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No fue su primera vez en Róterdam. En abril de 2012, la atleta Carmen Martínez ya había competido en la 32.ª edición de la maratón —una de las más veloces del circuito mundial— y aunque su tiempo fue de 2 h 35 min 58 s, y estableció un nuevo récord nacional, esta marca no le alcanzó para clasificar a los Juegos Olímpicos de Londres, Inglaterra, ese año. Una lesión en el hombro le jugó una mala pasada y sobrepasó por un poco más de 5 min el mínimo requerido.
Pero la vida tiene sus vueltas... y sus revanchas. Y el pasado domingo 12 de abril se recargó las pilas, volvió a Holanda ¡y lo logró! Otra vez marcó un nuevo récord nacional, incluso, superándose a sí misma. En sexto lugar, nuestra compatriota cronometró 2 h 35 min 58 s —7 min menos del mínimo requerido por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés), que es de 2 h 42 min 00 s—.
Este tiempo le habilitó para participar de los Juegos Sudamericanos, en Perú, en junio de este año, y de los Juegos Panamericanos y el Mundial de Beijing. Y lo que se considera más importante, su participación en las Olimpiadas de Río de Janeiro, el año que viene.
Y sí, esta vez fue totalmente diferente. “Fui mucho mejor preparada”, afirma. Efectivamente, entrenó mucho y se fogueó en más competencias. “Son experiencias que uno va acumulando y que ayudan también a perder el miedo al famoso obstáculo de la maratón, que le dicen el muro”. De la experiencia, comenta que fue una alegría, una satisfacción única, que solo un deportista que consigue ir a una olimpiada con una marca requerida por la IAAF puede sentir. “Soy la primera mujer paraguaya en lograrlo —siempre fueron invitadas, dentro del atletismo—. Y para mí es un gran orgullo”.
Apoyos
Pero no fue fácil, especialmente por la falta de apoyo. Recién desde el año pasado, luego de ganar un sinfín de corridas y competencias de velocidad de fondo, comenzó a recibir más ayuda. “Sin embargo, mi trabajo no es solo de hace un tiempo. Hace ocho años que vengo luchando”. La atleta, de 32 años, comenzó a involucrarse más seriamente en las corridas a los 23. “Pero siempre me gustó correr, aunque antes era solo para mantenerme en forma. Nunca se me cruzó por la cabeza llegar donde estoy”.
Luchadora empedernida, cuenta que cuando se propone algo, lo consigue. Se pone una meta y se enfoca al máximo hasta lograrla. “Soy muy responsable; tengo mucha disciplina y dedicación. Y como lo vengo haciendo desde hace años, ese es el origen del resultado que obtuve ahora”. Aquella vez en Róterdam fue en busca de una marca para las Olimpiadas, pero no tuvo el gran desempeño que esperaba. “Lastimosamente, no se me dio; tuve una gran lesión ese año. Y fue grave. Por lo cual, fue un poquito complicado por ese lado”.
La atleta confiesa que en esta edición, el día de la maratón en Róterdam, más que nada, la competencia fue consigo misma. Con marca A en maratón, a su retorno recibió una beca olímpica y USD 1000, en reconocimiento por el Comité Olímpico Paraguayo (COP).
“Sabía que con los entrenamientos que venía realizando me iría bien. Aunque las maratonistas tenemos que estar preparadas tanto para ganar como para perder”. Las distancias son tan largas (42 km) que puede pasar cualquier cosa: una lesión, un dolor muscular, de estómago. Pero las derrotas no la amilanan. “Me hacen más fuerte; no me desanimo. Sé que puedo y lo voy a lograr. Me levanto con el pie derecho. Y entreno aún con más ganas”.
Más personal
Carmen es la cuarta de seis hermanos, de una familia compuesta por cuatro varones y dos mujeres. Es la única atleta entre ellos. A su padre y hermanos les gustaba más el fútbol. “Mis padres ya fallecieron. Al principio, en la adolescencia, mientras me inicié, cuando mi padre dormía, me escabullía y venía a correr. Vivíamos cerca de acá (Parque Ñu Guasu)”. Así siguió hasta los 20 años. A su padre no le gustaba que corriera, porque le parecía una actividad de “gente haragana”.
Comenta que, actualmente, la sociedad ve con mejores ojos este deporte. “La gente corre más por salud que para mantenerse en forma. Principalmente, en las corridas de calle, esta actividad mejoró muchísimo”. Destaca, en este punto, el trabajo de Paraguay Marathon Club (PMC) que junto con los atletas popularizó y obtuvo muchos logros. “Cuando me inicié, no teníamos agua y corríamos entre los colectivos. ¡La gente nos gritaba! PMC demostró que con una buena organización, se logra el éxito”.
Las corridas de hoy suelen contar con hasta 3000 corredores.
Lo que se viene
En este momento, Carmen Martínez se está preparando para las competencias del Sudamericano de Perú, con el objetivo de participar de los 10.000 m del Panamericano. Respecto a sus expectativas de las Olimpiadas, asegura que quiere hacer un buen papel. “Sé que no va a ser fácil, pero si se tiene una buena preparación, se puede”.
La atleta tiene la ventaja de estar radicada actualmente en el Brasil para entrenar mejor. “Si bien, localmente, nuestro nivel de maratonistas fue evolucionando, decidí ir a vivir a otro país, porque en las competencias locales llegaba siempre sola y con mucha ventaja, lo que me motivó superar mi marca y, principalmente, a mí misma”.
Aunque confiesa que correr en Río de Janeiro, y más en julio, debido a la humedad y el calor, es complicado. Afortunadamente, tiene previstas corridas en la ciudad carioca para adaptarse a esas temperaturas. “Puede pasar cualquier cosa, incluso que Carmen Martínez traiga una medalla, ¿por qué no?”, finaliza con entusiasmo y seguridad.
Registros
Los registros olímpicos A de la IAAF rondan las 2 h 37 min, según lo requerido para Londres 2012, Pekín 2008 y Atenas 2004.
El tiempo de la atleta fue de 2 h 35 min 58 s, casi 2 min menos que el récord nacional que llevaba su nombre desde la Maratón Internacional de Asunción, en el 2013. El periodo de clasificación para las pruebas de maratón, marcha, combinadas y 10.000 m rige entre el 1 de enero de este año al 11 de julio del 2016, mientras que para las demás pruebas se inicia el 1 de mayo.
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