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Tras el devastador incendio de abril de 2019, la catedral de Notre Dame, ícono gótico de París, Francia, volvió a abrir sus puertas luego de un largo proceso de restauración que llevó cinco años. Un ejército de 2.000 artesanos y expertos trabajaron para devolver el esplendor original a esta obra arquitectónica erigida en el año 1163 a instancias del obispo Maurice de Sully.
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Este símbolo de la fe cristiana está dedicado a la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de París (Notre Dame) y no de otro santo patrono en particular. La catedral tiene dentro valiosos vitrales, esculturas y elementos que evocan representaciones bíblicas y figuras religiosas.
Todas ellas estuvieron en jaque aquel día de abril en el que ardieron las estructuras de madera y la icónica aguja que se hizo añicos en un triste espectáculo que se transmitió en vivo a todo el mundo.
Aunque hasta hoy las causas del incendio son inciertas, se han barajado varias hipótesis entre las que se mencionan que al momento del incendio se estaban realizando trabajos de renovación, lo que llevó a especular sobre una posible relación con las obras. También se dijo que el siniestro pudo haber sido causado por una falla eléctrica en el sistema de iluminación; también se atribuyó a una colilla mal apagada, aunque es la hipótesis menos probable.
Reapertura
Tras el incidente, tanto carpinteros, maestros de obra, arquitectos, ingenieros y otros profesionales echaron mano a su talento para que, al cabo de un lustro, la Notre Dame recuperara su esplendor, inclusive con mayor iluminación y reacondicionamiento de otros sectores. Fue así que después del arduo trabajo, hace exactamente una semana se celebraban las dos primeras misas en las entrañas de esta obra gótica. El acto estaba programado para la explanada, pero París amaneció lluvioso y toda la logística se trasladó al interior de la catedral.
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“Esta mañana se borra la pena del 15 de abril de 2019″, declaró el arzobispo de París, Laurent Ulrich, según el reporte de la agencia AFP. Es “un día muy especial en el que la catedral de París recobra su esplendor, como nadie lo había conocido antes”, añadió ante unas 2.500 personas en la catedral renovada.
La primera misa, que duró más de dos horas, fue ante una audiencia de dirigentes políticos y religiosos, que incluyó la bendición del agua, la consagración del altar, las lecturas bíblicas, la colocación de las reliquias, la bendición del sagrario y el rito de la paz. Al igual que el día anterior, varios jefes de Estado estuvieron presentes el domingo, entre ellos el presidente francés, Emmanuel Macron.
También asistieron 150 personas que viven en condiciones precarias, a las que luego se invitó a comer, 150 obispos y un sacerdote de cada una de las 106 parroquias de París y de las siete iglesias católicas de rito oriental. Macron, que pronunció un discurso en el interior de la catedral el sábado, no comulgó, respetando la separación de la Iglesia y el Estado en Francia.
Acceso
De acuerdo a Europa Press, que su vez cita a la Organización Mundial del Turismo (OMT), la Notre Dame lideraba las visitas mundiales con 24 millones de visitantes en un año, por delante de otros atractivos arquitectónicos, como la Gran Muralla China (9 millones), la Ópera de Sidney (7,5 millones), la Torre Eiffel (7 millones), el Lincoln Memorial de Washington (6 millones) o el Coliseo de Roma (5 millones).
Ahora, con la reapertura, acceder a “la nueva” Notre Dame será posible registrándose mediante una app. La ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati, propone cobrar una “tarifa simbólica” de cinco euros (un poco más de G. 40.000), cuyo total anual permitiría recaudar unos 75 millones de euros anuales, “suficientes para salvar todas las iglesia de París y de Francia”, declaró al medio local Le Figaro.
Hay más luz
Por de pronto, la Notre Dame está abierta para participar de los oficios religiosos. Los afortunados que tenían tiquetes para las ceremonias inaugurales se maravillaron ante la restauración. “Redescubrimos Notre Dame cambiada, más radiante, ¡hay más luz!”, exclamó el scout Cyriac de Belsunce, de 21 años. Abierto, el puesto de recuerdos fue abordado por la multitud antes del inicio de la misa, constató una periodista de AFP.
“Vengo con un sentimiento de recogimiento, es mucha emoción. Notre Dame es como un árbol que crece, estamos en la plena luz de Dios”, dijo Sébastien Maria-Clergerie, costurero que participó en la fabricación de las prendas litúrgicas. Olivier Ribadeau Dumas, rector de la catedral que presidió la misa el domingo por la noche, dijo sentir “una gran felicidad”. “Estoy conmovido. Notre Dame vuelve a ser la iglesia madre de la diócesis que tanto nos faltaba”.
Uno de los grandes desafíos arquitectónicos que enfrentaron arquitectos e ingenieros fue la reconstrucción de la aguja así como la de la estructura de madera.
Ejército de artesanos y expertos
La reconstrucción de Notre Dame ha sido una tarea titánica que ha movilizado a un equipo de más de 2.000 artesanos y expertos de diversas disciplinas. Desde arquitectos y albañiles hasta carpinteros y vidrieros, todos han contribuido a devolver a la catedral su esplendor original. Durante cinco años, estos hombres y mujeres han trabajado incansablemente, a menudo en condiciones difíciles, para reparar los daños causados por el fuego.
Una restauración meticulosa
Los trabajos de restauración se han centrado en la reparación de la espina dorsal de madera que sostenía el techo, así como en la reconstrucción de la aguja y la cúpula. Además, se ha llevado a cabo una limpieza exhaustiva de las piedras y las vidrieras, y se han restaurado las esculturas y los muebles. El costo total de la restauración se estima en mil millones de euros, una cifra que refleja la magnitud de la tarea.
La catedral de Notre Dame es mucho más que un edificio religioso; es un símbolo de la historia de Francia, un testimonio del genio creativo de los constructores góticos y un lugar de encuentro para personas de todas las creencias y orígenes. Su historia, marcada por momentos de gloria y de tragedia, ha hecho de ella uno de los monumentos más visitados y admirados del mundo.