Abrir la mente

Cirugía de la mente se llama el programa ideado por el Dr. Víctor Cabral que busca potenciar y estimular positivamente a niños, adolescentes y personas privadas de su libertad.

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La idea de este profesional es incluir en la malla curricular la materia Cirugía de la mente, para que en todos los colegios se fomente y potencie la voluntad de lograr metas y satisfacer las necesidades. Ya en algunas instituciones educativas se estuvo implementando con mucho éxito, pero el plan es llegar a todo el país. “Con Cirugía de la mente pretendemos que las personas abran sus mentes y desechen todo lo negativo que hay en ellas. Que tengan una mirada positiva y experimenten emociones positivas, de manera que puedan influir, de forma directa o indirecta, en otras personas, o enfrentar con éxito las dificultades o adversidades que se les presentan”, afirma el Dr. Cabral.

El programa se desarrolla a través de lecturas. “Comenzamos por el autoconocimiento. Esto es muy importante; el principio para poder desarrollarse en forma individual. Resulta esencial entender que, para realizar cambios en nuestro entorno, tenemos que comenzar por nosotros mismos, en nuestro interior. Para eso, tenemos que realizar un trabajo personal de autoconocimiento y reconocimiento de lo que somos, nuestras capacidades y metas; en fin, todo lo que atañe a nuestra personalidad”, detalla el profesional.

A partir de ese reconocimiento se puede realizar un plan de trabajo. “Lo que se visualiza para su crecimiento y futuro es lo que trabajamos. Comenzamos por la parte humana y, luego, avanzamos hacia lo profesional. Notamos que hay excelentes profesionales, pero sin trato humano y viceversa. Entonces, lo que perseguimos es lograr un equilibrio, porque es la clave de la eficiencia y eso le va a beneficiar en la vida futura, ya que todos los seres humanos buscamos el equilibrio, esa sensación de paz y armonía que garantiza estabilidad y felicidad”, expresa el impulsor del programa.

Cabral está convencido de que los seres humanos serán más felices si el equilibrio parte de descubrirse plenos y realizados en todos los ámbitos de la vida. De lo contrario, asegura, se puede llevar una vida con la sensación de que falta algo o postergar sueños que no se pueden cumplir.

La principal herramienta es la lectura. “Ya desde segundo grado trabajamos con los niños; cuanto antes se comienza, mejor. Desde el momento en el que tienen uso de razón ya se puede trabajar. Sería muy importante que todas las instituciones del país implementen en su malla curricular una materia en la que se trabaje la salud mental de forma positiva, ya que en este aspecto la educación es muy deficiente todavía. Desde las aulas, los profesores pueden ser un recurso muy valioso para facilitar el desarrollo académico e intelectual del estudiante”.

Algunos textos que utilizan son: Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach; El caballero de la armadura oxidada, de Robert Fisher; Los cuatro acuerdos y La maestría del amor, de Miguel Ruiz; Autoliberación interior, de Anthony de Mello; El hombre mediocre, de José Ingenieros; La buena suerte, de Alex Rovira y Fernando Trias; El principito, de Antoine de Saint-Exupéry; La llave de la vida y el éxito, de Adolfo Torres; El secreto y Héroe, de Rondha Byrne; La brújula interior, de Alex Rovira; El cielo es el límite, de Wayne Dyer; Transformación de una mente criminal, de Alda Cardozo, y Rompe la sandía de tu vida, Un café con tu conciencia, Prende tu luz y Los elefantes no vuelan, de David Montalvo.

Experiencias positivas

Tres adolescentes acompañaron al Dr. Cabral para hablar de sus vivencias. “A mí me cambió muchísimo, ya que antes me costaba hablar entre la gente o en cualquier lugar. Los libros que leemos nos generan confianza y hacen pensar. Yo elegí sobre cómo superar el miedo, y logré dominar gracias a los textos y orientaciones del doctor. Perdí el miedo a hacer cosas nuevas”, explica Lautaro.

“Coincido con Lautaro”, dice Elías. “Lograr confianza en uno mismo es muy importante y esencial para sobresalir. Creer en uno mismo y que tenemos posibilidades para lograr lo que queremos es muy importante; la principal herramienta para lograr grandes cosas. Poder expresar lo que sentimos, sin temores, también se siente bien. Para mí, fue un cambio drástico. Era muy tímido y tenía miedo. Ahora tengo coherencia de pensamiento y puedo socializar con facilidad; cosa que antes no me pasaba. En mi trabajo, incluso, me va mejor porque pude mejorar mi relacionamiento con los demás. Además, estoy leyendo mucho, antes no terminaba un libro”, dice.

“En este punto entra mi trabajo”, interrumpe Cabral. “Buscamos generar confianza, y fomentar y aumentar el autoestima. Son textos muy diferentes, no direccionados, pero que de alguna manera tienen que ver con actitudes positivas”.

Otra experiencia de vida es la de Salma, del colegio Salesianito. Ella dice que leer El hombre mediocre, de José Ingenieros, le ayudó mucho. “Es un texto que nos impulsa a ir más allá, seguir intentado a tener personalidad, y en los intentos radica el éxito. Los textos elegidos por el doctor Cabral nos ayudan a alejarnos de la violencia, a ser mejores personas, útiles a la sociedad y nuestro entorno”.

La dinámica de las clases son ágiles y amenas; canalizan las inquietudes, diferencias y “abren la mente”. “No solo trabajamos en algunas escuelas y colegios, también en las cárceles”, comenta.

Cabral, de profesión contador, realiza esto hace más de 15 años, motivado por la inquietud personal de que se puede modificar la mente de una persona a través de la lectura guiada. “Donde llevo el programa, los cambios se notan. Hay mucha gente que necesita ayuda y precisa confiar en sí misma. Estamos recuperando muchas personas en la cárcel. Como sociedad estamos mal; hay mucha violencia porque existen pensamientos violentos, pero eso se puede erradicar en la medida en la que uno va encontrando explicaciones a ciertas conductas personales. Lo que más busca la gente es paz interior y tranquilidad. Si uno no está bien consigo mismo, de nada sirve un castillo de oro”.

Y lo que es mejor, dice Cabral, los chicos llevan a sus casas estas experiencias y motivan también a sus padres. “Le llevé a mi mamá un libro y le encantó. Nos sirvió para unirnos porque charlamos e intercambiamos ideas”, afirma Elías.

Definitivamente, los talleres motivacionales liberan el miedo al error, ayudan a conocer las fortalezas y debilidades para mejorar el desempeño, elevan el autoestima, a fin de mejorar las relaciones interpersonales y comprender la importancia de tener siempre una actitud mental positiva. “Cuando uno comienza a educar sus emociones, adquiere otra actitud ante la vida”, asegura Cabral y añade: “La vida siempre tiene sorpresas, buenas o malas, pero lo importante es la actitud con la que la afrontamos y la clave es lograr resultados positivos”.

ndure@abc.com.py

Fotos ABC Color/Archivo.

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