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La artista realizó las tres primeras presentaciones de La Bejarana en el espacio Tierra sin mal, en el 2013. En el 2014 decidió continuar en el Centro Cultural Juan de Salazar y, luego, en el café del Teatro Municipal de Asunción, hasta octubre. Ahora regresa en el ciclo de verano del Crear en Libertad, todos los jueves hasta el 19 de febrero, a las 21:00.
Apasionada por el baile español, la incursión de Cira Bejarano en la danza se dio a los 11 años, estimulada por sus padres y una hermana mayor, quien canta zarzuelas y es cultora del baile también. “Especialmente, me sentía atraída por el baile de Andalucía”, confiesa. Aunque siempre le atrajo más el flamenco, cuenta que también bailó otros estilos, como la jota. “Es lo que me gusta hacer”, afirma y añade que con la edad uno va seleccionando aquello que le sale mejor, se siente más a gusto o realizada. “Uno no puede hacer tantas cosas”.
Toda esa pasión y amor por esta danza los vuelca en el espectáculo La Bejarana, en el cual ofrece una amplia gama de expresiones del flamenco, que incluye cante, baile, guitarra, poesía y cuentos, además de las exquisiteces españolas: sangría, tortilla y tapas.
Explica que, para empaparse con el flamenco, uno tiene que conocer el ambiente en el cual se forjó ese tipo de arte, porque si uno lo saca de allí y solamente lo lleva a la academia para perfeccionar la técnica, no conoce realmente lo que es el alma del flamenco. “A eso apunto: al fondo del alma flamenca, no solamente a una técnica. Es a lo que me dedico artísticamente. Leo y estudio mucho las poesías y los cuentos”. Pero el espectáculo no es algo monótono en el que se recita o se lee cuentos, sino es danza teatro; se realiza con las expresiones del mundo flamenco.
Bejarano refiere que en esta expresión, aunque tiene una relación muy estrecha con los gitanos, estos no son los únicos aportadores del fenómeno flamenco, sino que hay mucha participación árabe, de la música andaluza misma. “Serían como los cantes folclóricos del pueblo andaluz, que tienen canciones para las cosechas y diversos momentos de la vida social. En el flamenco, un elemento muy importante son las coplas”. Pero el flamenco va evolucionando, está vivo. Si comparamos el que se baila actualmente con el dea hace 50 años o más, vamos a ver que es muy diferente, pero en su raíz, su alma, notamos que es flamenco.
Es un show de más de una hora, que depende mucho de cuánto se extienda en la parte final y es una de las cosas más interesantes que tiene esta puesta. “En el fin de la fiesta, se invita al público a bailar al escenario. ¡Y la gente se presta! Especialmente en la parte de tango flamenco y rumba. ¡Y de todas las edades!”.
El flamenco es un lenguaje universal y, aunque no tiene muchos adeptos, a ese público le gusta mucho. “En realidad, no hay muchos espectáculos, aunque sí muchas academias. Está limitado a las academias y los concursos”. Resalta que para sacarlo de ese ambiente académico hay un camino por andar y lo están haciendo entre todos los cultores del flamenco. “Entonces, nos animamos a generar espacios en los que se muestre”.
La Bejarana se presenta con la participación de Alejo Giménez, Emilio Paredes, Lucas Santarelli, Liz del Carmen López y artistas invitados, como Claudia D’Ecclesiis, Javier Tudela, Julieta Portillo, Alejandra Díaz y Laura Ferreira “la cuentera”, quien brinda, además, un gran aporte contando cuentos andaluces. “Uno de los principales objetivos de estas peñas es darles a las artistas jóvenes que se recibieron recién o están estudiando la oportunidad de foguearse con el público y continuar aprendiendo”.
Bejarano aprovecha para recordar a los artistas que estuvieron en un principio con ella y la estimularon a emprender este espectáculo, como Tess Rivarola y Raquel Martínez. “En la vida hay que ser agradecido. Yo sola no hubiera podido hacerlo, por eso quiero rendirles tributo a ellas, porque me animaron a hacer el espectáculo; así como Alejandra Díaz, quien es la que brinda, además del espacio, el impulso. Les agradezco que me hayan alentado y que lo sigan haciendo”.
Bejarano subraya la importancia de este baile para la salud, ya que es una combinación entre coordinación, ritmo y concentración. “Es muy útil porque hay que estar completamente alerta a los cambios, lo cual, además de poner en forma el cuerpo, mantiene sano el cerebro. Y es para cualquier edad”.
El ciclo de verano continúa cada jueves hasta fines de febrero, a las 21:00, en el Crear en Libertad, O'lleary 645. “El espectáculo irá variando en cada función en cuanto a la poesía, los cuentos y las bailadoras”.
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