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1. Reflexioná sobre tus intereses y habilidades. Realizá pruebas de orientación vocacional para identificar lo que te cautiva y tus aptitudes; y meditá sobre lo que realmente te motiva. ¿Qué actividades disfrutás hacer? ¿Qué materias te emocionaban en el colegio?
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2. Analizá tus valores y objetivos. Preguntate qué tipo de impacto querés tener en la sociedad. Definí si preferís una carrera creativa, científica, técnica, de servicio, empresarial, entre otras.
3. Hacé una investigación de campo o análisis del mercado laboral. Investigá las tendencias del trabajo actual y tratá de proyectar cómo podrían cambiar en el futuro. Plataformas como LinkedIn y portales de empleos son útiles. Hablá con profesionales que ya trabajan en los campos que te interesan.
4. Considerá las carreras del futuro. Independientemente de tus intereses, hay campos actualmente en crecimiento y que seguirán siendo relevantes. Áreas como la inteligencia artificial, ciencia de datos, energías renovables y biotecnología están en auge y ofrecen diversas oportunidades profesionales. Buscá carreras que te ofrezcan habilidades transferibles y adaptables.
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5. Evaluá el plan de estudio. Revisá el plan de estudio de las carreras que estás considerando. Compará qué universidades ofrecen programas más completos y actualizados que se alineen con tus intereses y las demandas del mercado.
6. Conocé a fondo tus opciones académicas. Visitá universidades y revisá los requisitos de admisión. Pensá si preferís mudarte, quedarte en tu ciudad, estudiar en línea, etc.
7. Observá la perspectiva a largo plazo. Tené en cuenta la estabilidad económica de las carreras que elegís. Algunas industrias, aunque sean populares, pueden no ofrecer seguridad a largo plazo. Investigá sectores que combinen crecimiento y sostenibilidad.