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Kate Middleton volvió a ser el centro de atención en Trooping the Colour, evento esencial para el rey Carlos III. Pese a que la celebración era en honor al monarca, su suegro cedió protagonismo a su nuera.
La princesa había estado fuera del ojo público por seis meses debido a su tratamiento contra el cáncer, anunciado el pasado 22 de marzo. Desde entonces, no había una fecha concreta para su retorno. Un día antes del desfile, Kate confirmó su presencia, rodeada del apoyo de su familia. Aquí las claves ocultas de un esperado retorno.
Accesorio con homenaje. En el Trooping the Colour, la celebración oficial del cumpleaños del monarca británico, Kate Middleton deslumbró con un vestido blanco con detalles negros de Jenny Packman. La princesa lució visiblemente más delgada, pero el diseño del vestido acentuó su elegancia con una falda triangular y mangas largas con detalles negros. Completó el conjunto con un tocado blanco ladeado, decorado en negro, de Philip Treacy. Este accesorio recordó a uno usado por Lady Di durante un viaje oficial a Estados Unidos, evocando un sutil homenaje.
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Influencia de Hepburn. Muchos compararon el look de Kate con el icónico estilo de Audrey Hepburn en “My Fair Lady”, notando similitudes en el tocado y la lazada de rayas blancas y negras en la parte superior del vestido. Esta inspiración agregó un toque clásico y cultural a su apariencia, evocando nostalgia y elegancia.
Blanco esperanza. El color blanco del vestido fue interpretado como un símbolo de esperanza. Asociado tradicionalmente al optimismo, Kate podría haber querido transmitir un mensaje positivo en su lucha contra el cáncer. Este color ha sido recurrentemente elegido por mujeres de la realeza en eventos importantes.
Por ejemplo, Mary Donaldson llevó un vestido blanco en su proclamación como reina de Dinamarca este año, y la princesa Leonor también optó por este color durante la jura de la Constitución. El blanco simboliza pureza y limpieza, así como alegría, lo que explica su frecuente uso en ocasiones relevantes y festivas.
Las joyas. Las joyas que usó Kate Middleton también fueron cuidadosamente elegidas. Llevó unos pendientes de perlas con diamantes de Cassandra Goad y un broche de regimiento, haciendo un guiño a su papel de coronel de la Guardia Irlandesa. También lució el anillo de zafiro con diamantes que perteneció a su suegra, la extinta Lady Di. Para el resto de los accesorios, optó por stilettos blancos de Jimmy Choo y un clutch Bayswater negro de Mulberry England.
Apoyo y protagonismo. Con su esposo e hijos presentes, Kate encontró el apoyo necesario para enfrentar un acto tan significativo. Su presencia también destaca la fuerte conexión con Carlos III, especialmente tras el diagnóstico de cáncer que cambió sus vidas. Las interacciones en el balcón, mientras observaban el desfile aéreo, demostraron la sólida relación entre ambos. Carlos puso a Kate en el centro de atención, reflejando el gran respaldo que le ofrece, incluso en un día dedicado a él.
La elección de reaparecer en Trooping the Colour refleja el compromiso de Kate con la monarquía. Por ello, el rey Carlos le permitió estar junto a él en el balcón del Palacio de Buckingham, lugar destinado para el heredero al trono, es decir, William.
Este gesto subraya la importancia de Kate en la familia real. Además, Middleton esperaba con ansias participar en el desfile de la Guardia Irlandesa, donde es Coronel. Aunque días antes se disculpó por no asistir al ensayo de su regimiento, su presencia en el evento reafirma su lealtad y compromiso con sus funciones reales.
La reaparición de Kate Middleton en Trooping the Colour no solo fue un evento esperado, sino que también envió un mensaje de esperanza y resiliencia. Su elección de vestimenta y joyas, junto con su actitud positiva, reflejan un símbolo de fortaleza en su batalla contra el cáncer. Esta aparición pública, cargada de significado, marca un capítulo importante en su recuperación y su papel como figura emblemática de la Casa Real Británica.