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Canta desde chica, desde los seis años. Su historia no es la típica surgida de los festivales de la escuela. “Cuando estaba en la primaria, no me gustaba leer. Entonces, me enviaron al conservatorio de música ‘Mangoré’. Y fue allí donde comencé a desarrollar mis aptitudes artísticas”, cuenta en medio de los flashes.
Su canto siempre le salió muy natural, tanto como hablar. Pero cantar durante las clases era muy diferente a subir a un escenario, así que cuando le tocó el turno de mostrar sus cualidades ante un público, afloraron los nervios. “Después de muchos ensayos formé parte de una embajada artística. Era un grupo musical que llevaba su canto tanto a nivel nacional como internacional. Crecí muchísimo durante los años que integré la agrupación”, recuerda.
Tantos fueron los nervios que olvidó las letras de la canción. “Fue en Hernandarias, en un programa navideño. Era una niña y me superó la situación, pero al momento revertí”, dice entre risas.
Más tarde formó parte del elenco folclórico Paraguay Rekove y recorrió Europa. “La experiencia fue increíble y enriquecedora. Soy muy afortunada. Un hecho fortuito, como no querer leer en la escuela (risas), me llevó a abrirme camino musicalmente y, a su vez, el conservatorio me abrió otras puertas que me sirvieron para ir creciendo”, comenta.
Los años le fueron dando prestancia, seguridad y una voz privilegiada. “Me gusta el canto y estar sobre un escenario, así que cuando terminé el colegio y, obviamente, tuve que dejar la embajada artística, decidí continuar mi camino artístico. Tomé cursos con profesores y pasé a integrar el grupo Verbena. Estoy contenta y satisfecha con lo que estoy logrando. Mi camino con la música es de casualidades felices. Esto me da una fuerza interior increíble y voy a continuar hasta posicionarme a nivel nacional y, luego, me gustaría cruzar el charco”, expresa durante la entrevista.
No descuida sus estudios universitarios. Está siguiendo la carrera de Administración de Empresas. “En nuestro país no podemos vivir de la música exclusivamente, así que una tiene que forjarse una profesión paralela. Elegí esta rama porque en un futuro también me veo como empresaria de artistas. ¿Por qué no?”, expresa.
Sus preferencias musicales se centran en el folclore nacional y latinoamericano. “Con el grupo Verbena Musical ya editamos nuestro primer cedé, que lleva el mismo nombre. Verbena son las fiestas populares tradicionales de España, con música y baile al aire libre. Le pusimos este nombre porque combina alegría, pasión y melodía de nuestra música folclórica. Estamos muy orgullosos y felices. Este primer material nos va a posicionar aún más a nivel regional y esperamos poder lograr lo mismo en todo el territorio nacional. En Ciudad del Este, el grupo está posicionado y eso nos motiva a conquistar nuevos escenarios”, cuenta Belén.
Si bien todavía no tienen un fecha exacta para anunciar, afirma que para finales del invierno o inicios de la primavera es posible que realicen la presentación. “Faltan ajustar algunos detalles y, después, queremos lanzar al mercado. Es una propuesta alegre de músicas paraguayas con letras de grandes compositores”.
Además de la música paraguaya, le gustan Juan Gabriel y Shakira. “También me gusta la bossa nova. Actualmente, mi gusto es muy amplio, variado, pero cuando limpio la casa con mamá, elegimos cumbia. A pura cumbia dejamos la casa impecable”, expresa riendo.
Belén tiene muchos sueños. Para que se hagan realidad, confía en la formación permanente. “Tuve grandes profesores, como Mario Gómez, en vocalización y canto; Enrique Alfonso, Justo Piñanez y Juan Delvalle. Voy a conquistar otros horizontes. Todo lo que me haga crecer será bienvenido”, augura, demostrando mucha fuerza de trabajo y perfeccionismo que se mezcla con esa energía avasallante, propia de la juventud y una espontaneidad sincera.
Fotos: ABC Color/Virgilio Vera/Gentileza.