Una caja de Pandora para guaireños y locos

El doctor Miguel Arturo Vacchetta Boggino se considera un guaireño en el exilio por haber dejado su ciudad natal hace años para vivir en Asunción. De los más remotos recuerdos de su infancia extrajo pasajes –hechos simples dibujos– y los plasmó en un peculiar libro que necesita la interacción del lector.

Portada principal del libro Encantos del Principado del Guairá.
Portada principal del libro Encantos del Principado del Guairá.Fernando Romero 01-078-24 Revist

Cargando...

Dicen que uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz. En el sitio geográfico y en el sitio de la memoria. Y eso es lo que busca propiciar este libro que solo tiene dos tapas y ninguna contratapa. Como solo puede pasar en la “República del Guairá”, se puede comenzar por el derecho o el revés. Todo depende si uno quiere comenzar por los Encantos del principado del Guairá o Encantos y espantos de Villa Rica del Espíritu Santo.

No hay contratapa, sino una segunda tapa volteando el libro.
No hay contratapa, sino una segunda tapa volteando el libro.

La idea de esta “caja de recuerdos” nació con el objetivo de “pasarlo bien”. Sin embargo, su significado va mucho más allá, explica el autor. “En realidad, cuando uno no quiere que la gente joven emigre, tiene que instarle a que busque un tesoro en ese lugar. En dibujos muy simples y de cosas cotidianas de la vida; casas, árboles, faroles, anécdotas uno encuentra el tesoro que por lo general lo hace volver siempre aunque emigre”, dice Vacchetta.

Esta idea se traduce en un antiguo proverbio oriental, de Persia, donde la manera más certera de no emigrar es buscar un tesoro en ese sitio. “Creo que en nuestro país, cada compañía, cada pueblo, cada ciudad, tiene sus tesoros ocultos y hay que buscarlos y encontrarlos”.

Una cocina a leña, infaltable de los señoriales hogares guaireños y de todo el país.
Una cocina a leña, infaltable de los señoriales hogares guaireños y de todo el país.

–Pero este libro resulta no ser solo para guaireños...

–En realidad no es luego un libro. Es una caja de Pandora. Esa caja maravillosa de donde salen todos los demonios si uno la abre, pero donde felizmente en el fondo queda siempre la verde esperanza. En este libro vas a poder dibujar, pintar, escribir y tienen que salir de ti todos tus demonios.

Es para ser completado y que cada uno de estos trazos, por medio de recuerdos, inste a que escribas tu crónica personal. Por tanto, no es un libro. Son mil libros, porque cada uno escribe lo suyo al completarlo.

La valija de cuero con la que uno deja su pueblo natal para ir a la gran ciudad.
La valija de cuero con la que uno deja su pueblo natal para ir a la gran ciudad.

–Es un juego interesante para gente de cualquier parte...

–Esta caja de recuerdos estará incompleta sin tu intervención activa. Debe ser rellenada con fotos, anécdotas, recuerdos, dibujos propios o de familiares y amigos. Hojas de árboles, papeles de caramelos, siluetas, mechones de cabellos, hilos de colores, bendiciones y maldiciones, estampitas y poemas, rezos o conjuros. Una vez llenas las hojas se convertirá en el libro de la familia, del clan...

La lámpara Petromax de las noches oscuras.
La lámpara Petromax de las noches oscuras.

–Podría ser considerado de psicoanálisis...

–Claro que sí, ¿por qué no? Uno lo puede convertir en un álbum de fotografías, de cosas significativas de la infancia o relacionadas con sus sueños y proyectos. Es algo absolutamente interactivo. Se dice que la creatividad es más importante que el conocimiento. Para este libro no hay edad, puede ser un niño de 85 años. Al ser villarriqueño van a encontrar cosas que conocen, casas, personajes, pasajes de la vida, elementos. Pero al tener objetos que no son únicos de la región también podrán encontrar la famosa culturalera, por ejemplo, pandorgas del Guairá o de cualquier parte, las carretas, los karumbe... que nunca deben desaparecer.

La vieja máquina de coser a pedal.
La vieja máquina de coser a pedal.

–De niños guardábamos la “hoja maravillosa” entre los libros de lectura...

–Y esta es una oportunidad para rememorar, guardar entre sus hojas justamente esas hojas de las plantas que uno más quiere exactamente como cuando guardábamos aquella hoja maravillosa entre los libros, para que nos indicara si vamos a pasar o no de grado o no. Somos un relato y es bueno que esto fluya entre generaciones. Es la ruta para entender quiénes somos.

pgomez@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...