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Entre tantas actividades, Roscer frena también por momentos para recordar todo el camino recorrido que le trajo hasta estos días, en los que tiene el privilegio de compartir con gente querida y cultivar el arte rodeado de sus afectos.
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“Me remonto mucho a mi niñez y me doy cuenta que estoy gracias a Dios en un lugar en el que tal vez ni siquiera soñaba estar, dando shows en todo el país o colaborando con artistas increíbles. Pero este último año me di cuenta que estaba logrando las cosas que sí alguna vez soñé”, contó el joven artista paraguayo. Rememorar su trayectoria le hace incluso dar cuenta que tal vez maduró “muy rápido, por las noches, por las horas de escenario, por el camino que te toca”.
Pero también sabe reconocer que tuvo el privilegio de tener una familia compañera y amorosa, que entendió cualquier elección desde el primer momento, y que también supo inculcarle el amor por nuestra cultura. “A los 4 o 5 años, con papá, tocaba la guitarra en casa, ya sea en Capiatá o en Quyquyhó, de donde son mis padres. A ese lugar se remonta todo el paisaje sonoro que hasta hoy trato de llevar, que es el paisaje del Paraguay, con sus virtudes, falencias y necesidades, pero siempre con esa fe y esa esperanza de que puede cambiar”, señaló.
Ese aprendizaje, él insiste que se lo debe a sus padres, ambos docentes. De hecho, su casa era una escuela, donde justamente su padre cumplía el rol más musical. “Siempre tuvimos al folclore como parte fundamental de la formación de una persona. Papá era el que siempre llevaba la batuta de la parte musical, por ende, sabemos de sacrificio. En ese entonces no contábamos con vehículo, por ejemplo, tomábamos el colectivo a las 3 y media de la mañana para llegar a la grabación del programa Kay’uhápe. Son cosas que tengo recontra presentes, porque eso al final hizo que yo madure muy rápido en este proceso y entienda que uno desde el lugar que le toque tiene que seguir trabajando, formándose y respetar los procesos”, afirmó.
Incluso Roscer Díaz es licenciado en Administración de Empresas y trabajó en un banco nacional, de donde renuncia a fines del año 2018. La noticia se la dio a sus padres ya después de haber tomado la decisión y haberla concretado. “En ese momento fue chocante porque tener una estabilidad laboral es importante hoy día. Yo sentía que no era mi lugar en el mundo aunque ya me había recibido, pero eso no era lo mío, además ya tenía mucho trabajo con la música. Me costaba mucho hacer las dos cosas”, consideró.
Pero el esfuerzo solo daba sus frutos y Roscer y su familia entendían que este camino era el indicado. “Desde mi lugar y con mi familia siempre dijimos que desde donde nos toque estar era una plataforma para decir algo. Eso entendí y creo que la gente valoró el esfuerzo que hacía desde el requinto, trabajando en algo en donde Juan Cancio Barreto era el líder y sigue siendo. Paralelamente desarrollé mi trabajo incluso lejos de él, siempre tratando de mutar el requinto. Ser una especie de Carlos Santana del requinto siempre fue la idea”, dijo con mucha seguridad, destacando eventos importantes que realizó, como llegar al Teatro Municipal o incluso grabar con el Grupo Nuevos Vientos.
“Siempre me puse dificultades yo mismo para tratar de hacer algo novedoso, para sobresalir. Ese camino recorrido hoy da sus frutos con este evento que también es soñado”, expresó anticipando el show de sus 20 años de carrera, con el que busca marcar un precedente.
Recordó además que supo sortear la pandemia, que para él fue un momento de quiebre, ya que empezó a reconocer su voz cantante como algo principal. “Empecé a escribir canciones. Como siempre canté en las peñas, en el seno familiar, me animé e intenté grabar mis canciones yo mismo. Mi primera canción fue “Valientes”. En aquel momento me dí cuenta que no estaba desarrollando una parte de mí que siempre estuvo. Yo era uno de los que siempre decía que necesitábamos canciones nuevas para el folclore, pero no me animaba. Fue una suma de cosas que hoy decanta en que el show ya se divida mitad y mitad, entre requinto y voz”, anticipó.
Al encuentro de una identidad
Para Roscer siempre fue importante entender que la música paraguaya es la raíz de todo si uno quiere mostrar que hace música con identidad. También, constantemente, fue involucrando otros instrumentos, como la guitarra eléctrica, la batería, buscando darle otro toque a su propuesta.
Siempre recuerda la anécdota de que hace muchos años atrás Luis Duarte, voz y guitarra de Tierra Adentro, le había invitado a formar el grupo junto con él desde sus inicios, pero Roscer no aceptó porque ya estaba seguro de su propia búsqueda. “En un festival nos cruzamos y se da cuenta que mi show es folclore, pero ya una vuelta de rosca, algo que ellos empezaban desde la parte vocal. Me dijo: con razón no querés entrar con nosotros”, rememoró entre risas.
“Tuvimos también la manera de revolucionar y dar un toque juvenil, buscar una batería, guitarra eléctrica, percusión, acordeón, ya desde hace tiempo. Creo que la gente entendió eso, que uno no busca ser copia de nadie; personas como Juan Cancio Barreto o Panchi Duarte siempre van a ser grandes maestros, pero yo busqué mi forma y eso me hizo ganar un espacio. Creo que al fin y al cabo fue más difícil ese camino, pero hoy en día eso me hace ver los frutos que hoy recojo, que son 20 años de mucha música”, subrayó.
De esa manera invitó al público a vivenciar el show que tiene preparado, con grandes invitados, algunos ya revelados y otros que serán sorpresa. En esta ocasión actuará acompañado tanto de la Orquesta Sinfónica como de la Jazz Band de la Policía Nacional, bajo la dirección de Óscar Barreto. Destacó en ese sentido que este grupo cumple también 120 años de actividad, por lo que la celebración es por partida doble.
“Va a ser algo novedoso, histórico, llamativo, lindo, porque nunca se había dado, nunca un requinto había tenido un acompañamiento sinfónico, es un desafío también para la Orquesta de la Policía, que cumple 120 años de creación. Va a ser algo muy lindo desde el punto de vista musical”, dijo con emoción.
Destacó a algunos invitados, como Gabriel Cocomarola, nieto del célebro chamamecero Mario del Tránsito Cocomarola; y también amigos de años, como el cantante Marcelo Gabriel y el arpista Marcelo Rojas. “Vamos a hacer un bloque netamente de música paraguaya, también un homenaje especial a la guarania, y la segunda parte será con la Jazz Band, donde habrá más soltura y juego, con varias sorpresas”, adelantó.
“La gente tiene que estar para acompañar este sacrificio, porque es aventurarse a hacer algo gigante, con 140 músicos en escena, que no es fácil ni técnica ni musicalmente, es hacer o hacer o quedarnos en el camino. Vamos a llegar a buen puerto, y para eso esperamos que esté lleno el mítico “José Asunción Flores”, cerró Roscer Díaz.
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Concierto “Requinto Sinfónico”. Viernes 27 de septiembre en el Teatro Lírico “José Asunción Flores” del Banco Central del Paraguay, a las 20:00. Entrada libre y gratuita.