Una influencer que nos pasea con “caronas”

Rocío Ojeda (29) es una influencer que se dedica a recorrer nuestro país y presentar propuestas de lugares para conocer en su blog personal de Instagram. Se define como aventurera, mochilera, amante de la naturaleza, paraguaya teete, que realiza viajes a dedo.

Rocío Ojeda contemplando el paisaje desde la terraza del país, en Amambay.
Rocío Ojeda contemplando el paisaje desde la terraza del país, en Amambay.Gentileza Rocío J

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De profesión contadora, Rocío Ojeda trabaja de lunes a viernes en una oficina y los findes se dedica a viajar. El resultado está en sus redes, donde se ha convertido en una verdadera influencer para los tours más recomendados del país.

Cuenta con 73.500 seguidores y más de 760 publicaciones que presentan distintos lugares dignos de conocer y visitar en nuestro país, siempre con un amigo como dupla o a veces con sus amigas.

Al compartir con ABC Revista su experiencia de viajar mediante carona (a dedo) cuenta que siempre realiza sus periplos con un grupo pequeño de amigos: “Viajo con un grupito siempre, nos dividimos generalmente en duplas de 2 personas, y hacemos dedo y el viaje de esta forma, nos encontramos con los demás en el destino ya, o a veces nos alzamos en ruta, etc.”, señala.

Viajar a dedo es la modalidad que ha elegido esta mochilera para llegar a los sitios de destino fijados.
Viajar a dedo es la modalidad que ha elegido esta mochilera para llegar a los sitios de destino fijados.

–¿Cómo comenzó tu aventura?

–En 2017 tuve mi primer viaje a dedo, pero desde el 2019 viajo casi todos los fines de semana. Poco a poco fue creciendo el número de personas que me seguían, interesados en los lugares que visitaba, me preguntaban por la ubicación, contactos, o lugares que visitar. De esa forma naturalmente me convertí en influencer de viajes.

–¿Cuántos lugares tenés recorridos?

–No tengo cuantificados cuántos lugares conozco, pero los tengo marcados como favoritos en Google Maps hace tiempo.

En el puente colgante de Capitán Meza, Itapúa.
En el puente colgante de Capitán Meza, Itapúa.

–Cuando esperas a un lado de la ruta y pides que la gente te lleve, ¿cuál es la respuesta? ¿Es posible viajar “a dedo” o pedir un aventón en nuestro país?

–Desde el momento en que se queda un vehículo ya tenés altas probabilidades de que te lleven, te acercas y preguntas amablemente hasta dónde se van y si pueden subirte. Generalmente la respuesta es “sí’’. Y desde ahí comienza la aventura, porque uno nunca sabe cuánto tiempo le va a tomar llegar, cuántas caronas va a tomar, etc. Todo forma parte de esta manera tan linda de viajar. Sí, es posible viajar a dedo porque se sabe que el paraguayo es superamable y amigable. Llevo viajando hace años de esta manera y estoy muy agradecida porque gracias a eso llegué a todos los departamentos de Paraguay, a muchos lugares recónditos y conocí gente muy buena en el camino.

–¿Cuáles son tus recomendaciones para la aventura turística por el interior? ¿Qué es lo imprescindible para llevar siempre?

–Mis recomendaciones para visitar cualquier lugar incluyen averiguar antes sobre el mismo, la ubicación, los contactos, si se puede acampar, si tiene algún costo, si el camino es accesible, etc. Datos que te ayudarán a una buena planificación. Otra recomendación importante que siempre recalco es no dejar basura en el lugar que visitemos, que seamos viajeros conscientes y cuidemos la naturaleza. En la lista de imprescindibles agrego: camping, bolsa de dormir, linterna, ropa de cambio, elementos de higiene, repelente, protector solar, alimentos, y elementos para cocinarlos, agua, y por sobre todo mucha buena onda.

Los mejores sunset para las fotos.
Los mejores sunset para las fotos.

–¿Algunas anécdotas que puedas rescatar que te hayan gustado más?

–El viaje más largo que hice es muy especial porque fue para conocer mi departamento número 17 y lo hice en el barco Aquidabán. Había escuchado rumores de que iba a dejar de funcionar, planifiqué el viaje, pedí vacaciones y nos fuimos a dedo de Asunción a Vallemí, recorrimos Tagatiyá, las Cavernas de Vallemí y nos embarcamos camino a Fuerte Olimpo desde el puerto de Vallemí; el viaje duró 22 horas y fue increíble, el paisaje chaqueño, el silencio y ver tanta naturaleza en ese lento viaje, lo disfruté bastante. Conversar con las personas y ver la realidad de los habitantes de esa zona del país, que esperaban la llegada del Aquidabán, porque significaba que llegaban sus familias, mercaderías, o cosas que necesitaban. Y estar en Fuerte Olimpo con una ola de calor, todo el día junto al río fue una experiencia inolvidable. Meses después, el Aquidabán dejó de funcionar, pude cumplir mi sueño de viajar en él.

–Otra anécdota es cuando nuestras caronas se unen a nuestras aventuras. Yendo al sur, ellos iban a Ayolas, nosotros a Salto Tembey, intercambiamos redes sociales y nos despedimos. Ese día llegamos hasta Encarnación, era víspera de Año Nuevo, decidimos pasar ahí y continuar al día siguiente.

Esa noche me llega un mensaje en Instagram de Johana (la que nos alzó), me dice si puede unirse a nuestro viaje, que le gusta demasiado los lugares donde vamos y que quería viajar. Nuestra respuesta fue ejúntema, y así fue, nos buscó de Encarnación y viajamos por 3 días por el Sur, visitamos Salto Amambay, Puente Colgante, Salto Tembey, Salto 5, Salto 9, Salto San José y Camping las orquídeas, fue mucho más de lo que planeamos y pasamos superbién en ese viaje.

Las personas forman parte importante de esta modalidad de viaje, porque además de ayudarnos a llegar a nuestros destinos, nos ofrecen agua, hielo, y en ocasiones alimentos. Estoy muy orgullosa de ser paraguaya.

Así que anímese a la aventura de hacer turismo interno en la modalidad que más le guste.

Más info: https://www.instagram.com/rociojeda1_/

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