de Prisa Ediciones.

Precio: G. 80.000.

 jcalcena@abc.com.py 

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