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Los estilos van desde lo más elegante hasta una línea más casual, como lo muestran los diseñadores en los fashion weeks de las principales capitales del mundo.
El diseñador Alexander McQueen vistió a Meryl con un traje sofisticado compuesto por una chaqueta de doble botonadura y una blusa de seda con destaque de lazo para demostrar que la alfombra roja no es solo para trajes de corte sirena.
El escenario elegido para mostrar al mundo que con un traje de pantalón también se puede deslumbrar –según reporta la agencia EFE– fue el teatro Peacock de Los Ángeles, que acogió la entrega de la 76ª edición de los premios Emmy.
El look de la actriz de Hollywood fue de impacto no solo por el color rosa que recuerda al algodón de azúcar, sino por los complementos de su estilismo: un maquillaje nude, una coleta y un par sandalias a tono pero en versión metálica, también de McQueen.
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Pero la galardonada y experimentada actriz no fue la única que se sumó a esta tendencia del power pink. Hizo lo propio Rita Ora, que se enfundó con un vestido de sugerente escote y capa simil de plumas. También con ese estilismo desfiló ante las cámaras Eiza González.
La actriz Aja Naomi King también se subió al carro rosa con una teatral silueta de Giambattista Valli con una voluminosa cola.
La revolución rosa llegó para ser también protagonista en la temporada estival. Desde las pasarelas de las capitales de la moda –París, Londres o Milan– muestran por qué puede ser un conjunto estrella del verano. ¿Es combinable? ¡Claro! Desde los tonos sobre tonos, los neutros, lunares, hasta con el rojo, un mix antes impensado. Sin olvidar el siempre vigente nude.
Dolce & Gabbana lanzó en Milan Fashion Week vestidos que destacan curvas, en texturas metalizadas. Esta línea continuó con Redemption. La editora de Vogue, Anna Wintour, en New York Fashion Week, dejó ver cómo el rosa se lleva con elegancia con los estampados florales.
Los accesorios imprescindibles –aros, pulseras, collares anillos– en versión dorado o plateado suman elegancia. Los complementos –carteras, pañuelos o zapatos– siguen esa misma línea.