La canasta mecánica

SERENDIPIA, CARAMBOLA, CASUALIDAD - Quien cree que la buena suerte existe, entiende que algo puede suceder de pura carambola. Serendipia es el descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta.

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La canasta mecánicaArchivo, ABC Color

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También puede referirse a la habilidad de alguien para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca. Por ejemplo, lo de Newton, la manzana y el descubrimiento de la ley de gravedad.

La RAE define serendipia como: “Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual”. Este término fue acuñado por primera vez por Horace Walpole en 1754, tras la lectura de las aventuras de ‘Los tres príncipes de Serendip’, quienes siempre se encontraban haciendo descubrimientos puramente casuales.

Si nos situamos en un contexto histórico de las primeras veces en las que las simples casualidades acompañaron grandes descubrimientos, tenemos que remontarnos al siglo III a. C. El matemático Arquímedes vivía en Siracusa cuando el rey Hierón le pidió estudiar si la corona de oro puro que había encargado a un orfebre era de verdad de ese material. Por aquel entonces, no existían las tecnologías actuales para este tipo de actividades. Este descubrimiento, según explica Gonzalo Luis Recio, autor de Arquímedes, Galileo y la corona de oro, sucedió tras un simple baño en una bañera por parte del científico. ¡Eureka! (lo encontré), gritó cuando notó que el agua sobrante era la misma que ocupaba la parte de su cuerpo que estaba en el líquido. Con este simple hallazgo, Arquímedes halló la manera de calcular los volúmenes de objetos sólidos irregulares.

El psiquiatra suizo Carl Gustav Jung acuñó el término sincronicidad cuando vio en las casualidades de hechos altamente improbables la expresión de un fenómeno que merecía ser estudiado con rigor.

Para Jung, la sincronicidad es la presentación simultánea de dos hechos que no se encuentran vinculados por una relación de causa y efecto aparente, sino por su significado.

Cuántas raras coincidencias se dan en ciertos casos. Los atentados de Lincoln y Kennedy tuvieron lugar un viernes. Ambos presidentes recibieron disparos en la cabeza. La secretaria de Lincoln se apellidaba Kennedy. La secretaria de Kennedy se apellidaba Lincoln. Ambos sucesores se apellidaban Johnson. Andrew Johnson, sucesor de Lincoln, nació en 1808. Lyndon Johnson, sucesor de Kennedy, nació en 1908. Ambos asesinos tenían tres nombres: John Wilkes Booth y Lee Harvey Oswald. Booth, el asesino de Lincoln, nació en 1839; Oswald, el asesino de Kennedy, nació en 1939.

El actor Anthony Hopkins decidió comprar la novela La chica de Petrovka, para identificarse con el personaje que le tocaba interpretar en la película. Recorrió todas las librerías de Londres, pero no pudo encontrar ningún ejemplar. Volvió a su casa, y en la estación del subte encontró una copia del libro en uno de los bancos del metro. El autor del libro en cuestión, George Feifer, hablando con Hopkins le comentó que ni siquiera tenía una copia del libro porque se la había prestado a un amigo que la había perdido, probablemente, en una estación del subte.

carlafabri@abc.com.py

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