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La alfombra roja fue un espectáculo visual, donde los tonos metálicos y el diseño elegante no solo realzaron a las actrices, sino que también dejaron una huella imborrable en la historia de la moda.
Sin duda, una pasarela para recordar y una clara señal de que el brillo sigue siendo un must en el armario de las divas de Hollywood.
Cate Blanchett, nominada por su apasionante papel de periodista en la miniserie de Alfonso Cuarón Disclaimer para Apple TV+, lució brillante con un vestido de Louis Vuitton, con un recatado escote, cuello de pedrería y cola. Mientras que Ariana Grande, candidata a la mejor actriz de reparto por su papel de Glinda en Wicked, llevó un vestido vintage de Givenchy de color amarillo dorado, sin tirantes, con corsé de pedrería, un lazo en la espalda y su característica coleta alta.
Demi Moore, nominada por su interpretación de una actriz que envejece y busca la manera de mantenerse siempre joven en la película de terror corporal La sustancia, deslumbró con un vestido de fiesta dorado sin tirantes y escultural escote asimétrico, con el sello de Armani.
Por su parte, Zendaya, conocida por sus siempre llamativos looks, llegó en un deslumbrante vestido color cobre, con un estilo retro, y acaparó los incesantes clicks de los fotógrafos. La actriz anunció su compromiso con su novio, el también actor Tom Holland. La brillante piedra en su dedo anular llamó la atención apenas la protagonista de Desafiantes apareció en la alfombra roja.
El auténtico desfile de glamour y elegancia continuó con la reaparición de Sharon Stone en escena, también la actriz británica Keira Knightley y la aclamada Angelina Jolie –con un vestido de Alexander McQueen–, Nicole Kidman –protagonista del thriller erótico Babygirl– y otras divas del cine deslumbraron, envolviendo la alfombra roja con un resplandor único.
Fuente y fotos: AFP, EFE.