Cargando...
Aunque de la tecnología que está en nuestras manos casi todo el día es difícil “despegarnos” totalmente, hay posibilidades para encontrar un balance con el fin de disfrutar al máximo de nuevos lugares y de igual manera, guardar recuerdos en nuestros celulares o cámaras.
Una idea interesante ya durante la planificación del viaje es poder establecer algunos minutos dedicados a estar conectado, por ejemplo, a la mañana unos 20 minutos para ver rutas, clima o alguna que otra tendencia. A la tarde, unos 15 minutos para sacar fotos o videos y luego guardar nuevamente el teléfono para disfrutar.
Incluso, para quienes requieren sí o sí de algún mapa en el celular o tablet, Google Maps puede ser descargado y funcionar sin internet, es decir, uno puede llegar a su destino con GPS sin una conexión completamente activa, algo que evitaría la “tentación” de entrar a alguna aplicación o contestar algún mensaje.
En caso de querer ir “un paso más”, una recomendación principal es activar el “Modo avión” en el celular, ya que ahí se limita la posibilidad de comunicaciones y también facilita la desconexión, aunque aun con la posibilidad de capturar momentos.
“Volver atrás”
Mientras la tecnología avanza día a día a lo largo del mundo, hay también tendencias hacia volver a lo “retro” o “vintage” y en este caso entran las clásicas cámaras digitales que fueron sumamente popular en la década pasada. De distintos colores y marcas, probablemente alguna esté todavía guardada en algún cajón esperando ser cargada y también formar parte del viaje.
¿Por qué? Porque la gran mayoría de estos equipos son simples y si bien hay algunos con conexión a internet, no son iguales que un celular que puede tener otras distracciones, sino, es algo dedicado a capturar momentos. Probablemente, la calidad no sea la misma que los celulares actuales, sin embargo, para darle un “toque especial” y tener la experiencia, es una opción muy válida.
Otra recomendación es dejar de lado el anotador de los teléfonos y en reemplazo utilizar un cuaderno o una agenda que nos ayude a expresar lo que sentimos en algún momento único de “conexión” con la naturaleza, esto mientras se da una desconexión de las pantallas. Volver a una libreta o un diario de viajes puede resultar una apasionante experiencia.
Postergar publicaciones
En lugar de capturar cada momento, algo que puede también tomar su tiempo por cada toma, se puede también definir un tema o enfoque específico, como por ejemplo ciertos paisajes, lugares históricos o actividades en específico, ya que es probable también que se saquen un montón de imágenes que ni van a ser utilizadas posteriormente.
Sobre esto último, las publicaciones en redes sociales también pueden esperar y si bien lo interesante es la inmediatez que ofrecen, sentarse a mirar, elegir las mejores imágenes o videos y acompañar esto con un buen texto también puede requerir algo de tiempo. Que no sea simplemente una selección aleatoria con el fin de demostrar que uno se encuentra ahora mismo en tal lugar, sino que pueda también contar una historia con su publicación incluso hasta podría tener más impacto y ser más significativo para cada uno.
Para quienes realmente tengan un interés en una desconexión aún más profunda, también está la posibilidad de desinstalar o desactivar temporalmente las aplicaciones de redes durante los viajes, esto en la materia de que sea posible o factible para cada uno.
El objetivo de ninguna manera es que uno viva desconectado o alejado de la tecnología, sino netamente recordar que, en algunos casos –como es en el de nuestro país– visitar o recorrer espacios verdes, cerros, saltos o ciudades alejadas de la zona metropolitana, puede ser incluso mucho más emocionante al no tener que estar tan pendiente de lo que está pasando en el mundo digital. Lo importante es vivir el momento y no solamente documentarlo para las redes.