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El Museo de Ciencias de Londres rinde homenaje a 500 años de historia de los robots en la exposición “más inteligente, global y completa jamás hecha sobre androides”, según aseguró el director de esta institución, Ian Blatchford. La muestra, titulada Robots y que puede visitarse en la capital británica hasta el 3 de setiembre, hace un repaso del medio milenio de evolución, desde el siglo XVI hasta nuestros días, a través de cinco espacios ordenados cronológicamente: Marvel, Obey, Dream, Build e Imagine, que captan la “obsesión humana por recrearnos como máquinas”, según Blatchford.
Marvel se centra en cómo los primeros robots y la sociedad se basaban en creencias religiosas, y en cómo se entendía entonces el universo; el espacio Obey hace un recorrido por la Revolución industrial, mientras que Dream lo hace por la cultura popular.
La sección Build incluye cinco entrevistas de especialistas en robótica, en sus lugares de trabajo, mientras que Imagine, la última parada de la exposición, muestra los androides más modernos.
La exposición cuenta con más de 100 robots y se puede contemplar al considerado como uno de los primeros, una rudimentaria figura de un monje mecánico de 1560, creación atribuida al ingeniero y matemático italiano Gianello Torriani (Cremona, 1500 - Toledo, 1585) como regalo a Felipe II.
También, los más modernos, como RoboThespian, el primer humanoide realizado a tamaño real, que ya está comercializado y hace representaciones teatrales.
“Robots enseña también cómo las creencias religiosas, la Revolución industrial, la cultura popular y los sueños de cómo imaginamos el futuro han influido en la evolución de la sociedad y el reflejo de esta en los propios androides”, manifestó Blatchford.
La muestra indaga sobre la cuestión de por qué construimos robots antes que explorar el cómo, según aclara el director.
“Mirar a través de los ojos de las personas que crearon estas máquinas a lo largo de los últimos 500 años revela mucho sobre las esperanzas, miedos, sueños y desilusiones de la humanidad”, concluyó.
Por su parte, el comisario de la exposición, Ben Russell, considera que ponerse cara a cara con un hombre mecánico siempre ha sido una experiencia “desconcertante” y, a lo largo de los siglos, cada generación la ha ido experimentando “de nuevo” a medida que la tecnología ha ido avanzando.
“Esa sensación de inquietud es una de las bases de la relación humana con los robots”, afirmó.
Uno de los primeros robots en el recorrido por el Museo de Ciencias de la capital británica es un bebé que, pese a no tener inteligencia artificial y hacer solo movimientos programados, como respirar, estornudar, y mover brazos y piernas, impresiona a los visitantes por su increíble realismo.
Otra de las piezas más especiales de la muestra es el Silver Swan (Cisne de Plata), que el museo Bowes de Barnard Castle ha prestado a Robots hasta el 23 de marzo.
Se trata de un cisne de plata a tamaño real con un mecanismo de relojería creado en 1773, una obra única en el mundo que muestra la “interminable fascinación del ser humano por replicar seres vivos en formas mecánicas”, detalló el comisario.
Pese a que el término robot no se empleó por primera vez hasta 1920, estos objetos con mecanismos de relojería comenzaron a introducir la idea del cuerpo humano como una máquina y, con ella, la de los primeros autómatas, explicó Russell.
Eric, el primer robot británico creado en 1928 por la Society of Model and Experimental Engineers (SMEE), ha sido recreado para la ocasión, así como Cygan, un androide de 1950.
También podemos contemplar dos criaturas cinematográficas: una réplica del robot María, de la película Metrópolis (1927), del cineasta Fritz Lang, y el conocidísimo T-800 Terminator, el famoso robot cinematográfico programado para matar, al que daba vida el actor Arnold Schwarzenegger.
En la última parte de la exposición se encuentran los robots más modernos, entre ellos, Zeno R25, capaz de imitar las expresiones faciales de los visitantes, además de iCub, un robot programado de tal manera que puede aprender como lo haría un niño: observando, tocando e interactuando con objetos y personas.
Inkha es otro de los androides con los que los visitantes pueden interactuar, que es capaz de contestar a preguntas y dar consejos de moda, mientras que Kodomoroid es uno de los robots más realistas de todos los tiempos, lee noticias y es una creación de Hiroshi Ishiguro.
Esta muestra se puede visitar en el Museo de Ciencias de Londres hasta el 3 de setiembre, momento en el que iniciará una gira por todo el Reino Unido.
Paula Baena Velasco
EFE/REPORTAJES