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Siluetas fluidas, el vuelo de los tejidos y volúmenes poderosos. Estos son sólo algunos de los códigos en los estilismos para la temporada primavera-verano. Estampados florales o colores efervescentes inspirados en las flores llegan para revitalizar el armario.
Con el título de Sunflourish, Laguna apuesta por la luz y el color y el despertar de la naturaleza, refiere un artículo de EFE, que añade que minuciosos bordados y tejidos como el tafetán, la seda en todos sus gramajes, además de las transparencias del tul componen una propuesta de fiesta en la que la artesanía de la confección está muy presente.
Algunos de los códigos que destacaron en su pasarela fue el ceñido de cintura, buscando coronar la feminidad absoluta. Las texturas combinan estampados florales con la idea de lograr efectos tridimensionales. Tableados y drapeados en muselina también se apuntan como protagonistas.
Desde el front-row de las pasarelas, la mítica Anne Wintour –editora de Vogue– confirma que las flores serán protagonistas de las temporadas cálidas. Faldas con volumen y texturas livianas. Su presencia en el vip de los desfiles de Michael Kors y Prabal Gurung lo ratifican.
Desde Londres, los estilismos se destacan con moños voluminosos, gafas de ojo de gato y vestidos de flores: un soplo de los años sesenta de la mano de los diseñadores Bora Aksu y Paul Costelloe, refiere un reporte de AFP. Un jardín de rosas bañado por el sol, esbeltas siluetas, altos moños, delicados vestidos y guantes de encaje, siguiendo una paleta de suaves colores pastel, sin olvidar juegos de transparencias y superposiciones.
Paul Costelloe rindió homenaje a París con una colección inspirada también en los años de 1960. El que fuera estilista de la princesa Diana de Gales mostró estampados florales y colores pastel (azul cielo, amarillo limón, verde menta) en vestidos entallados y acampanados, acompañados también de gafas de sol y looks retro.
