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La marca Jerovia Orgánico nace en el año 2006, "está orientada a una triple línea de resultados donde los ejes económico, social y ambiental conviven en equilibrio", sostiene Deisy Sitjar Maluf, directora de Paraguay Business.
El convenio con la Fundación Moisés Bertoni y Paraguay Business trata de lograr que las alumnas (todas chicas) del Centro Educativo para el Desarrollo Sostenible Mbaracayú sepan desenvolverse en lo laboral, que sean emprendedoras y aprendan a trabajar en el mercado de los negocios.
Si bien los representantes de la marca Jerovia Orgánico son los responsables de todo el desarrollo comercial del producto, tanto en el mercado nacional como en el internacional, las chicas del Centro Educativo Mbaracayú se encargan de comercializar el producto dentro de la institución. La estrategia de venta apunta a los turistas, a las ferias realizadas en la zona, comenta Celsa Acosta, directora del Centro Mbaracayú.
Oportunidad de progreso
El Centro Educativo para el Desarrollo Sostenible Mbaracayú fue creado gracias a la Fundación Moisés Bertoni y la Fundación paraguaya; cuenta con un Bachillerato Técnico en Ciencias Ambientales para niñas de bajos recursos de Canindeyú, y se encuentra dentro de la Reserva Mbaracayú. La institución de enseñanza busca transformar a las chicas de diferentes comunidades en agentes líderes del desarrollo sostenible.
El colegio es una iniciativa que busca estimular el espíritu emprendedor de jóvenes indígenas y campesinas; cuenta con 155 chicas jóvenes de la zona. Busca también la conservación de la Reserva de Biosfera del Bosque Mbaracayú. "El convenio realizado consiste en que la compra de cualquiera de los productos Jerovia ayuda al centro, porque un pequeño porcentaje de las ventas va destinado al colegio; así buscan que las chicas puedan conocer más sobre negocios y el colegio logre la sustentabilidad".
Crecer
Las alumnas del Centro Educativo Mbaracayú se organizan en grupos de trabajos para tener participación activa en la venta de Jerovia Orgánico. No solo están pendientes de los resultados, sino que tratan de escribir sus propias experiencias, conocer el trabajo y recoger los resultados.
La mayoría de las alumnas que se encuentran en este centro de enseñanza son jóvenes indígenas emprendedoras del desarrollo sostenible y personas activas de la mejora de la calidad de vida de su comunidad. Para la institución es un desafío lograr que las chicas en situación de pobreza sean grandes protagonistas en el crecimiento de sus familias, aprendan todo acerca de los negocios y cómo mantenerse en el mercado.
"Asistimos al colegio de forma intercalada; como somos muchas (todas chicas), nos dividimos las tareas: una semana, un grupo se encarga de realizar el trabajo en el campo y el otro grupo se queda en aulas, dando clases; es muy dinámico pero cansador, porque nuestro horario de clases va desde la mañana hasta la tarde", así lo sostiene Lina Martínez, una de las estudiantes del Centro Educativo Mbaracayú; añade que la experiencia vivida es un gran paso, porque no solo ayudan al centro, sino que también aprenden a salir adelante con su propio esfuerzo.
Para Sirlene Machado (alumna del centro) el convenio con Jerovia es una puerta de nuevas oportunidades, que de a poco se va abriendo con el fin de sacar adelante a la institución creada por la Fundación Moisés Bertoni. Sirlene comenta que el año pasado tuvo la oportunidad de viajar a Misiones, Argentina, para un evento de capacitación en agroecología; el centro pagó el viaje y se siente muy orgullosa de haber representado al país en esa ocasión.
Además de las experiencias vividas y el beneficio que recibe el centro, las chicas expresan que tienen propuestas de Deisy Sitjar, directora de Paraguay Business Group y representante de la marca Jerovia, para ser capacitadas en el área de marketing y así poder promocionar el producto logrando en un futuro una interesante salida laboral.
Energía verde
La marca fue denominada Jerovia, por la esencia de la misma; es una forma de creer, confiar y apostar en un 100 % al trabajo realizado en nuestro país para darse a conocer en el exterior; el producto promueve un tipo de alimentación que protege la vida del planeta y la salud de los consumidores. En este sistema, los alimentos son cultivados sin agroquímicos y regados con aguas naturales no tratadas. Sus productos son azúcar, yerba mate, té de yerba mate, entre otros.
El cultivo de yerba mate orgánica Jerovia se lleva a cabo en la zona de Canindeyú, en muchas propiedades donde solo los indígenas locales tienen acceso. El enfoque de negocio es de conservación y filosofía de comercio justo (Fair Trade), mediante el cual un grupo importante de familias indígenas que viven allí generan ingresos y se termina por proteger la propia Reserva que, a su vez, es un refugio seguro para ciertas especies de aves y mamíferos.
Las alumnas se organizan en grupos de trabajo par tener participación activa en el proyecto de producción orgánica.
Jerovia promueve un tipo de alimentación que protege la vida del planeta, a través del cultivo orgánico sin intervención de químicos.
FOTOS: ABC Color/Néstor Soto/Cortesía de Jerovia.